20.1 Extraños sentimientos

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SENJU TOBIRAMA

El hecho que Hana se fuera me desagradó, y me desagradó aún más el saber que iría con Inuzuka, eso hacía que mi sangre hirviera e incluso me enfureciera.

Apenas podía pensar con claridad, o incluso mantenerme en pie.

Estaba harto de este trío de mujeres que llevaban persiguiéndome casi toda la fiesta, solo hablaban de fortuna y cosas de valor y de su belleza, claro como si la tuvieran.

-Debo retirarme, señoritas- hable lo más cortes posible.

-¿Acaso es por esa chica Uchiha?- preguntó una de ellas con desagradó -Su clan está maldito, supongo que debes saberlo, ¿no es así?

Una rabia creció en mi interior, no soportaba la idea de que hablaran así de Hana.

-Ella es una mujer muy fuerte y valiente, más valiente que ustedes tres- hable molesto -Ademas es mucho más hermosa que ustedes.

Vaya, ¿enserio yo dije eso? bueno, debe ser por el alcohol.

-Tobi-kun- llamó una de ellas -Solo estábamos bromeando.

Me di la vuelta ignorando sus súplicas y disculpas falsas y salí de la fiesta, o lo que quedaba de ella.

Mi camisa está desabotonada, el moño está deshecho, ¿cómo es que llegue a esto?

Caminaba por las calles de la aldea, no se donde carajos pasare la noche, se supone que los recién casados irían a mi maldita casa, así que no quisiera llegar a interrumpir su preciada noche de bodas.

Ahora solo tenía una opción, aunque no creo que sea una buena idea después de todo.

Caminaba hacia el clan Uchiha, entraré a casa de Madara y dormiré en su habitación, mañana a primera hora me iré y nadie se dará cuenta.

Aún estando ebrio tenía ideas bastante buenas.

A lo lejos vi una pareja, que casualidad que la mujer llevaba exactamente el mismo kimono que Hana; aunque estoy seguro que no podría ser ella.

Inconscientemente acelere el paso, la pareja se despidió y Hana entró a la casa; que desagradable es encontrarme con esto.

Inuzuka Kiba venía caminando de regreso.

-Tobirama-san- saludó ese despreciable individuo -Hana-chan ya está en casa, la traje hasta acá, por si estaba con la preocupación.

Todo me molestaba, su estupida sonrisa falsa, su estupida y repulsiva voz y sus estupidas marcas, el es estupido.

El hecho de tenerlo aquí frente a mi me causaban ganas de golpearlo, incluso amarrarlo en algún lado sin que pudiera moverse.

-Eh... ¿Pasa algo, señor?- preguntó.

-Véte.

El hombre asintió apenado y se fue, antes de que se me ocurriera hacer algo.

No entiendo estos extraños sentimientos.

Seguí caminando hasta llegar a casa de Hana, entre lo más sigiloso posible, cosa que fue practicante imposible ya que Yuki comenzó a ladrarme.

-Yuki, soy yo- susurré -tranquilízate.

Vaya que la pequeña ha crecido bastante, y su ladrido se ha hecho más fuerte.

-¿Qué haces aquí, Senju?- su voz me hizo enderezarme.

Mierda, ¿y ahora que hago?

-Ah... Hana... yo... quería asegurarme que llegarás bien.

-Estoy bien, ahora vete- respondió seca.

La Uchiha Perdida - Tobirama Senju Donde viven las historias. Descúbrelo ahora