ME ENAMORÉ DE UN PATÁN

Capítulo 37

MC

El sábado había llegado rápidamente, todo estaba preparado para el evento. 

Habían decidido hacerlo en la playa de Jumin, así podrían compartir el fin de semana con todas las personas que aman. 

La novia se movía por la habitación, estaba ansiosa, quería salir y caminar al altar. 

Señor CEO: Hola querida, estas muy hermosa. 

Mc: Gracias señor Han. 

Señor CEO: ¿Me estabas buscando?. 

Mc: Sí, yo quería pedirle, si a usted no le molesta, ¿Podría entregarme en el altar?. 

Señor CEO: Sería un honor querida. 

Extendió su mano para guiarla al altar. 

En el camino el atardecer se preparaba para la llegada de la noche, Jumin esperaba ansioso a la novia, respiraba profundo, esta vez era diferente, era el comienzo de un nuevo capítulo. 

Jumin: Por fin podremos ser felices. 

Susurro para sí mismo. 

La música comenzó a sonar suavemente, la novia y el padre del novio comenzaban su recorrido hacia el altar. 

Tal y como la primer vez, ambos buscaban verse a los ojos y no perder ningún detalle de la mirada de cada uno. 

Al llegar con Jumin el señor CEO le dio un pequeño abrazo. 

Señor CEO: Cuidala muchacho. 

Jumin: Con mi vida. 

Los tres sonrieron. 

Luciel: No se supone que eso debía de decirle a Mc. 

Dijo eso cerca de Jaehee. 

Jaehee: Cállate. 

La ceremonia comenzó y el Abogado de Jumin recitó cada artículo de la ley para saber sus derechos y obligaciones como esposos. 
Luego de que los hiciera firmar los papeles los declaro marido y mujer. 

Todos aplaudían la unión, estaban felices por ellos en ese momento los fuegos artificiales se hicieron presentes e iluminaron el cielo. 

Rojo, amarillo, azul, morado, plata y dorado. 

La acercó hacia él, le dio otro beso en los labios. 

Jumin: Ahora sí eres mía para siempre. 

Mc: Siempre fui tuya, desde que te conocí, desde que entré a ese chat, fui tuya. 

Volvieron a besarse. 

Jumin: ¿Aunque haya sido un patán?. 

Mc: Sí, quién diría que me enamore del patán de la RFA. 

Sonrieron. 

Jumin: Te Amo. 

Mc: Te Amo. 

En una habitación que habían adaptado para salón, la pareja bailaba al compás de una canción romántica. 

"Y todo el tiempo creí que te encontraría, el tiempo ha traído tu corazón hasta mí, te he querido durante mil años, te querré por otros mil más, un paso más cerca, un paso más cerca.

He muerto todos los días esperándote, querido, no tengas miedo de que te haya querido, durante mil años. te querré por otros mil más".