17.1 Preocupación

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SENJU TOBIRAMA

Esos malditos lograron capturar a Hana; me sienta bastante impotente, como pude ser tan idiota, si los papeles hubieran sido invertidos no hubiera pasado eso.

Pero me ha dejado bastante sorprendido, logro deshacerse de todos ellos, no podía esperar menos de ella.

Libere al señor feudal junto con sus guardias, ellos se ofrecieron a ayudarme, pero creo que solo serían un estorbo, así que les dije que comenzaran a ir hacia su aldea, envié un par de clones con ellos, si se llegara a presentar algún problema, lo sabría de inmediato.

Tenía que ser cuidadoso, no podrían estar muy lejos de aquí.

-¡Hana!- gritaba con la esperanza de que me respondiera, pero no, eso no sucedía.

Mierda, si algo le pasa, yo...

No, no, no, ella es muy fuerte.

Estaba cerca de una cueva, percibí el chakra de al menos unos tres tipos, podría estar aquí.

-¡Hana!- volví a gritar.

Comencé a adentrarme a la cueva, y uno de los bandidos se atravesó, rápidamente lo eliminé.

Continué adentrándome a la cueva cuando vi a Hana completamente desmayada y atada de ambas manos y pies, estaba llena de sangre, eso indica que debe tener graves heridas y su ropa estaba desgarrada, lo peor de todo es que no podía percibir su chakra.

-¿Vienes por la chica?- preguntó uno de ellos -Ahora es nuestra? ella nos dará hijos con sangre Uchiha.

El escuchar eso hizo que mi sangre hirviera y mi furia aumentara.

Sin emitir palabra alguna me acerque a los tipos y comencé a golpearlos, debía desquitar mi furia en ellos.

-Basta- hablo el hombre que estaba más herido, lo cual ignore.

No sé cómo le hice para golpearlos casi al mismo tiempo y dejándolos casi muertos.

Me acerque a Hana, tenía sangre debajo de su ojo, al igual que heridas y hematomas, su ropa estaba rasgada.

Toque su pecho, aún podía percibir el latido de su corazón y su respiración era bastante débil.

La tomé entre mis brazos, estaba bastante fría.

Mierda, jamás me perdonaré esto, yo le prometí a Madara que la cuidaría.

Comencé a correr de regreso a la aldea, no quería que pasara lo peor.

La noche estaba en su máximo esplendor así que de cierta forma podría ser más fácil llegar a la aldea.

Corría a toda velocidad con Hana en brazos, alce la vista y ya estaba en la entrada de la aldea, no podía detenerme, debía llevarla al hospital.

-¡Ayuda!, ¡Necesito ayuda!- grite con un poco de desesperación.

Un par de médicos y enfermeras comenzaron a acercarse, coloqué a Hana en una camilla y se la llevaron, iba a ir detrás de ellos y una enfermera me detuvo.

-¿Que fue lo qué pasó?

-Ella... utilizo demasiado chakra y luego fue secuestrada, cuando la encontré ella estaba desmayada y muy fría, su corazón latía bien, pero su respiración era débil, tiene varias heridas y hematomas.

-Bien, espere aquí por favor.

Me quede esperando en la pequeña sala que estaba afuera, no sabía que hacer, era ya de madrugada, Hashirama y Madara deben de estar durmiendo o haciendo otra cosa, creo que será mejor avisarles mañana temprano, ¿o no?

-Señor, desea que le avisemos al Hokage?- preguntó una de las enfermeras, lo dude un poco.

-Será mejor que yo sé lo diga personalmente- asintió.

Agh, no sé qué hacer, no puedo dejar a Hana aquí sola y si pasa algo tengo que estar así.

-Mejor si, llame al Hokage y que le avise a Uchiha Madara- la enfermera asintió y salió del hospital.

Me cubrí el rostro con ambas manos, todo hubiera sido mejor si hubiera ido yo solo, o quizá si Hashirama hubiera enviado a más gente.

Quizá cuando despierte me odie y estoy de acuerdo con eso, merezco que me odie, no la cuide bien y soy un completo idiota.

-¿¡Donde está Hana!?- llegó gritando Madara -¿¡Qué le pasó!?

Incluso estaré de acuerdo si Madara quiere matarme o meterme en un horrible genjutsu o torturarme.

-Ella- suspire frustrado -Fue herida y...

Madara me tomó violentamente de mi ropa y me pegó violentamente contra la pared, cosa que hizo que se desprendiera una parte de esa pared.

-Idiota, te dije que la cuidarás- activo su sharingan y trate de no verlo a los ojos -Donde le pase algo, será tu maldita culpa- gritó furioso- asentí, tenía toda la razón.

-Mada-kun- hablo mi hermano tranquilizándolo y quitándolo de mi -Debemos de tranquilizarnos.

-¿¡Como pides que me tranquilice!?- gritó nuevamente el Uchiha -Es Hana quien esta ahí dentro, todo por culpa de este idiota- asentí apenado.

-Pero...

-Déjalo Hashirama- lo interrumpí -Todo es mi culpa, ella... yo soy el responsable de eso, si quiere matarme o torturarme, no tengo problema con eso.

-En ese caso, también es mi culpa, quizá debí mandar más gente, aunque creí que con ustedes dos sería suficiente- mi hermano estaba cabizbajo.

-Familiares de Uchiha Hana- hablo una enfermera, eso puso mis nervios de punta, pero aún así corrimos a donde estaba.

-Somos nosotros- hable nervioso.

-Cállate idiota, tú no eres su familia- hablo Madara -Soy yo, ¿pasó algo con ella? ¿Está bien?

El hombre estaba paranoico y desesperado.

-Ella ya se encuentra estable, al parecer perdió mucho chakra, además recibió golpes muy fuertes y tenía un par de heridas que ya sanamos, además su temperatura corporal estaba por debajo de lo normal, pero ya la abrigamos y le colocamos algunos medicamentos, así que estará bien.

Eso me tranquilizó un poco, aunque aún así sentía un poco de remordimiento, quizá ella jamás vuelva a hablarme, y lo entiendo o quizá comience a odiarme.

-Puede pasar una persona a verla- dijo la enfermera, era obvio que Madara no dejaría que entre yo, así que sin decir nada, ingreso a la habitación.

-¿Que fue lo qué pasó, Tobirama?- preguntó serio mi hermano.

Le conté desde que llegamos y peleamos con los bandidos, su primer intento de capturar a Hana, como fue que utilizó el Susano'o, cuando la cure, cuando encontramos al señor feudal, cuando utilizó su técnica y nuevamente el Susano'o y cuando la perdí de vista y comencé a buscarla, cuando la encontré en esa cueva y estaba desmayada y la traje hasta acá.

-Tobi, no deberías estar tan mal, después de todo no fue culpa de nadie, y tú la salvaste de esos bandidos- paso un brazo sobre mis hombros -Lo bueno es que completaron la misión y ambos ya están bien- mostró una sonrisa.

No, no estamos bien, Hana está allá adentro.

-Vamos, le pediré a la enfermera que cure tus heridas- negué, no me había dado cuenta que tenía un par de heridas.

-Tobirama, no cargues con todo- me jalo y me llevo con la enfermera.

Soy un idiota, soy el más grande idiota.

La Uchiha Perdida - Tobirama Senju Donde viven las historias. Descúbrelo ahora