3. No te vayas, Madara

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-¿Ha-Hana-chan?- respondió confundido mientras lentamente abría sus brazos para aceptar mi abrazo.

-Madara nii-san- comencé a sollozar, lo extrañaba tanto, a fin de cuentas siempre ha sido mi única familia cercana.

Madara me apretó un poco más a él, ambos sabíamos que él no es la clase de personas que de muestras de cariño, y creo que yo soy igual, así que esto es lo más cercano a ser cariñoso.

-¿Qué haces aquí?- preguntó una vez que me separe de él y limpié mis lágrimas.

-¿No te alegra verme?

-Obvio si, criatura- sacudió mi cabello -solo que nunca dijiste cuando regresarías, creí que ya no lo harías.

-Oh, es verdad, bueno creo que he aprendido bastante, aunque aún me falta, pero ya te extrañaba- lo golpee en el brazo.

-Creo que regresas en un buen momento- hablo mientras caminaba hacia la cocina, obvio fue tras de él.

-¿Por qué dices eso?- pregunte confundida.

Mi querido primo estaba preparando té, Justo lo que necesitaba, aunque hubiera preferido chocolate caliente.

-Me iré de la aldea- hablo seco.

¿Qué? ¿Irse?

-No, tú debes estar loco- me acerque más a él -¿por qué quieres irte?

Ahora que pienso bien las cosas, creo que ya sé por qué quiere irse.

-Yo no pertenezco aquí- me entrego la taza de té.

-Claro que si, tú... tú no me puedes dejar, no puedes dejar el clan- hable con desesperación.

Tenía que buscar la manera de convencerlo para quedarse, estoy segura de que no dejará esa loca idea de abandonar la idea, a menos de que yo intervenga con un buen plan.

-Hana, ya estás grande, y estoy seguro que aprendiste muchas cosas en ese viaje, ahora ya sabes cómo sobrevivir por ti misma, fue por eso que te anime a hacer ese viaje.

-Si, pero ¿sabes cuánta falta me hacías?, muchas veces estuve cerca de morir.

-Pero no lo hiciste, tú eres fuerte Hana, ahora, estoy seguro puedes con cualquier cosa que se te presente- hizo una leve pausa -ahora serás la líder del clan.

Ay no.

-No, no, no- grite -Madara, yo.... ¡no! Tú eres el líder, y lo seguirás siendo.

-Hana, la gente ya no me quiere de líder.

-¿Por qué?- grite -creó que has sacrificado bastante por ellos, y también has hecho bastante.

-De todos modos ya no importa.

No me había tomado el momento de obsérvalo bien, sus ojeras eras bastante notorias, si mirada estaba triste y estaba un poco demacrado.

De acuerdo a lo que me dijo Hashirama, creo que él también la esta pasando mal. Peor porque le quieren quitar el novio y el clan a la vez.

-Si, si importa- mi enojo era muy notorio -eres Uchiha Madara, eres el ninja más fuerte de todos, no puedes dejarte caer por esas cosas, aparte no has hecho nada al respecto, ¿o si?

Me sentía impotente, tenía que hacer algo ya.

-Mira, piensa bien las cosas antes de irte ¿si?

-Pero ya lo hice, ya tome esa decisión.

-Es que... yo... -si, ahora ya tenía una idea, o algo así -dame dos semanas.

-¿Dos semanas?- preguntó confundido -¿para que?

-Yo... haré algo... haré que cambies de opinión, sino, me iré contigo.

No estaba muy segura de lo que estaba diciendo.

-Hana...

-Nada de Hana- interrumpí -por favor Madara, quiero ayudarte, sé que puedo hacer que todo cambie.

-No todo- hablo y bajo la mirada.

Justo eso estaba esperando, y para ser sincera, no esperaba que fuera él quien sacara el tema.

-Te manda saludos- hable en voz baja -ya me lo dijo todo, y creo que puedo ayudar.

¿Ayudar en qué? Realmente no lo sé, pero algo se me ha de ocurrir.

Madara no decía nada, se mantuvo callado y pensativo.

-No será necesario, yo ya....

-Madara- interrumpí

-No.

-Si.

-No.

-Solo dos semanas.

-No.

-Anda.

-No.

-Dos semanas.

-No.

-Si, por favor.

-Hana, entiende.

-No Madara, tú entiende, solo dame dos semanas, después si quieres me voy contigo.

-No, te debes quedar aquí, el clan debe tener un líder.

-Bueno, si, seré la lider, pero antes de eso, solo dame dos semanas.

-¿Estas segura?- creó que está accediendo.

-Si- en realidad no estaba tan segura -¿acaso no confías en mi?

-Si, solo que...

-Nada- interrumpí nuevamente -tu déjame todo a mi, también, harás algunas cosas que yo te diga.

-Agh... no- respondió quejumbroso.

-Si, lo harás.

-Pero...

-¿Quieres que te ayude?

-Pues...

-Madara.

-Bueno- dijo refunfuñando mientras tomaba una botella de sake -si me necesitas, estaré en mi habitación.

-Madara- hable sería -deja la puta botella aquí.

Mi primo me miraba serio.

-No lo haré- mostró una media sonrisa y se fue.

Genial, tengo que hacer algo antes de que Madara se haga un alcohólico.

No tenía nada más que hacer, la casa era exactamente igual a la que vivíamos antes, aunque la decoración era distinta, era muy minimalista y varonil.

Subí las escaleras y había 3 habitaciones, la de la puerta cerrada era obvio que era de Madara.

Camine hacia la última habitación, definitivamente era mía, tal parece que Madara lo planeo y sabía que volvería.
Era una habitación grande, tenía un balcón, un pequeño estante con algunos libros y un lindo escritorio, el baño estaba justo enfrente, ya que siempre suelo ir en las madrugadas. Madara lo pensó todo.

No lo pensé dos veces y me tumbe a la cama, era bastante cómoda.

[...]

-Hana... Hana... despierta- una voz bastante conocida me llamaba.

-Solo un rato más...- hable somnolienta y me voltee.

Agua fría impacto en mi cara, lo cual hizo que ma parara de golpe.

Maldito Madara.

-¿Que carajos?- este sonreía arrogante, como siempre -te dije que esperaras un rato más.

-Te buscan.

La Uchiha Perdida - Tobirama Senju Donde viven las historias. Descúbrelo ahora