Aquí les traigo otro capítulo más de esta historia que esta empezando. Les pido que comenten para saber si les gusta o si de plano perdí toda la magia de escribir jejeje, voten y si les gusta regresen por mas.
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Soy Jiny
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Carolina escucha a lo lejos una música agradable, no tiene ganas de abrir los ojos. Necesita mínimo tres horas más para dormir y recuperar las horas de sueño perdido. Cuando se dio cuenta, abrió los ojos como dos platos de nueve pulgadas. –Santo –dijo, mientras quedaba sentada en la cama. Se llevo la mano a la cara. Miro el reloj, al darse cuenta que llevaba dos alarmas. Se levanto corriendo, se fue al baño con la ropa que había seleccionado la noche anterior. Enciende la ducha para que vaya calentando, hace sus necesidades.
Al salir del baño vestida con un pantalón estilo palazo con tiro alto de color negro y una blusa roja con cuello alto. Se dejo el pelo suelto y se maquillo natural, su maquillaje favorito. No le gusta sobre maquillarse.
–Muy profesional –se alaga.
Agarra su cartera y sale de su habitación, al salir se encuentra con su madre que le sonríe con ternura.
–Buenos días cariño –desea su madre Vanessa.
–Ma... –le da un beso tronado y un fuerte abrazo. Vanessa le agarra el brazo para caminar junto a ella.
–Ya eres una profesional, levantándote super temprano para no llegar tarde a tu trabajo. Estoy muy orgullosa de ti, cariño –dice orgullosa.
–Gracias a ti y a mi papá –aclara.
–Sí, pero si no hubieras aprendido y adoptado todas nuestras enseñanzas, quien sabe donde estarías. Quizás como las hijas de Carmelita – comenta Vanessa.
–Bueno... son muy extrovertidas y liberales –dice, mientras bajan la escalera.
–Sí... pero hay una que cada vez que hay una reunión, es uno diferente –explica–. ¿Cómo te va en el trabajo? –pregunta.
–Bien, aunque hay mucho trabajo y sobretodo mucho que aprender –hace una pausa–. Solo espero poder con todo el trabajo que me están dando –informa. Llegan a la cocina y se encuentran a Carmen. Colocando los dos platos en la barra de la cocina.
–¿Quién se salto el desayuno? –pregunta Vanessa.
–Irina que esta durmiendo, Carolina ya no esta desayunando por lo que le prepare algo para llevar. Solo para ti y Alejandro –responde.
–Gracias... por ser tan buena conmigo–agradece Carolina.
–Sabes que las quiero como si fueran mis hijas, a las tres –expresa Carmen.
Agarra la pequeña funda con la comida y el desayuno. Se despide con un beso de Vanessa y Carmen y sale hacia su auto que va con el tiempo justo para que el idiota de su jefe no la regañe. Enciende el auto, en cuanto se acomoda arranca el auto. Carolina tiene la esperanza que a su jefe le guste el trabajo que hizo con mucho esfuerzo y dedicación.
El tráfico estuvo liviano por lo que llego unos minutos antes al trabajo. Estacionó el auto, le coloco la alarma y salió hacia el edificio, le daba tiempo de sentarse en la cocina a comer. Al entrar al edificio, entretenida con su teléfono, al llegar al elevador presiona el botón de subida, sin darse cuenta que tiene a su lado. Sube al ascensor en cuanto se abren las puertas y presiona el botón del área de presidencia. Se acomoda en una esquina para no tropezar con la otra persona que subió.
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Corazon de Piedra
RomanceÉl dueño de un Banco decide crear un proyecto de Becarios, pero su corazón es duro como una piedra, amargado, grosero e idiota. Se encuentra con una mujer que no se le queda callada y tiene la lengua floja. Ella esta terminando su maestría y necesi...