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Jade's POV

No sabía lo que mi madre tenía que decirnos, pero inevitablemente creé un millón de escenas en mi cabeza y, en definitiva, ninguna de ellas era agradable.

Luego de despedirme de mi novia, caminé lentamente hacia la puerta principal de la casa, queriendo retrasar la noticia que recibiría esa misma noche. No sabía por qué, pero tenía un mal presentimiento.

Cuando al fin tuve el valor suficiente de entrar, la primera en recibirme fue mi prima, pero antes de poder preguntar algo, ella habló.

- No me mires así, que yo no sé nada - dijo con los brazos cruzados.

Asentí con la cabeza sin perder la expresión confusa de mi rostro. Nos dirigimos al comedor, en donde nos encontramos a la tía Anne bastante concentrada picando unas verduras y a mi madre poniendo la mesa tranquilamente.

- ¿Cómo estuvo tu día cariño? - preguntó esta última al finalizar su labor.

- Bien - respondí con simpleza, pues estaba demasiado ocupada analizando las facciones de su rostro. Quería ver si la noticia que nos daría sería buena o, por el contrario, algo que nos afectaría de forma negativa. No parecía triste, pero tampoco demasiado feliz, por lo que no pude llegar a una conclusión.

- ¿Qué me miras tanto? - preguntó mi madre con un toque de diversión en su voz.

- ¿Qué es lo que tenías que decirnos? - respondí con otra pregunta mientras la miraba fulminante.

- Eres muy impaciente hija, se los diré cuando hayamos cenado ¿está bien? - asentí de mala gana para luego subir hasta mi habitación y deshacerme de mi vestimenta.

Me di una rápida ducha sin llegar a disfrutar el efecto del agua caliente sobre mi piel. Me puse ropa cómoda y, con una toalla cubriendo mi cabello, bajé al comedor.

- Wow, tiempo record - comentó Zoe al verme.

- Cállate - rodé mis ojos y golpeé suavemente su hombro.

- ¿Ya ve como me trata, tía Norma? - preguntó la rubia dramáticamente - Es una agresiva.

- Y tú una exagerada - repliqué sacando mi lengua de forma infantil. 

Esa pequeña escena provocó que las dos mujeres mayores en esa cocina, soltaran una carcajada.

Un par de minutos después, ya estábamos las cuatro sentadas alrededor de la mesa comiendo tranquilamente una sopa de verduras. Me tardé bastante en terminar mi plato, pero de todas formas lo hice y, por primera vez en mucho tiempo, no me sentí culpable por ello. Eso provocó una pequeña sonrisa de orgullo en mi rostro.

- Bueno Norma - habló mi tía al ver que todas habíamos acabado nuestra cena - ¿Qué es eso tan importante que tenías para decirnos?

Las tres fijamos nuestra atención en mi madre, expectantes por su respuesta. Inconscientemente, comencé a mover mi pierna izquierda en clara señal de nerviosismo; Zoe, al notarlo, agarró mi mano bajo la mesa y le dio un leve apretón mostrándome su apoyo. Mi relación con ella mejoró bastante al ser parte del mismo grupo de amigas, podría decirse que la consideraba una hermana. 

Luego de dar un largo suspiro, mi madre al fin habló. 

- No sé si es algo bueno, pero... estoy oficialmente divorciada de James - anunció jugando nerviosamente con el mantel de la mesa.

Al escuchar eso, el nudo en mi estómago desapareció dejando una enorme sensación de alivio en mi pecho. También me sentí feliz por la noticia pues la relación entre mis padres había sido complicada los últimos años, y mi madre enserio necesitaba liberarse de ese tóxico matrimonio para ser feliz.

- Eso es genial, mamá - respondí al ver que me estaba mirando fijamente, esperando una reacción de mi parte.

- Estoy de acuerdo con Jade - habló mi prima conociendo el drama entre mis progenitores.

Luego de eso la charla entre las cuatro fluyó de una forma agradable, dejando de lado el tema del divorcio de mis padres. Ayudé a mi tía a levantar la mesa, mientras mi madre se encargaba de lavar los platos. Zoe estaba demasiado cansada, por lo que se le permitió retirarse antes para ir a su habitación. Quince minutos después, hice lo mismo que mi prima, con la excusa de que debía repasar para un examen, pero en realidad quería llamar a Perrie y hablar un rato.

- ¿Qué tal la cena, baba? - preguntó añadiendo el tierno apodo que me puso hace un par de días.

- Estuvo bien - respondí con una sonrisa - La comida de mi tía estaba deliciosa - añadí dando a entender que sí había comido y que claramente no me disgustó.

- Eso es genial, estoy orgullosa de ti - susurró esto último y pude sentir que sus labios estaban formando una sonrisa - ¿Y...? ¿qué era lo que tu madre tenía que decirles? - habló intrigada.

- Que ya está oficialmente divorciada de mi padre - me senté en mi cama, pues mis rodillas empezaron a doler al estar hincada en el frío suelo de la habitación.

- Eso es bueno ¿no? - preguntó sabiendo la razón por la que nos mudamos a Newcastle. Se lo conté en una de nuestras llamadas nocturnas cuando aún éramos amigas.

- Lo es - admití manteniendo la expresión en el rostro.

Estuvimos un par de minutos más hablando de cosas sin sentido, pero aún así fue especial para mí, pues amaba escuchar su risa cada vez que decía algo hilarante.

- Ya debo irme - anunció la rubia con desánimo en su voz - Mi madre vendrá a registrar mi habitación en un rato.

- Lo hace porque quiere protegerte - le recordé en un tono de voz suave.

- Lo sé - dijo para luego suspirar - Te quiero - se despidió causando un leve sonrojo en mis mejillas.

- También te quiero Perrie - suspiré.

Sin más que agregar, alejé el teléfono de mi oreja y corté la llamada con una boba sonrisa decorando mi rostro.

- Así que Perrie... ¿Quién es ella? - la voz de mi madre me hizo pegar un salto al no esperar que entrara aún.

Los nervios se apoderaron de mi cuerpo al procesar su pregunta, no sabía que responder exactamente.

- E-es una amiga - hablé con un leve temblor en mi voz.

- No conozco a tus amigas, pero estoy segura de que tus ojos no brillan de esa forma al hablar con ellas - me miró acusatoriamente mientras se sentaba junto a mí a los pies de esa cama - Perrie no debe ser una simple amiga ¿o me equivoco? - negué con la cabeza dándole la razón. En cuanto antes lo supiera, mejor.

- Es mi novia - admití, sin siquiera esforzarme en ocultar la sonrisa que se formó en mis labios al decir aquello.

- Háblame de ella - pidió mi madre con una sonrisa.

Esa fue una larga conversación.

Perrie's POV

Me encontraba de brazos cruzados recostada sobre mi cama, esperando pacientemente a que mi madre acabara con su tarea rutinaria.

Cuando la vi alejarse de mi armario, que era lo último que revisaba siempre, me incliné un poco en mi cama para verla caminar directo a la puerta de mi habitación. Me levanté bruscamente y corrí hacia ella para abrazar con fuerza su cintura, sorprendiendola.

- Gracias por cuidarme - murmuré antes de dejar un sonoro beso en su mejilla.

Debbie me sonrío ampliamente para luego corresponder mi abrazo, al mismo tiempo que depositaba un beso en la parte superior de mi cabeza.

Eso era justo lo que ambas necesitábamos.

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perdón por la tardanza :/

Just breatheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora