Capítulo 2: Ojos color Violeta.

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"EXTRAÑOS MOMENTOS".

Extraños momentos
Que han dejado de serlo
Momentos amargos
Que ya son tan comunes.

Llevo una daga en mi pecho
De hace muchos años
Y cada día que pasa
Se hunde más profundo.

Es un dolor inexplicable
Que se ha vuelto tan parte de mí,
Es un sentimiento inefable
Que se ha vuelto una diabólica sonrisa.

Si vivo así, tendré que acostumbrarme,
Pues a la soledad estoy condenado,
Sin piedad, y sin claridad.

Me falta la luz del sol,
Me faltan las ganas de sonreir,
En un mundo de cobardes,
De sentimientos rotos
Y almas congeladas.

El crudo invierno me cubre
Y los recuerdos se desvanecen,
La soledad es mi verdadera amiga.

Atrapado en mi cabeza,
En mi cabeza enferma
Que no me deja liberarme,
Caigo al vacio, vacio es lo que siento.

Tengo frio, estoy helado
Y triste, muy triste,
Solo y desamparado,
Mi existencia se agota.

Lágrima tras lágrima
Se vacía mi alma,
Pero soy fuerte
¡Muy fuerte!

El dolor y el frío
Me han convertido
En la persona que soy,
De ojos caídos, de alma perdida.

Extraños momentos
Me envuelven,
Me irritan el cerebro
Pero tranquilizan mi corazón.

Nací en este mundo,
Donde no debí nacer,
Y ahora me enfrento
A un mundo tan cruel.

De verdades incomodas,
De verdades dolorosas,
De mentiras estúpidas,
De mentiras traicioneras.

Huír ya no es solución para mí,
Mis demonios me alcanzan
A donde quiera que voy
Y no me dejan ser feliz.

La íronia de mi sonrisa
Es tan falsa como un maniquí,
Porque el dolor y la angustia,
Se apoderan de mí.

Vivo en un mundo gris,
Fingiendo ser feliz,
Llorando tristemente,
Buscando el amanecer.

Con lágrimas heladas
Que nacen de mis ojos
Y mueren en mis labios.

Tarareando simplemente
Aquellos impetuosos momentos,
Aquellos que son tan amargos,
Aquellos que no tienen piedad.

Aquellos:
"Extraños momentos".

En una noche única e inolvidable para Dolor, su vida cambió de rumbo, sin saber si fue para bien o para mal.

Para él ese día era una noche como todas las demás donde la frialdad de la noche invadía su corazón, aunque para ser cierto, esa vez no podía ser igual, ya que sentía algo extraño dentro de sí, una fuerte emoción que le invadía el pecho y una sensación de miedo y desesperación, esta hizo que miles de lágrimas brotaran sobre su rostro.

DOLORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora