Capítulo 33

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JUMIN 

Jumin: ¿Te sorprende verme?. 

Sarah: Al… algo ¿Qué haces acá? SEÑORA NA. 

Jumin: La señora Na, no te escuchara, dejó esta casa. 

Sarah se estaba poniendo muy nerviosa, deducía que Jumin ya sabía la verdad. 

Jumin: Siéntate Sarah, hablemos. 

Sarah: No tengo nada de que hablar contigo. 

Se giró mostrándole su espalda. 

Jumin: Si corres, ten por seguro que te encontraré, y no será agradable para ti. 

Sarah se sentó, imagino que eso sería lo mejor. 

Sarah: ¿Qué quieres? ¿Cómo entraste? ¿Tú hiciste esto? El corte de electricidad. 

Jumin: Me sorprende que tu pequeño cerebro procese toda esa información, pero sí, yo lo hice. 

Sarah: ¿Qué quieres?. 

Jumin: Creo que ya lo sabes. 

Jumin le pasó los papeles de las acciones de Sugar Round. 

Jumin: Firma. 

Sarah: ¿Qué es esto?. 

Tomó los papeles y los leyó. 

Sarah: ¿Quieres mi empresa?. 

Jumin: No, simplemente te dejaré en la calle. 

Sarah: ¿Por qué?. 

Sarah estaba demostrando su nerviosismo. 

Jumin: ¿Tu cerebro no procesa que ya se la verdad?. 

Por el rostro de Sarah pasaba el miedo. A lo que él sonrío fríamente. 

Jumin: Te lo advertí, si te metias con ella lo pagarías muy caro. 

Sarah: Yo no la he visto… no he tenido contacto con ella. 

Jumin: No mientas Sarah, se que tú la atropellaste. 

Sarah: ¡ESO ES MENTIRA!. 

Jumin: Eres tan tonta que no te deshiciste del vehículo. 

Sarah se levantó de la silla. Comenzó a moverse por la oficina. Se abrazaba a sí misma. 

Sarah: No, no lo hice. 

Jumin: Mataste a mi esposa, ¿crees que te mandaré a la cárcel? No, incluso la cárcel es poco para hacerte pagar. 

Sarah: ES MEJOR QUE LA POBREZA. 

Jumin: Ó ¿es mejor la muerte?. 

Sarah lo miró, su mirada estaba oscura y llena de malicia, jamás había visto esos ojos, daban miedo y los temblores se hicieron presentes. 

Sarah: ¿Estás loco?. 

Jumin: No, sólo quiero venganza por lo que hiciste tú y tu tía desquiciada Margaret. 

Sarah: TODO FUE IDEA DE ELLA. 

Jumin: ¿Ella era la que manejaba el vehículo?. 

Sarah: ¡Claro!, yo solo le preste mi carro. 

Jumin sacó su celular, le mostró un video a Sarah. 

Jumin: Claramente eres tú bajando del vehículo ese día. 

Sarah llevó sus manos a la cabeza. 

Jumin: Firma. 

Sarah: ¿Si firmo me dejaras en paz?. 

ME ENAMORÉ DE UN PATÁN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora