4.1 Charla

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SENJU TOBIRAMA

Me encontraba afuera de la oficina del Hokage fingiendo hacer guardia, aunque en realidad intentaba escuchar algo de la conversación de mi hermano con la Uchiha.

-Entra Tobirama, sé que estás ahí- hablo mi hermano, su voz sonaba débil, quizá lloro por algo, más bien, por alguien. Eso quiere decir que la Uchiha ya se fue.

Entre mirando a todos lados, efectivamente se había ido.

-Dime- hable serio mirándolo, sus ojos estaban rojos y un poco hinchados.

No me gustaba que estuviera así, y mucho menos por alguien como Uchiha Madara.

-Ya se fue- dijo de manera burlona, quizá noto que voltee a ver a todos lados.

Tenía mucho tiempo sin hacer una de sus bromas, en cierta parte eso me alegra.

-No es algo que me importe, Hashirama.

Esté soltó una escandalosa carcajada muy típica de él.

Quizá la Uchiha le dio buenas noticias.

-Hana es linda ¿no es así?- preguntó mientras se sentaba tranquilamente en su silla.

Oh no, no me gusta esto. Esta extraña sensación.

-No sé porque preguntas eso, Hashirama- hable lo más serio posible -aparte, creí que no te agradaban las mujeres- se sonrojó.

-Así es, Tobirama- hizo una pausa mientras se recargaba en su escritorio -Pero hay que reconocer que posee una belleza inigualable- sonrió.

Mierda.

-¿Pasa algo?- preguntó de manera divertida -¿por que tus mejillas están rojas, Tobirama?

Maldición.

-¿Te has quedado mudo, hermano?- cada vez hablaba de manera más burlona.

Carajo, no sé qué decir.

-¿Sabes algo?- hizo una pausa, lo cual ocasionó que por alguna extraña razón, se me pusieran los nervios de punta, ya que puso una actitud un tanto sospechosa.

-¿Q-que?- hable con dificultad.

No podía hablar, ni mucho menos pensar con claridad.

No sé qué carajos me pasa.

-Estoy seguro que se verá hermosa con su uniforme ¿no crees?- dijo mientras me miraba fijamente.

Mierda, ahora siento un calor inmenso y no puedo pensar con claridad.

De repente me entraron unas extrañas ganas de verla peleando con ese uniforme.

Ay no, que cosas pasan por mi mente, yo y los Uchiha no nos llevamos.

-¿Sigues ahí?

Hashirama se aprovechaba de la situación y en todo momento se burlaba de mi.

-¿Que quieres, Hashirama?- pregunte un poco molesto.

Me molestaba tener esa clase de pensamientos.

-Tengo buenas noticias- sonrío emocionado.

Quizá sus buenas noticias tengan que ver con algún Uchiha.

-¿Que clase de noticia es?

-Mañana irás a Sunagakure.

¡Vaya! Que gran noticia, como si no hubiera ido antes.

-Con Hana- mostró una sonrisa.

Mierda.

-¿Qué clase de broma es esta?- pregunte con cierta molestia -yo puedo ir allá solo.

Aunque, realmente no sé si me molestaba.

-Lo se, hermano. Pero creo que será mucho mejor si van los dos- hablo tranquilamente.

-Agh- gruñí -es necesario eso, Hashirama, pudiste haber elegido a alguien más.

En realidad me gustaría medirme con ella, al ser una Uchiha deber tener grandes habilidades.

-Irás con ella- hablo firme.

-Bien- hable fingiendo molestia.

Realmente no estaba molesto, tenía una sensación muy rara de todo esto.

-Hermano- hablo aún con seriedad -eres un hombre joven y fuerte, como ninja tienes grandes habilidades, aunque no siempre debes tener como prioridad ser un ninja.

-¿A que viene todo esto, Hashirama?

No suelo tener estas platicas con nadie, mi hi menos con Hashirama. Es raro que él me esté hablando de esto, si fuera mi padre lo entendería un poco, pero ¿de Hashirama?

-Tú... deberías considerar, no sé... enamorarte, quizá casarte, tener hijos- hizo una pausa -no solo seas un ninja, también date tiempo para ti, haz algo que te guste, que no tenga nada que ver con un ninja, no solo seas un ninja, también, date tiempo de ser tú.

Por muy raro que parezca, sus palabras me hicieron reflexionar.

-Aún somos jóvenes, Hashirama.

-Si, solo que, conforme pasa el tiempo, vamos envejeciendo sin que nos demos cuenta, creo que deberíamos de hacer lo que dice nuestro corazón, como ninjas, nuestras vidas constantemente están en riesgo y no sabemos cuándo podemos perder la vida.

-Hashirama...

-En esta misión, quiero que seas tú- me interrumpió- No solo seas un ninja, aprovecha ese recorrido, haz algo que te guste, descubre algo, no lo sé, solo no trates de ser un ninja todo el tiempo.

Me cambiaron a mi hermano, es raro que tenga este tipo de pláticas con el.

-¿Por qué dices eso, Hashirama?

-Porque me he dado cuenta que nos empeñamos en ser ninjas, o en mi caso, me he empeñado tanto en ser Hokage, que he tomando malas decisiones en cuanto a mi persona, no he tenido el suficiente tiempo para mi y estoy perdiendo- su voz comenzó a quebrarse -sin darme cuenta, acepté casarme con alguien que ni siquiera conozco, también- esta vez sus lágrimas comenzaron a caer -descuidé tanto mi relación con Madara, que ahora no quiere ni verme.

-Hashi...

-Déjame terminar- hablo mientras se limpiaba las lágrimas -solo, no quiero que comentas los mismos errores que tu nii-san, quiero que desde el momento en que termine esta charla, vayas a casa o donde tú quieras, que te quites ese uniforme de ninja y busques algo que te gustaría hacer.

Solo me limite a asentir.

Esto era demasiado para mi, me refiero, todo lo que ha dicho me ha dejando pensando.

-Hashirama, yo....- nuevamente quede sin palabras -gracias.

Mi hermano vino hacia mí y me dio un abrazo.

-Vamos, ambos tenemos cosas que hacer- hablo una vez que se separó de mí y nuevamente limpio sus lágrimas.

-¿Tú que harás, nii-san?

-Una carta- respondió mientras sonreía e iba a su escritorio -les haré saber a los ancianos que no tengo la intención de casarme con Uzumaki Mito.

-Pero... será muy arriesgado, no creo que ellos accedan, según escuché, la aldea del remolino seguiría insistiendo, quieren un buen partido para la heredera.

-Vamos Tobirama-kun, encontrarán a alguien mejor que yo y que si quiera hacerlo- sonrío -ahora ve a casa y haz lo que te dije.

-Gracias, nii-san- este sonrío y nuevamente fue detrás de su escritorio.

La Uchiha Perdida - Tobirama Senju Donde viven las historias. Descúbrelo ahora