Celos, celos, celos. No había otra palabra en su mente. El rojo rostro del azabache era un indicador de cuanto alcohol había en su sistema, se quería morir. Luzu siendo el ángel en su hombro quitaba disimuladamente la cerveza en frente aquel hombre, mientras Auron a su izquierda siempre le pasaba a otra molestando al castaño.—¿No ves que ya esta la suficientemente mal?— Luzu hacía intento de susurrar pero terminaba hablando más fuerte.
—A ver si con suficiente alcohol se anima a decirle al calvo lo que siente.
Rubius del otro lado de la fiesta bailaba con Alexby la canción que fuese, no importaba otra cosa más que hacer que Vegetta le siguiera mirando. Se sentía bien moverse bajo la atenta mirada del de ojos morados que estaba tan alcoholizado como un preparatoriano en su fiesta de graduación. Aunque tampoco es como que Rubius estuviera en mejores condiciones, había llegado al estado en donde el mundo aveces le daba vueltas, reafirmando su estado con la sensación de querer saltarle a Luzu encima cada vez que se acercaba a su Vegettita; aún sabiendo que Luzu era papa casada desde hace tiempo.
—Vegetta, yo te aseguro que si le pides a Rabis salir te aceptará. No tengo pruebas pero tampoco dudas.— El nombrado solo respondió a Luzu con algunos murmullos incomprensibles.
—¿Eso es un no?—Luzu mi niño, hasta crees que estos dos van a aceptar algo. Mejor observa y aprende.— Auron volteó a ver hacia el albino de boina verde quien conversaba animadamente con Lolito.
—¡Willy!, ven un momento.Rubius desde su lugar había oído el grito de Auron y observaba como Willyrex se acercaba a su grupo y el moreno le susurraba algo en el oído. Lo que supo después es que Willy se estaba llevando a Samuel quien se aferraba a su hombro casi dormido.
Regla número uno en la vida: nunca dejes a Willy con Vegetta.
Rubius se acercó tropezándose, hasta que llegó a pararse frente al albino.
—Hey, ¿A dónde lo llevas?— No quiso que su voz sonara tan alta pero así lo hizo.
—A su casa, ¿A dónde más?— Willy reía, le parecía bastante cómica la situación. ¿Cuándo aquellos dos tontos se confesarían de una vez?
—Yo lo llevo.— Rubius ya no estaba evitando sonar territorial, eran bastante notorios sus celos para todos los presentes.
Willy pudo haber hecho más para molestarlo, y de verdad le apetecía hacerlo, más el cariño que le tenía a Samuel le obligaba a no pasarse con el oso, al menos en esa ocasión.
—Doblas.— Habló el azabache aferrándose ahora a el noruego.
—De Luque, no te sueltes.
Cruzando el umbral de aquella mansión, llegar hasta ahí le había costado un huevo, se dirigió a la sala del azabache. Con algo de cuidado lo sentó en el sofá, más cuando iba a separarse de él. Vegetta lo retuvo entre sus brazos con fuerza.
—Quedate conmigo, Doblas. Te quiero siempre junto a mí.
Vegetta le miró a los ojos para después detenerse en los labios del más alto. Apenas este entendió la mirada de Samuel le besó como había querido hacer tantas veces. Un beso desesperado, furioso, veloz; con sudor en sus frentes y manos desesperadas por marcar casa centímetro de piel del otro.
ESTÁS LEYENDO
𝘀𝘂𝗽𝗲𝗿 𝗱𝗮𝘆𝘀 - 𝗿𝘂𝗯𝗲𝗴𝗲𝘁𝘁𝗮 𝗺𝗼𝗻𝘁𝗵
Fanfiction" Por ejemplo la tristeza que haz visto, yo la transformaré en una agradable historia. Por ejemplo las veces que tú sonríes, inconsientemente sonreímos los dos. " Rubegetta Month, Mayo 2020