- Nat, están diciendo que se va a poder salir a hacer deporte ciertas horas, y se puede ir con quien compartas unidad familiar. Somos una unidad familiar, lol.- Reía Alba mientras se acercaba al salón donde estaba la morena.
Se la encontró sentada en el sofá, con el portátil delante y decenas de folios desparramados por toda la mesa, una silla al lado con una tablet, y post-its incluso en la propia pantalla del ordenador.
- Cariño, ¿qué es todo esto? - Rió la rubia al ver que Natalia tenía hasta las mangas cortas arremangadas hacia arriba, y una cara de pánico bastante descriptiva.
- Tengo examen, ¿no te huele a cero? - Suspiró la pamplonica.
- Me huele a exagerada - Se sentó a su lado y dejó un beso en su sien.
Natalia decidió permitirse descansar unos segundos y con aquel contacto se recostó sobre el respaldo del sofá, dejando caer su cabeza sobre el hombro de Alba. Casi se desnuca por la diferencia de altura pero había momentos en los que la rubia se hacía grande para ella, y aquello se volvía un detalle insignificante.
- ¿Qué me estabas diciendo? - Levantó la vista Natalia para regodearse en aquellos ojos.
- Que vamos a poder salir a hacer deporte, y como somos de la misma unidad familiar - Rió.- Podemos salir incluso juntas - Sonrió a todo lo que le daba.
- Menudo cuadro de unidad familiar.- Se rió esta vez la morena, abriendo la boca para morderle el hombro.
- ¿Cuándo tienes el examen?
- Esta tarde a las cinco, me tienes que ayudar Albi, tengo chuletas hasta en las bragas.
- JAJAJAJA Estás fatal - Carcajeó la rubia.- ¿No te graban?
- Qué va, qué va, imagínate que me hacen enseñar la habitación o algo, les diría que tenemos solo tres paredes, que no nos daba para más.
- Vale, pues entonces, que no cunda el pánico, yo me vengo con mi ordenador también y si me pasas los pdf, te busco lo que sea, ¿cuánto tiempo te dan?
- Cincuenta minutos para treinta preguntas, pero algunas son multirespuesta y se tarda más. Además no se puede volver para atrás.
Alba tragó saliva y estiró el cuello de lado a lado.
- Podemos con ello.- Dejó caer el puño en la mesa en un intento por aparentar seguridad, haciendo que varios folios acumulados en un montón se deslizasen por el suelo de una manera incluso poética.
- Se masca la tragedia.
Para que no perdiera ella el tiempo, Alba fue la encargada de hacer la comida ese día, salteando algunas verduras mientras se leía varios documentos que le había mandando Natalia con el fin de que no estuviera tan perdida a la hora de encontrar las preguntas, aunque se ayudase del buscador.
Natalia correteaba de un lado a otro, tenía chats vacíos de grupos dedicados a cada tema con fotos de lo más importante, los post-its con aquello que ni aún insistiendo se habría podido llegar a aprender, los apuntes más ordenados de lo que los había tenido nunca, y aún así, estaba que le iba a dar algo.
Copiar no estaba bien, pero no dar clases con la excusa de estar haciéndolo de manera asíncrona por subir paquetes de documentos de cuarenta páginas por cada tema, sin tan solo dedicarse a responder a las dudas por correo electrónico o por los foros, tampoco.
Comieron mientras Alba se dedicaba a contar historias de vida para que la otra se distrajera e intentara evadirse, pues la veía con cara de intentar vender su alma al diablo o ponerse a rezar para quien quisiera escucharla.

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Recluidas
FanfictionAlba y Natalia comparten piso junto a otras dos chicas desde septiembre pero como suele ocurrir en estas épocas universitarias, su relación se limita a cruzar un par de frases a modo de saludo, establecer el calendario de turnos para las tareas de l...