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Jade's POV

La clase de música transcurrió con normalidad, aunque en realidad no presté atención a lo que decía el maestro pero, al ver los desinteresados rostros de mis compañeros, supe que no fue una clase importante.

El sonido del timbre al fin resonó en las paredes de la escuela y de inmediato empecé a guardar todas mis pertenencias dispuesta a irme lo antes posible de ese lugar.
Mis intenciones se vieron interrumpidas al escuchar una voz grave pronunciar mi nombre, todo empeoró cuando esa misma voz pronunció el nombre de cierta rubia dueña de mis pensamientos.

- Necesito pedirles algo - dijo el señor Smith cuando ambas estuvimos frente a él - Quiero que presenten una canción para la celebración del aniversario de esta escuela.

- ¡¿Qué?! - exclamó Perrie con los ojos bien abiertos.

- ¿Nosotras dos? ¿juntas? - pregunté incrédula.

- Exacto - afirmó el maestro con una brillante sonrisa en el rostro - Vi una extraña conexión la vez que presentaron juntas, en serio me gustó, por eso quiero que el resto de la escuela conozca su talento - nos miró alternativamente al parecer ignorando nuestras expresiones de disgusto. Llevaba más de una semana sin tener ningún tipo de contacto con la rubia, y honestamente no me apetecía cantar con ella.

- Señor Smith, no creo que sea buena idea - hablé luego de unos silenciosos minutos en los que el maestro no dejó de mirarnos expectante - No seré capaz de cantar frente a toda la escuela ¿sabe lo difícil que fue para mí presentarme ante mis compañeros de clase? - eso que dije en parte era verdad, pero más que nada estaba buscando una excusa para no cantar con Perrie... y al parecer el maestro lo notó.

- Pues les mentí - suspiró mientras frotaba las manos contra sus jeans ajustados - No es una petición, es una orden - dijo con firmeza abandonado el salón de clases.

Mierda. Mierda. Mierda. Fue todo lo que pude pensar en ese momento. El profesor nos había puesto en una incomoda situación, tan incómoda como el silencio que se creo entre nosotras al estar completamente solas en ese salón.

Estaba muy enfadada con ella por lo que pasó en la azotea, pero era consciente de que debía bajar la guardia, pues necesitábamos tener una conversación decente para arreglar los detalles de nuestra futura presentación.

- Creo que no tenemos opción - murmuré mirando sus ojos por una milésima de segundo.

Silencio. Eso fue lo único que obtuve como respuesta. Sentí la enorme necesidad de abandonar ese lugar pues sabía que las lágrimas no tardarían en aparecer, pero no lo hice, tenía que hablar con ella. Debía aclarar todas las dudas que habían estado rondando por mi mente por más de una semana.

- ¿Qué hice? - susurré con la voz temblorosa debido a mi esfuerzo por contener las lágrimas.

La rubia frente a mí no dijo nada, simplemente se encogió de hombros dispuesta a salir de ahí... Pero no se lo permití, ya no más.

- ¡Ya deja de huir Perrie! - grité provocando que detuviera sus pasos. A pesar de eso, no tuvo el valor suficiente para mirarme - ¡Eres una cobarde! ¿por qué no puedes decirme las cosas a la cara? ¿por qué no me explicas que mierda hice? ¿eh? - mi tono de voz era demasiado alto y de seguro las personas que se encontraban en los pasillos podían oírme, pero nada de eso me importó, estaba dejándome llevar por la impotencia de los últimos días.

Perrie al fin se volteó y me miró con esos ojos llenos de ira. Se acercó peligrosamente sin apartar su vista de mí.

Perrie's POV

- Todo esto es tu culpa - gruñí cuando quedé a unos centímetros de ella. Mi respiración se estaba volviendo agitada, al igual que la suya, ambas estábamos molestas- ¿Sabes por qué? porque besaste a ese idiota - solté con rencor.

Sus ojos se abrieron considerablemente mostrándose sorprendida, incluso hasta paralizada.

- ¿T-tú nos viste? - preguntó incrédula.

- No es como si lo hubieran hecho en un lugar privado ¿sabes? - solté una risa irónica sin dejar de mirar ese mar de caramelo que ahora parecía confundido.

- ¿Y eso qué tiene que ver? - preguntó sin dejar de fruncir el ceño - Es mi vida Perrie, puedo hacer lo que-

No dejé que terminara su oración, la tomé de las mejillas y me acerqué a su rostro para dejar un suave beso en sus labios. No sé de dónde saqué el valor para hacerlo, pero hace tiempo soñaba con ese momento. Sus labios eran suaves y tenían un ligero sabor a fresa, esto último me hizo morder ligeramente el inferior arrancandole un pequeño gemido. Sus manos se aferraron a mi cintura acercándome más a su cuerpo, sentí un enorme alivio en mi pecho al no ser rechazada.

Luego de unos largos segundos, decidí profundizar el beso, por lo que mi lengua acarició su labio inferior pidiendo acceso, el cual fue concedido casi de inmediato. Cuando nuestras lenguas se encontraron, ambas soltamos un gemido acercando imposiblemente más nuestros cuerpos.

Toda la magia se acabó cuando sentí la falta de aire en mis pulmones, por eso me separé dejando un pequeño mordisco en su labio inferior, lo que le provocó una sonrisa.

- Me morí de celos al verte besar a alguien que no era yo - admití en un susurro mientras unía nuestras frentes.

- ¿Por qué no me lo dijiste antes? nos hubieramos ahorrado todos estos días sin hablarnos - dijo sin borrar esa pequeña sonrisa de su rostro.

- Lo sé y lo lamento, pero tenía miedo de ser rechazada - murmuré un tanto avergonzada - Además, seguía dolida por lo del beso.

- Ya está, olvidémonos de ese asqueroso beso con Jordan - dijo soltando una pequeña risita que hizo vibrar mi estómago.

- Parecía que lo estabas disfrutando - comenté recordando como esta le siguió el beso.

- Estaba pensando en lo lindo que sería besarte - admitió con un leve rubor en las mejillas que me enterneció.

No tenía nada más que agregar, por lo que la tomé de la cintura acercandola completamente a mi cuerpo, dejando nuestros labios a milímetros de distancia. El roce de nuestras narices hizo que un millón de mariposas revolotearan en mi estómago, llenando mi pecho de una extraña sensación de felicidad.

- Ya bésame Edwards - dijo luego de pasar unos minutos torturandola.

- Como usted desee - hablé divertida para luego acabar con la distancia que había entre nuestros labios y comenzar un beso lleno de sentimientos.

Hace tiempo que no me sentía así de completa.

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Buenasss, perdón si hay faltas de ortografía, no volví a revisarlo pues quería subirlo lo antes posible. Gracias por su comprensión. Ahre.



Just breatheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora