•Luz y Oscuridad• ||Sasuke Uchiha||

✨ 25 ✨

Ataque inesperado:
¡El último esfuerzo de una gran Ninja!

Narra Haru

Ya han pasado varias horas desde que nos separamos de los demás. Solo espero que no les suceda nada grave...

Llegamos hasta cierto punto en el cual no se oía sonido alguno. Solo el movimiento de las hojas causadas por el viento que corría. Es raro, se supone que cerca de aquí debería estar la Aldea...

–¡Haru cuidado!

Ante el llamado de Ryu me detuve por completo. Un Kunai fue lanzado hacia mí pero Nao fue más rápido y contraatacó aquél ataque. Ambos se colocaron frente a mí con la intención de protegerme, algo que me pareció muy tierno y gentil de su parte.

–Vaya, vaya. ¿Pero qué tenemos aquí? –Un hombre con cierto aspecto peligroso e intimidante se hizo presente seguido de otros cinco hombres más. –Parece que han mandado a unos niños a hacer el trabajo de un adulto. ¿No es así chicos?

Todos ellos comenzaron a reír. No le veo la gracia...

–Miren. Todos ellos son de la Aldea de la lluvia, tengan cuidado. He oído que son bastante capaces de asesinar a sangre fría y sin nada de piedad. –Ryu sacó su espada luego de un suspiro.

–No hay mucho de qué preocuparnos, ¿No? Después de todo, Lady Tsunade ha dicho que no son suficientemente fuerte, podremos con ellos. –Nao comenzó a desenrrollar ambas cadenas los cuales estabas sujetas a sus brazos.

–Eso es cierto. No deberíamos de preocuparnos demasiado... Lograremos terminar enseguida. –Saqué un Kunai de Cristal que tenía guardado en el porta armas. Es parecido a él original, solo que este al ser del elemento Cristal puede llegar a perforar aún más al enemigo.

–No se confíen. Si bien se nos ha dicho que no debamos de preocuparnos, eso no asegura del todo la situación. Estén alertas. Vaya a saber alguien qué tienen entre manos todos esos tipos.

Al verlo a Ryu tan enfocado y serio me hace verlo como un gran líder. Estoy segura de que lo será.

–¿Que tanto hablan entre ustedes par de mocosos? ¡Vamos ataquen! No podrán si quiera hacernos un rasguño.

–Pequeños engreídos. Solo están aquí para estorbar en nuestros planes.

–Vuelvan por donde vinieron, no querrán salir heridos de aquí niñatos.

Todos los tipos comenzaron a alardear cosa que me molestó un poco, pero no me dejaría afectar demasiado por eso.

–Eso lo veremos. Nao, Haru.

Nao y yo asentimos sabiendo bien qué hacer. Comenzamos a correr hacia ellos con la intención de atacarlos pero antes de que ellos nos golpearan, desaparecimos. Lo cierto es que ahora mismo estamos arriba de ellos, en el aire cayendo justo encima suyo.

–¡Arriba, cuidado! –Uno de los tipos sacó varias shurikens y fueron lanzadas hacia Nao el cual logró esquivar cada una de ellas gracias a sus cadenas.

–Tsk. Atacar desde el aire. Qué idea tan patética.

–¡Oye tú! –Aparecí detrás de él sujetando fuertemente su cuello mientras el forcejeaba para liberarse.