9. Grandes noticias

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Ahí estaban los dos, sentados uno enfrente del otro mientras jugaban cartas, una botella de sake y la luz de una vela iluminaban la habitación.

Al escucharnos rápidamente voltearon a vernos asustados, al ver que éramos nosotros, se relajaron.

-Tranquilos, somos nosotros- hable con una gran sonrisa.

Al parecer algo bueno pasó.

Me despoje de la capa y con mucho cuidado baje el cierre de mi chaleco para sacar al cachorro, una vez que lo baje comenzó a correr por todo el lugar.

-¿Y esa bola de pelos?- preguntó Madara.

-Será nuestra nueva mascota- hable emocionada viendo cómo el cachorrito se revolcaba en el tapete adornaba la sala.

Un tic atacó el ojo derecho de Madara.

-¡Eso es genial!- gritó Hashirama mientras se ponía de pie y venía a recibirme dándome un cálido abrazo -¿Como les fue? ¿Disfrutaron el viaje?

-¿Como que disfrutaron?- Madara de paro en seco de su lugar y vino hacia nosotros.

-Madara nii-san- grite y me lance a sus brazos.

Que raro, no suelo hacer estas cosas.

Madara aceptó el abrazo, pero rápidamente se separó.

-Explícame, ¿cómo que disfrutaron?- hablo con el ceño fruncido.

La verdad no sé ni a qué se refería Hashirama con eso.

-Ah, pues el viaje no fue muy largo, tuvimos que pasar la noche en una posada.

-¿¡En una posada!?- gritó histericamente Madara, solo asentí -Pero no durmieron juntos, ¿o si?- podía ver cómo una leve aura negra comenzaba a nacer en Madara.

-No, si no me gustaba dormir contigo, mucho menos con Tobirama.

-Qué bueno que sigas pensando así, Hana-chan- dijo Madara nuevamente sentándose.

Es un raro comportamiento de Madara.

Los Senju estaban hablando, Tobirama parecía estar traumado ante las palabras de su hermano mayor.

-Entonces... ¿se solucionaron las cosas?- pregunte a la vez que hacía una mueca picara, a lo que Madara dio una media sonrisa.

-Si, Hashirama anuló su matrimonio y el consejo de ancianos lo aceptó, buscarán la manera de llegar a un acuerdo con dicho clan y aparte, no podían quedarse sin Hokage.

-Ves, te dije que todo mejoraría.

Hashirama se acercó a nosotros, junto con sus hermano quien parecía incomodo o traumatizado.

-¿Y como se llama esta bola de pelos?- preguntó mientras alzaba al pequeño cachorro entre sus brazos, este meneaba su colita, parecía muy feliz.

-No lo sé aún, Tobirama no me quizo ayudar a elegir un nombre.

Todos los presentes voltearon a ver al Senju menor, este solo se volteo, parecía molesto.

-Agh... mejor me voy, estoy muy cansado.

-¿No quieres quedarte a comer?- preguntó Hashirama.

-No.

-Sería buena idea, no has comido nada desde que abandonamos aquel pueblo.

-No- respondió nuevamente Tobirama.

-Hermano, deberías de hacerle caso a Hana-chan, es más serviré ahora mismo ¿me ayudas, Mada-kun?

La Uchiha Perdida - Tobirama Senju Donde viven las historias. Descúbrelo ahora