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Los dos días transcurrieron, el alquiler fue pagado a tiempo y las clases en la universidad comenzaron. Oh claro, y la convivencia estaba yendo bastante bien, pues el no dirigirse palabra o hacer como si la otra persona no existiera ayudaba en ello. Pero no había que hacerse ideas equivocadas, simplemente tanto Namjoon como Seokjin no habían encontrado un momento adecuado para establecer conversación.

Hoy fue algo diferente, ellos se encontrarón despiertos muy temprano. Ambos al poco tiempo ya se entraban desayunado.

—¿Universidad?— Seokjin preguntó desinteresado al estar mucho más atento al chat de su celular.

Namjoon hacia lo mismo —Ajá, ¿tú igual?—

—Si— Un último mensaje y dejó de estar en una de las sillas del pequeño comedor.

Namjoon hizo lo mismo, bloqueó su celular, se puso de pie y fue tras las llaves de su motocicleta la cual le ayudaba con su trabajo de repartidor.

Seokjin en cambio tomó su mochila totalmente negra y salió detrás de su compañero.

En pocos minutos ambos estuvieron en la universidad, Namjoon había ido en su motocicleta negra y Seokjin había optado por tomar un taxi, se trataba del primer día y no quería estar retrasado.

—¿Cómo has estado Jin?— Un viejo amigo saludo.

—Bien, ¿y tú?— Seokjin caminó junto a él, pues ambos estaban anotados en la misma carrera.

La conversación continuó hasta que la clase comenzará. Por otro lado, Namjoon ya se encontraba anotando un número nuevo en sus contactos. Que decir, él no perdía el tiempo, pero aquello no quería decir que el conseguir numeros de mujeres era lo más importante en su vida, digamos que estaba en segundo lugar de importancia. Puesto que él realmente quería graduarse en medicina.

—Te llamaré luego— Un guiño no estaba de más, Namjoon solía ser un gran seductor. Él sabía jugar.

...

Seokjin agradeció tanto ya estar en casa, pero aun así no significaba que pondría a descansar a su cerebro, el ya tuvo mucho descanso, era hora de hacerle funcionar. Así que se adentro en su libro de ciencias y no dejó de leer hasta que sus ojos se sintieran cansados. O ese había querido que sea el plan, pero su lectura se vio interrumpida al escuchar un gran portazo de la puerta principal.

¿Una pelea? Se puso de pie y al momento de abrir su puerta Seokjin pudo ver perfectamente de que no se trataba de alguna discusión, todo lo contrario. Su compañero de piso se encontraba desenfrenadamente besando a una chica, haciendo pasar a su habitación. Otro portazo se escuchó.

Correcto. Seokjin se preguntó si podía quejarse de aquello, pero pensándolo bien, no estaban haciéndole nada así que... ¡Maldición! Las paredes al parecer eran muy delgadas. Entonces si, él hablaría con su compañero luego.

La acción terminó, Seokjin opto por quitarse los auriculares de las orejas para luego dejar de lado el libro que anteriormente había querido leer en silencio y en plena concentración. Plan fallido.

Él salió en el momento justo para ver como su compañero se despedía con besos de su ¿novia?. La puerta principal se cerró y Seokjin caminó hacia la cocina mientras decía un par de cosas.

—Traten de ser silenciosos la próxima vez—

Namjoon rascó su nuca mientras sonreía de lado, yendo también hacía la cocina. Tenía sed. —Lo siento, pero no puedo controlar eso— Algo de razón tenía.

Seokjin dejó de masticar su manzana, tragó y habló:—Nesecito estudiar en silencio, es eso o buscaré otro lugar—

Uh, Namjoon dejó de beber agua —No hay que apresurarse— Él no quería volver a tener que buscar alguien que pueda pagar a tiempo lo que le corresponde de alquiler. Además el chico por mas serio que fuese no era mal compañero, y a decir verdad estaba siendo justo. —Bien, tendre sexo por las noches. ¿Tenemos un trato? uhm, tú también puedes—

Compañeros de piso ❀ N.JDonde viven las historias. Descúbrelo ahora