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—¡Muchacho! Despierta de una buena vez, la comida no se enviará sola—

Namjoon asintió al entrar forzosamente en razón, él estaba, el se encontraba algo así como en las nubes. Recordando cierto cuerpo desnudo, ciertas noches calurosas y cierta sonrisa color coral.

¿El sexo frecuente ya le está afectando?... Uh, si.

Aun así se seguía diciendo que el sexo con su compañero de piso no iba a durar mucho, tal vez hasta que encuentre a alguien que le guste, en palabras sencillas, hasta que se encuentre una novia.

Puso su motocicleta en marcha, y como siempre, él hizo un buen trabajo al ser puntual. Tanto tiempo con este trabajo logró aquello, era un experto cuando de delivery se trataba. Fuera de ello, él no era bueno en otra cosa. Está bien, él era bueno estudiando... y ya.

—Nam, ¿quedamos este sábado?— Una clienta conocida le propuso.

Namjoon realmente lo pensó, pero lo pensó de más, pues hace un tiempo atrás él había aceptado de inmediato. Ahora, no sabía muy bien que era lo que lo frenaba a aceptar... —Lo siento, no puedo—

—¿Eh?—

Y Kim se fue del lugar, y ese había sido el último envío. Ahora tendría que regresar al restaurante y seguir.

A gran distancia del restaurante se encontraba Kim Seokjin sosteniendo a un gato adulto, él por supuesto se ganó un que otro rasguño, pero nada que no sanará pronto.

—¿Te conseguiste una novia?— Su jefe/también veterinario le preguntó.

Seokjin y el gato se dedicaron miradas, para luego negar con humor —Sigo soltero, ¿por qué la pregunta?— Preguntó mientras trataba de hacer que el minino no se moviera, pues tenía que ser vacunado.

El hombre se encogió de hombros —No sé, te vez más sonriente, estas— Lo observó —Luces realmente feliz—

A lo que inmediatamente el cerebro de Seokjin pensó "¿Será por el buen sexo?", se mostró horrorizado por el pensamiento repentino. ¿Buen sexo? Oh vamos, para nada. —Solo, uh, me siento más relajado ahora, me refiero a que me está yendo bastante bien en la universidad y eso—

Él no sonaba muy convincente, pero el hombre aceptó la respuesta —Bien, sigamos—

...

Todo parecía ir yendo bastante, la universidad ya no se veía la caótica y el trabajo tampoco. Ya no sentían el peso de ello. Pero claro, el cansancio siempre estaría, y era una suerte que uno de ellos casi siempre trajera comida. Namjoon tomó asiento al lado de Seokjin y dejó sobre su regazo la bandeja blanca con comida.

—Gracias— Agradeció Seokjin al tronar su cuello.

—¿Te peleaste con un gato o algo así?— Namjoon preguntó al ver los rasguños en los brazos contrarios.

—Algo así—

La programación de ahora habia sido a elección de ambos, ellos realmente se estaban llevando bien. Y claro, ya eran amigos. Amigos que tenían sexo cada noche.

—¿Cómo te fue en el trabajo?— No es que Seokjin estuviera curioso, pero era una pregunta que se había hecho costumbre, simplemente preguntaba.

Namjoon limpió la comisura de su boca antes de responder —Nada nuevo, Eunji aun me sigue ignorando y- ¿Era necesario decirle que tuvo un ofrecimiento de una mujer? —Y nada más— Pensó que realmente no era necesario, ¿que cambiaría después de todo?

Compañeros de piso ❀ N.JDonde viven las historias. Descúbrelo ahora