Epílogo.

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El tren ya había parado hacía una hora y media, tuvimos que caminar unas cuántas calles para poder llegar a nuestros internados.

El internado en el que mi hermano y yo debíamos asistir estaba unas calles más adelante que el de los Pevensie por lo que nos despedimos de ellos acordando que nos veríamos el fin de semana para saber cuáles serían nuestros días libres.

Dylan y yo seguimos nuestro camino, conversando acerca de cuáles eran nuestras expectativas del internado. Después de todo, nuestra vida entera habíamos sido educados en casa y asistir a una escuela es una experiencia totalmente nueva, pero emocionante. Lo bueno es que en el Charterhouse School, eran admitidos los sordo-mudos por lo que no debo preocuparme en ese tema.

- ¿Crees que hagamos amigos? - me preguntó él con melancolía en su voz.

~ Eso espero, pero en cualquier situación nos tenemos el uno al otro ~ respondí con seguridad.

- Tienes razón... eso sí, más te vale que no me dejes de lado si consigues amiguitas eh - avisó divertido.

~ ¿Cómo crees? si hago "amiguitas" debo presentártelas para que por fin tengas novia, bobito ~ respondí siguiéndole el juego.

- No va a funcionar, y lo sabes... ya tengo el ojo puesto en alguien - devolvió sonriendo embobado.

~ Lo sé, me lo dijiste apenas ellos se fueron de casa, pero estoy bromeando ~ le codeé con suavidad ~ ¿cuándo piensas decirle?

- Yo... no.... no lo sé, ni siquiera estoy seguro de si ella piensa o ha pensado en mí de esa forma... - se rasca la nuca, nervioso.

~ Podría apostar a que Lucy tiene claros sentimientos por ti, ¡es más que obvio!

- Bien, bien, ya para, harás que me sonroje y no quiero dar la idea de chico tímido en el internado - me detuvo sonriendo.

Ambos terminamos riendo mientras caminábamos frente a la entrada de nuestro destino. Muchos alumnos pasaban a un lado de nosotros, la gran mayoría se dirigía a un edificio apartado, que parecían ser los dormitorios, mientras que otros al principal, donde seguramente daban las clases y estaba la sala del director.

- Creo que deberíamos ir a pedir información en el edificio principal... - sugirió mi hermano con rapidez, asentí y nos dirigimos ahí.

El lugar era enorme, parecía una de las salas de Cair Paravel, sabía que este internado era para familias de altos ingresos económicos, pero esto era ridículo, ¿de dónde sacó el abuelo el dinero para pagar esto?

- Buenos días compañeros, bienvenidos al Charterhouse School - dijo un chico que se había acercado a nosotros - son nuevos aquí ¿no es así? - nos preguntó con interés, aunque su mirada se dirigía a mí en específico - estoy seguro de que recordaría tu rostro, aunque solo lo hubiese visto en una imagen - se me acercó y tomó mi mano para plantar un beso en ella.

- Ejem - le llamó la atención mi hermano deteniéndolo - Si, ingresamos al internado este periodo escolar, - respondió con solemnidad, pero molestia en su voz, el chico desconocido irguió su postura sin soltar mi mano - ¿podrías indicarnos donde nos entregarán nuestros horarios por favor?

- Con gusto, permítame ayudarle con tu equipaje, bella dama - ofreció con una sonrisa radiante tomando la maleta que llevaba en la otra mano, dejé que la tomara y me solté de su agarre - síganme compañeros los guiaré a donde desean llegar - dijo para finalmente comenzar a caminar.

Tomé mi otra maleta, la cual traía Dylan.

~ Que mal servicio, no se llevó la otra ~ Mi hermano rio por mi comentario mientras que seguíamos al chico.

Él volteaba cada tanto, pero dudo mucho que fuese para asegurarse de que no nos perdiéramos entre el laberinto de pasillos, cada que lo hacía se quedaba viéndome indiscretamente. Trataba de no prestarle mucha atención a esto, pero se me hacía imposible, su mirada parecía querer calar en mi alma, era tan intensa que hasta Dylan notó este hecho y cada que volteaba trataba de ponerme detrás suya y así poder cubrirme.

- Ya hemos llegado - dijo luego de unos 5 minutos, entramos a una oficina, que podría jurar que ya habíamos pasado unas 3 veces - compañeros, les presento a mi querida prima, ella se encarga de dirigir la Corte Estudiantil en el aspecto administrativo - introdujo a una chica que era similar a él. Ella se levantó de su escritorio y nos dio una leve reverencia.

- Es un gusto conocerlos, yo soy Leah Percy, hija de la condesa Ann Percy, - se presentó Leah con una dulce voz - y él es mi distinguido primo, Eva... - dijo siendo interrumpida por el chico.

- Yo soy, Evan George Percy 9°, hijo del distinguido Duque Ian Alan Percy 8°, y me encargo de liderar la Corte Estudiantil, a su servicio - declaró Evan con una voz de noble...la verdad es que era un poco graciosa. Leah rodó los ojos con molestia y se sentó nuevamente.

- En fin, como puedo ayudar a nuestros distinguidos compañeros - habló ella mirando los papeles en el pequeño escritorio que tenía.

- Requerimos nuestros horarios de clase, y también el número de nuestras habitaciones, señorita Percy - pidió Dylan acercándose al escritorio de ella. La chica miró a mi hermano durante un periodo algo prolongado de tiempo incomodándolo.

~ ¿Puede ser rápido? no queremos llegar tarde al comité de bienvenida ~ apresuré poniéndome delante de mi hermano.

Leah pareció reaccionar ya que parpadeo un par de veces y sacudiendo la cabeza buscó entre los cajones hasta dar con dos archivadores que tenían claras y legibles etiquetas, "Horarios" y "Habitaciones".

- Necesito saber sus nombres para registrarlos en la lista y buscar sus horarios y llaves... - dijo, viéndome retadora.

~ _____ y Dylan Hawkins ~ respondí sin inmutarme, si lo que quería era apartarme, no lograría nada.

La chica buscó en ambos archivadores y me entregó mi horario y llaves de habitación.

- Fue un gusto conocerte linda, tu habitación es la 304 - dijo con cierta frialdad para luego mirar a mi mellizo quien se había puesto a mi lado - y este es tu horario y llaves de habitación, Dylan, espero que podamos hablar pronto - sonrió.

- Si... claro, nos vemos gracias a los dos por su hospitalidad - dijo Dylan tomándome del brazo, y saliendo de la oficina - Vale esos dos son muy extraños... jamás vi a alguien actuar de esa forma. Seguramente mienten acerca de que son hijos de un duque y una condesa, no tienen modales.

~ Bueno debes admitir, que no hemos conocido a tantas personas como para comparar ~ recalqué defendiendo a los primos que recién conocimos.

Dylan asintió con duda, y sin darle más vueltas al tema, nos dirigimos a donde los demás alumnos iban.

Al comité de bienvenida....

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Holis!!

¿Qué tal gente hermosa?

Quiero agradecerles a todos por ayudar a esta historia a que llegara a los 1.6 k de lecturas <3<3<3.

Tan bien quería agradecerles por aportar su comentario a que esta saga continuara. Ya estoy preparando los primeros capítulos de ¡¡¡Las Crónicas de Narnia: ¡La Travesía del Viajero del Alba!!!

Les avisaré en un próximo cap. cuando haya publicado el libro.

L@s amo!!!

Saludos إيزيمار💙🌊🐚   

Las Crónicas de Narnia: El Príncipe Caspian ~Edmund y tú~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora