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A consecuencia de las costillas en su cuello, Seokjin dejó escuchar una sutil risita ante el cosquilleo. Él, gracias a Namjoon, descubrió que tenía algunas zonas de su cuerpo algo sensibles, una de ellas era la zona de su cuello. Simplemente era fantástico lo mucho que sentía por solo ser besado o acariciado ahí.

—Detente— Aun así Seokjin o hizo nada para alegar a su novio de su cuello, siquiera para quitárselo de encima. Él literalmente estaba siendo comido, y por supuesto no le desagradaba en lo absoluto.

Ellos estaban teniendo ese momento sensible y romantico luego de un buen sexo meloso.

Namjoon descubrió que le gustaba esto, tener a alguien para mimar luego de un arduo acto caliente e íntimo. Amaba lo bien que se sentía besar, acariciar y morder al chico, a su chico. Diablos, ¿cómo es que este chico miró hacia él? Él no había sido exactamente un buen hombre, él solía ir de cama en cama sin importarle la persona con quién estaba relacionado en ese momento. Su mirada se clavó en los ojos soñadores de Seokjin.

—¿Estas bien saliendo conmigo?— Su pregunta no fue planeada, simplemente algo de culpa llego a él, tal vez el chico podría encontrar a un mejor hombre o mujer. Pero solo pensarlo, no, no podía dejarlo ir.

Seokjin le dio la mejor de sus sonrisas cariñosas —¿Otra vez pensando de más?— Él sabía que su novio tenía ese tipo de pensamientos ridículos, pero él se mantenía en su posición de que una persona podría cambiar, y su novio se lo estaba demostrando. Beso los labios contrarios, un dulce y suave beso para luego susurrarle —Estoy realmente bien saliendo contigo—

Otro beso ocurrio, luego otro y luego Namjoon ya se encontraba nuevamente entre las piernas abiertas de su novios, ya listo para una segunda ronda de sexo meloso y malditamente lento.

Namjoon no era ruidoso, pero si dejaba escapar un que otro jadeo y en medio de uno él dijo:—Sé que es pronto, pero- Dio otro embiste —Te amo— No dejó de mover sus caderas, pero Seokjin parecía un tanto más aturdido con esas palabras.

Parecieron minutos eternos los que transcurrieron para cuando Seokjin casi sin aliento hizo escuchar sus palabras —También lo hago, te amo—

Sentirse satisfecho era poco, ambos estaban en las nubes, en tontas y suaves nubes rosas por culpa del enamoramiento que al parecer no resultaría ser pasajero, el sentimiento era fuerte y nuevo. Las nubes ridículas fueron pisadas y el sueño los arrulló.

Estaba siendo un gran sábado perezoso y tranquilo, al parecer ambos chicos se negaban dejar la cama, pero tuvieron que hacerlo cuando sus párpados se abrieron y dieron con los rayos de sol. Namjoon le dedicó un gran insulto a su ventana, pero estaba bien, estaba hambriento al igual que su novio, pues ellos se habían salteado tanto el desayuno como el almuerzo.

—Vamos, tomemos una ducha, estamos pegajosos— Seokjin frunció su nariz. Namjoon lo siguió, como siempre.

Minutos más tarde, ya fuera de la ducha y ambos semidesnudos se encontraban re calentando la cena de ayer. Se sentían demasiado flojos para todo, a excepción de algunas cosas, como el besar o toquetear el cuerpo contrario.

—Ire en busca de un suéter, tú has lo mismo— Seokjin dijo al sentir una rafaja fria sobre su torso pues solo vestía pantaloncillos largos. Caminó hacia su habitación y se dijo a si mismo al estar ahí que debería de llevar sus cosas a la habitación de su novio, tal vez después. Él rebuscó en el armario, encontrando, nada de su gusto. Entonces la idea de usar algo de Namjoon logró avergonzarlo de buena manera. Su sonrisa boba así lo demostraba.

Un silbido se escuchó por fuera de la ventana de "su" habitación. Por supuesto llamó su atención e hizo incorporarse a la realidad, siendo lento camino hacia la ventana totalmente abierta y dio con la chica del edificio de al lado, ella era muy linda, rubia u de ojos grandes. Seokjin sin ninguna duda hubiera ido tras ella, y de hecho él ya la había visto antes. Pero ahora, ahora la veía como una persona más, digamos que la atracción de difuminó por completo. Mirándola no supo qué hacer, hasta que la chica le saludó tímidamente. Él torpemente hizo lo mismo.

Compañeros de piso ❀ N.JDonde viven las historias. Descúbrelo ahora