Volveré, cuando me llames. No hay por qué decir adiós.

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Narra _____:

¡¡Habíamos triunfado!!

Me era algo difícil de asimilar, puesto que tantas cosas se habían puesto en nuestra contra... Pero sin duda estaba más que contenta, la cantidad de bajas por nuestra parte fue mínima a pesar de todo, mi hermano estaba de vuelta, sano y salvo, al igual que los Narnianos que se habían quedado en el castillo. Y Peter había aprendido de sus errores. Sin duda... logramos superar las adversidades.

Abracé a Edmund, se quedó algo sorprendido por el repentino gesto, pero no tardó nada en corresponderlo.

- _____... debo decirte algo importante... - me susurró Ed con dulzura a la oreja - yo...

- Bueno tortolitos, será mejor que dejemos las escenas amorosas para luego o me veré obligada a decirle a Dylan que se quedaron a las orillas del río dándose amor - dijo Susan con burla en su voz. La miré sonrojada, aunque riendo.

- Me lo tenía merecido, lo admito... - contesté separándome de Ed, me di cuenta de que Peter Caspian y mi hermano nos esperaban para ir con Lucy y Aslan - tendrás que decirme luego, cariño - le susurré a Edmund, dándole un rápido beso.

Sonrió embobado y tomándome la mano, me empezó a guiar mientras cruzábamos el río. Dylan iba atrás de nosotros, en cambio, Susan, Peter y Caspian iban adelante.

Mientras cruzábamos noté que los Telmarinos dejaban sus armas en el suelo o se las entregaban a los Narnianos en señal de rendición. Sonreí a esto, no fue necesario matarlos a todos...

- ¿Dylan? - escuché a Lucy llamar el nombre de mi hermano con incredulidad y sorpresa.

Mi hermano se detuvo al escuchar su nombre salir de los labios de Lucy, sonrió al verla, sus ojos brillaban de una forma que no había visto antes, y su sonrisa sincera parecía reflejar la felicidad que sentía.

- ¡Dylan! - exclamó Lucy con una brillante sonrisa, corriendo en dirección a mi mellizo. Teniendo que entrar a la orilla del lago.

Él la recibió con los brazos abiertos, sus cuerpos se fundieron en un abrazo tan profundo, que el espacio entre ellos era simplemente inexistente. Lucy sollozaba en el pecho de Dylan.

- Hey... ¿Por qué lloras princesa? - preguntó mi hermano levantando con delicadeza la mirada de la pequeña en sus brazos.

- ¿Estás bromeando? Creí...creí que habías muerto - lloró ella.

- ¿Quién te dijo esa mentira tan absurda? - preguntó el riendo.

Lucy, miró en mi dirección apenada.

- En mi defensa, lo último que vi de ti fue que Miraz estaba por rebanarte el cuello - me defendí.

- Nah, no le hagas caso a la exagerada de mi hermana. Aún debo protegerte, y no me iré del mundo terrenal hasta que comparta mi vida entera contigo, Lucy - dijo él con cariño y delicadeza a la castaña. Ella rio con suavidad a la vez que un suave color rosado cubría sus blancas mejillas.

Susan y yo sonreímos con ternura a la vez que dejábamos salir un suspiro por la adorable y encantadora escena.

- Ok, creo que ya es suficiente - dijo Edmund acercándose a ambos y separándolos con una cara de póker. No conocía el lado celoso de Ed....es muy gracioso.

Todos reímos ante el accionar de Ed, incluido Aslan. Luego de calmarnos nos formamos uno al lado del otro e hicimos una reverencia al Gran León.

- De pie, Reyes y Reinas - dijo Aslan, mi mellizo, los Pevensie y yo, nos levantamos tras sus palabras - Todos ustedes - recalcó el majestuoso ser, Caspian lo miró con sorpresa.

Las Crónicas de Narnia: El Príncipe Caspian ~Edmund y tú~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora