18. Alejamiento

527 50 8
                                    

Han pasado 2 días desde que salí del hospital no he visto ni la sombra de Tobirama.

Madara se ha vuelto aún más sobreprotector que antes por todo lo que le conté, incluso le prohibió a Hashirama que me envíe a misiones de alto riesgo y este estuvo de acuerdo, envío a gente a investigar esa zona y saber quiénes son esos bandidos.

-Madara nii-san- lo llame mientras tomaba un abrigo -Saldré a comer.

-Hana...

-Si ya lo sé, estaré dentro de la aldea, traigo mi bolsa de armas.

-Si y...

-Si, ya sé, no utilizar el Susano'o, ni el amaterasu, hasta que hayas entrenado conmigo.

-¿Irás sola?- negué.

-Estate tranquilo, estaré con Kiba.

-Bien, si intenta hacer algo solo grita ¿si?- asentí -Ve con mucho cuidado Hana.

-Nii-san, estaré bien, ya me hace falta salir.

Salí de la casa, pude sentir que Madara me observaba, creo que él quedó aún más conmocionado que yo por lo qué pasó.

-¡Hola Kiba!- salude con una sonrisa en el rostro.

-¡Hana! ¿Cómo sigues? ¿Estás mejor?- hizo demasiada preguntas a la vez.

-Si, estoy bien Kiba.

-Bien, la próxima vez iré contigo, yo te protegeré de todos- sonrío con ciertos aires de egocentrismo.

-Bien, no hará falta, Madara me entrenará así que eso me será de gran ayuda.

Esta vez fuimos a comer dangos, mientras esperábamos a que nos sirvieran Tobirama pasaba afuera del lugar.

-¡Tobirama!- grite y salí corriendo.

Siento que ha pasado mucho tiempo que no lo veo, este se tensó al verme.

-Hana- susurró, su vista estaba sobre Kiba -Debo irme, tengo cosas que hacer.

Lo tome del brazo fuerte, no entiendo porque me está evitando.

-Tobirama, ¿pasa algo?- pregunte confundida.

-Nada, solo tengo cosas que hacer- respondió seco.

Vaya, y yo que creía que ya nos llevábamos bien.

-Bueno, entonces ve, solo que ya no te he visto y no he tenido tiempo de agradecerte.

Su mirada se enterneció y esta vez puso su mirada en mi.

-Descuida- dijo y se fue.

Más tarde iría con Hashirama, quizá él sepa algo, además me gusta visitarlo.

-¿Pasa algo?- preguntó Kiba una vez que volví a su lado -¿Te hizo algo?- negué.

-No se, él anda muy raro últimamente.

-Quizá se siente culpable ¿no crees?

Vaya, quizá tenga razón.

-Bueno- cambie de tema -¿Como van los entrenamientos con Akira?

-Bastante bien, hemos desarrollado diversos jutsus trabajando en equipo.

-Eso es genial, Kiba- sonreí -algún día deberíamos de volver a entrenar- el chico asintió.

Después de un tiempo me despedí de Kiba y fui a la oficina del Hokage.

Entre sin tocar la puerta, hacia mucho que no entraba por aquí.

La Uchiha Perdida - Tobirama Senju Donde viven las historias. Descúbrelo ahora