Capítulo 35 "Cena Para..."

85 5 0
                                    

Pov Cat.

Tyler se la ingenió todo, organizó una cena para mi y su hermano acompañado con Amy. Era un lugar no tan alejado de la casa, el lugar tiene un estilo country. Fue lindo por su parte, organizar una cena; lo malo que nos dejaron en casa porque ellos querían retocar unas cosas del lugar ¿por que malo? Pues son gemelos y aún nos cuesta diferenciarlos porque también ellos juegan con nuestras mentes—idiotas—. Así que cuando llegamos de nos complicó la cosa... ¡Son gemelos idénticos!

—Ok... ¿Quien es quien?–cruza los brazos Amy.

—Mmm... Mierda, por que no se les puede diferenciar en algo–luego me acordé de algo–¡Exacto!

—Oye, tristemente no puedo leer mentes–me mira curiosa.

—Taylor tiene un pequeño lunar en el cuello...–la tome del brazo y nos acercamos.

—¿Debería preocuparme por que sepas que Tay tenga un lunar en su cuello?–enarca una ceja

—Pues un día jugaron con mi mente y observé que el chico que estaba abrazando tenía un lunar. Pero nunca en la vida le había visto ese lunar–sonreí–De ahí supe diferenciarlos.

—Hola chicas–dice al mismo tiempo.

Busco el lunar y listo, ese era Tay. Abrazo al chico que está a la derecha y lo saludo–Hola amor.

—¿Como sabias que era yo?–me sonríe.

—Por una técnica secreta que tengo–le planto un pequeño beso en sus labios y todos nos sentamos.

Estuvimos como 2hrs comiendo, riéndonos, contando historias, ect... Claro como olvidar la idea de estos gemelos, los chicos nos dedicaron un serenata—algo muy original, mentira—, pues fue escrita por ellos y tenían algunas partes graciosas, lo que hizo que nos olvidara lo cliché de las serenatas. Todo fue mágico, estos dos chicos si saben tratar a una dama y pues, Amy y yo nos ganamos la lotería...

—Está lloviendo, es mejor que nos vayamos a casa–Tay me sonríe.

—Yo iré caminando, no soy de azúcar–alcé las cejas–Además que la casa no queda tan lejos.

—Pero tenemos en auto–enseñó unas llaves–Aproveché que Nash salió para tomarlas–Ty sonrió orgulloso.

—¿Amy te vas con las señoritas ó conmigo?–sonreí.

—Ty llevate a tu hermano. Yo iré caminando–sonríe triunfante–Está haciendo una linda noche.

—Espera, ninguna de las dos se irá caminando. ¡Está lloviendo!–dice Tay.

—Ok. Hasta luego chicos–nos despedimos de nuestros chicos.

Amy aprovechó de quitarle las llaves a Tay—que en ese momento él las tenía—, y salimos corriendo hacia tal auto extravagante. Nos subimos y lo Amy lo puso en marcha; en unos minutos ya se veía a los chicos correr hacia el carro.

—¡Acelera!–grité sonriente.

—Como tu digas–movió la palanca un par de veces y dejamos los chicos atrás.

—Si realmente nos amas, esto estará perdonado–estallamos  a carcajada.

Tenía tiempo sin hacer un par de travesuras, ya esto se estaba poniéndose algo aburrido. Lo mejor que tengo Amy, que no se queda atrás con sus ocurrencias, ella es perfecta para engañar a Tay y quitarle equis cosa sin que éste se de cuenta. Yo sólo pongo las ideas y entre las dos lo ponemos en marcha.

Amor Prohibido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora