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Seokjin se encontraba en la cocina mirando un punto fijo mientras se preguntaba —¿En diablos estaba pensando?— su ceño se frunció aún más, —Eso te pasa por hablar sin pensar— Volvió a picar la media cebolla en la mesada.

Si, él estaba encargándose de la cena de hoy, como lo había "prometido" ayer. Y por ello de su amargura en soledad, pero luego pensó, no quiso, pero lo hizo. Pensó en cómo había sido su comportamiento de ayer por la tarde casi noche y en fin, solo se rindió y en quejas para nada bajas, él se ocupó de la cena.

Fue en ese momento donde Namjoon hizo aparición, él estaba solo sin ningún acompañante, al parecer había tomado la opción de solo traer mujeres al departamento solo los fines de semana, pues ya tenía suficiente con la universidad y su trabajo.

Las miradas se cruzaron. Seokjin trago antes de saludar —H-hola— Rayos, este estaba siendo un mal momento para soltar lágrimas.

—Uhm, ¿estas bien?— Namjoon se aguanto la risa cuando observó con la cebolla a medio picar —Oh, suerte con eso— y se hizo camino hacia su habitación mientras se quitaba su chaqueta.

Minutos después Namjoon ya se encontraba limpio, gracias a la corta ducha que tomo, y en pijama, que se basaba en una simple remera blanca y un pantalón gris. Entonces secando su corto cabello castaño se apoyó en el respaldo del sillón, ahora su mirada permanecía en el chico en la cocina.

Una sonrisa burlona se hizo visible —¿Y qué está cocinando mi esposa?—

Seokjin, ya normal y sin llanto, lo miró severo —Vete al diablo—

Namjoon simplemente rió. Dejó la toalla húmeda al lado suyo y siguió con sus bromas —Oh, alguien está de mal humor, ¿debí traerte un ramo de rosas?—

Sin prestarle atención Seokjin siguió con lo suyo, y bien, él no era un experto en la cocina pero se defendió, después de todo si había estado medio año viviendo solo, lo cual lo llevó a alimentarse por su cuenta.

Luego de unos cuantos comentarios más de parte de Namjoon la cena ya se encontraba preparada.

—No está mal— Namjoon dio el primer bocado y comentario.

A Seokjin no le importo, porque de hecho, sí, su comida no estaba mal. No era la gran cosa ni un asco. Simple.

Llevando su mirada a un lado y otro Seokjin fue el primero en hablar —Uhm, no me iré— suspiró —Me refiero a q-

—Que no estas en momento de buscar otro lugar, además de que el lugar ya es bastante bueno, ¿cierto?—

Bueno, si, su compañero de piso le quitó las palabras de la boca, asi que solo le quedo asentir —Trata de no ser una molestia, ¿bien?— Apenas sonrió.

—Digo lo mismo—

Oh, un gran paso estaba sucediendo otr vez. Ellos podían tener una conversación tranquila y fuera de amenazas o algo por el estilo.

Entonces la conversión de alguna manera los llevó a sus gustos personales, en decir, prácticamente se describieron a sí mismo. Por ejemplo...

—No soy alergico a ningun animal, solo no soy bueno cuidándolos— Namjoon pensó —Uh, no soy bueno cuendando nada—

Seokjin asintió y soltó:—No tolero el helado de menta— fue serio.

—Ya veo, eres un rarito— Namjoon rió a lo grande —Es mi sabor preferido—

—Tú eres el rarito— puso los ojos en blanco —¿Algo más que deba saber de ti?—

—¿Ahora te intereso?— Namjoon juguetonamente le guiño un ojo. —Pero lo siento, no eres mi tipo— Llevó su mirada hacia el pecho contrario.

Compañeros de piso ❀ N.JDonde viven las historias. Descúbrelo ahora