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Jade's POV

La rubia estuvo por al menos veinte minutos sollozando en mi hombro en medio de ese solitario lugar del parque.
En todo ese tiempo, no dejé de acariciar suavemente su cabello.

Cuando su llanto cesó por completo, alejé su rostro de mi hombro para limpiar sus mejillas con la yema de mis dedos.

- Lo siento - susurró tímidamente mientras metía un mechón de pelo detrás de su oreja.

- ¿Qué ocurrió? - pregunté preocupada.

- N-nada, es solo que... - soltó un largo suspiro antes de continuar hablando - Este lugar me trae recuerdos y siempre que estoy aquí termino llorando como una idiota - soltó una pequeña risa que claramente forzó.

Mire detenidamente las facciones de su rostro y era evidente que no estaba llorando por un lindo recuerdo o por nostalgia, algo realmente malo debió haber sucedido.

Acaricié suavemente su hombro y le sonreí con dulzura. Quería transmitirle confiaza, necesitaba que ella se sintiera completamente cómoda conmigo, así podría ayudarla y hacerla sentir segura.
Es extraño para mí tener ese sentimiento de querer proteger a alguien, en especial si ese alguien es Perrie.

- Puedes confiar en mí, lo sabes ¿verdad? - mire fijamente sus ojos azules intentando encontrar la verdad en ellos.

- Lo sé - murmuró.

Inconscientemente, una de mis manos se fue hacia su mejilla para acariciar delicadamente la zona. La comisura de sus labios se elevó un poco ante el gesto.

Estuvimos unos minutos en silencio en los cuales me acomodé en el columpio sobrante, pues mis piernas ya dolían por estar tanto tiempo de cuclillas. Empecé un suave balanceo sin dejar de mirar el rostro de mi acompañante, la cual se encontraba con el ceño fruncido mirando fijamente el piso.

- Te lo contaré ¿está bien? - asentí con la cabeza sabiendo que me estaba observando por la ranura del ojo - Pero no dirás nada hasta que termine de hablar ¿entendido?

- Bien - dije simplemente.

Escuché su pesado suspiro mientras yo frenaba por completo el balanceo de mi columpio. Quería estar totalmente concentrada para escuchar con detalle cada palabra que saliera de sus labios.

- Hace más de un año vine a este mismo parque con mi hermanita pequeña. Estuvimos jugando en estos columpios por más de una hora, fue realmente agotador - soltó una pequeña risa llena de nostalgia y por un momento quise detener su relato. No quería obligarla a hablar de algo que le hiciera daño recordar. Aún así no dije nada pues ese fue el trato - Me rogó que fuera a comprarle un cono de helado mientras ella cuidaba nuestros lugares. Yo acepté pues el carrito de helados estaba cerca... La dejé sola por diez minutos, solo eso, pero fue suficiente para que un enfermo se la llevara - las lágrimas empezaron a bajar por su mejilla, pero eso no la detuvo - Ella ya no estaba en los columpios y antes de que empezara a buscarla, vi como un tipo la obligaba a entrar a una camioneta negra. Intenté perseguirlos, pero no fui lo suficientemente rápida - su llanto iba incrementando y eso me estaba destruyendo por completo - Luego de un mes, la policía encontró su cuerpo sin vida en un maldito sótano.

Perrie's POV

Tapé mi rostro con ambas manos y comencé a sollozar amargamente debido a todos los recuerdos que inundaron cada espacio de mi mente.

Sentí los brazos de la morena rodearme con fuerza por segunda vez ese mismo día.

Jamás le había hablado de esto a nadie, ni siquiera a mi psiquiatra, se imaginarán el enorme peso que saqué de mi espalda.

- Solo tenía un deber y era cuidarla, pero no lo hice. Es mi culpa que esté muerta Jade, es mi culpa - sollocé.

- Claro que no es tu culpa, no vuelvas a pensar eso - murmuró la castaña sin dejar de acariciar mi espalda.

La presión que sentía en mi pecho se fue apaciguando y mi llanto iba disminuyendo. Aunque me cueste admitirlo, estar entre los brazos de la morena me hace sentir en paz... hace que me sienta protegida.

Las suaves caricias que dejaba en mi espalda terminaron por calmarme.

- Esta es la primera vez que se lo cuento a alguien ¿podría quedar entre nosotras? - necesitaba que ella fuera discreta con este asunto, por eso lo dije.

- Claro - me sonrió con ternura tomando una de mis manos para acariciarla con delicadeza.

Me ayudó a levantarme de ese columpio para luego empezar a caminar con nuestras manos entrelazadas.

Estaba tan concentrada mirando lo bien que encajaban nuestras manos, que no noté cuando salimos de ese parque y comenzamos a caminar por la vereda.

- ¿A dónde me llevas? - pregunté confundida.

- Es una sorpresa - dijo elevando un poco la comisura de sus labios sin dejar de mirar al frente.

No dije nada más, simplemente seguí disfrutando de su compañía y del pequeño contacto que mantenían nuestras manos.

Estaba tan sumergida en mis pensamientos que ni siquiera capté que ibamos camino a la escuela. Frené bruscamente al darme cuenta.

- ¿Me llevas a la escuela? ¿en serio Jade? - ella asintió con una divertida sonrisa en sus labios - No te ofendas, pero ese no es mi lugar favorito en el mundo.

- Creo que esto te hará cambiar de opinión - afirmó mientras tiraba de mi mano para que siguiera caminando - Tú solo confía en mí ¿ok?

No pude negarme ante esos hermosos ojos que, por primera vez en mucho tiempo, tenían ese brillo especial.

De alguna forma, Jade logró abrir la puerta de emergencia que estaba en la parte de atrás del edificio. Creo que por ser una escuela pública, no se preocupaban de cerrar bien las puertas traseras.

Como sea, nos dirigimos a las escaleras y comenzamos a subir rápidamente hasta llegar al segundo piso. Entramos por una solitaria puerta al final del pasillo que poseía otra escalera en su interior.

Sin darme cuenta, ya estábamos paradas en medio de la azotea.

- ¿Qué hacemos aquí? - pregunté fascinada con la vista que nos proporcionaba esa altura.

- Vengo aquí cuando necesito relajarme y desconectarme de todo - explicó la morena acercándose lentamente a mí.
Volvió a tomar mi mano con delicadeza haciéndome sonreír con ternura.

Nos sentamos al borde del edificio como si fuera lo más normal del mundo.
Aparentemente ninguna le tenía vertigo a las alturas.

- Gracias - susurré apoyando mi cabeza en su hombro. Escuché un suspiro tembloroso proveniente de sus labios antes de sentir su cabeza sobre la mía.

Jamás imaginé estar de esa forma con Jade pues empezamos con el pie izquierdo, pero ahí estábamos.

Tenía claro mis sentimientos hacia la morena, pero me desanimaba pensar que es casi imposible que ella se sienta de la misma forma...
Rápidamente aparté esos pensamientos pesimistas de mi mente y seguí disfrutando del momento.

Estuvimos allí por un par de horas y puedo asegurar que fue el momento más mágico de mi vida.

Me llevó de vuelta a mi hogar y se despidió con un prolongado beso en mi mejilla que me dejó en las nubes.

Estuve el resto del día con esa boba sonrisa en el rostro.

Just breatheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora