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Perrie's POV

Odio ir a la escuela. Cuando tenía siete años me diagnosticaron trastorno por déficit de atención, por lo que lógicamente me cuesta concentrarme en mis clases. La mayoría de las veces mis calificaciones son bajas y es demasiado frustrante para mí y para los maestros.

Como sea, ese día era el comienzo de un nuevo año escolar y la felicidad no me cabía en el cuerpo, nótese el sarcasmo.

Tuve que ir caminando pues el auto de mi madre se averió esa mañana. No elegí el par de zapatillas adecuadas para caminar y terminé con un insoportable dolor de talones.

A pesar de eso, llegué bastante temprano, los estudiantes apenas llenaban una cuarta parte del patio.

A lo lejos, pude ver a Zoe con sus amigos de tercer año. Nunca me llevé bien con ellos, así que decidí saludar a la rubia con un movimiento de cabeza y seguir con mi camino.

- ¿Que tal Edwards? - una voz a mis espaldas hizo que detuviera mi caminar. Me volteé para encontrarme frente a frente con mi mejor amiga.

- Hola Jauregui - saludé mirando sus penetrantes ojos verdes.

- ¿Cómo fueron tus vacaciones? - preguntó con una pequeña sonrisa en sus labios.

- Una mierda - respondí simplemente - ¿Y las tuyas?

- Estaban siendo una mierda también, pero conocí a alguien - dijo con entusiasmo.

Lauren Jauregui es la típica estudiante que aparenta ser una "chica mala". Siempre lleva una chaqueta de cuero negra que combina a la perfección con su salvaje cabello oscuro, viste jeans negros rasgados y usa unas cómodas vans, también negras. A pesar de todo eso, yo sé que la real Lauren no tiene una pizca de maldad en su ser. Ella se muestra tal cual es frente a la gente que le importa, y tengo suerte de ser parte de ese reducido grupo de personas.

El único defecto de la gran Lauren Jauregui, es su necesidad de estar siempre acompañada por un chico.
Los suele conquistar muy rápido pues es una chica increíblemente hermosa y sexy. El problema es que si se aburre de ellos, simplemente los deja, como si fueran basura. Es por eso que todos la conocen por ser la "puta" de esta escuela. Aún así los chicos se siguen acercando a ella y buscan tener una relación duradera. Obviamente todos fracasan, Lauren nunca ha estado con el mismo chico por más de una semana.

Volviendo a la realidad...

- ¿Cómo era él? - pregunté mientras empezaba a caminar por los anchos pasillos del lugar.

- En realidad, era una chica - murmuró mirando el piso y pude jurar que se había ruborizado - Bueno, es una chica - añadió con una sonrisa.

Eso me sorprendió, jamás pensé que le atrayeran las chicas. Aún así no comenté nada y seguí con nuestra cómoda conversación.

- ¿Dónde la conociste? - volví a preguntar intrigada.

- En el hospital - respondió como si fuera lo más normal del mundo.

- ¿Un hospital? - fruncí el ceño mirándola con confusión - ¿Qué hacías en el hospital?

- Mis padres me dejaron a cargo de Taylor, y por accidente la empujé por las escaleras - al escucharla decir eso, estaba haciendo mi mayor esfuerzo para no reír - No es gracioso - exclamó al ver mis mejillas infladas por aire y mis ojos achinados - Bueno, no fue gracioso para mis padres - murmuró y simplemente no pude contener la carcajada que salió de mis labios.

No soy de las personas que se ríen de chistes absurdos, prefiero reír de las desgracias que sufren las personas cercanas a mí. Suena cruel, pero sus historias son realmente divertidas.

Just breatheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora