Capítulo 16: Continuación de "El rescate".

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─Hijo hay que darnos prisa, el señor no debe de tardar.

─Yo buscaré por acá, tú busca por allá.

Dolor abría cada una de las habitaciones, las puertas eran muy elegantes y finas, pero por dentro no había nada, las habitaciones estaban vacías, la única habitación de las cinco que había, que estaba amueblada era la de el señor Isaias, pero no había nada relacionado con Tobi. Hasta que escuchó chillidos de perros, Dolor sintió mucho miedo y fue a ver de dónde provenían esos chillidos, al parecer eran de la parte trasera de la casa.

Dolor fue corriendo, y se dio cuenta de que ya estaba ahí su papá en un cuarto que desconbinaba con toda la casa, era una puerta muy maltratada y con algunos rasguños.

─Hijo, tienes que ver esto ─dijo con un tono muy serio.

─A Dolor se le llenaron los ojos de lágrimas cuando se dio cuenta de que ahí estaba Tobi acostado, sin muchas fuerzas, pero no era todo, habían aproximadamente 12 perros más. Se dieron cuenta de que eran todos de la colonia, de sus vecinos a los que también por alguna extraña razón se les habían extraviado. Lo más triste es que todos los perros estaban muy maltratados, flacos y con golpes por todas partes.

Dolor abrazó a Tobi.

─Soy yo amigo, Dolor. No te preocupes, regresé por tí, todo va a estar bien.

Wilde llamó a la policia.

El señor Isaias llegó a su casa cundo vio que las autoridades lo estaban esperando para arrestarlo.

─Arresten a este hombre, es un psicópata ─dijo Dolor furioso.

Al perro del señor se lo llevaron los de control animal, y cada perro fué entregado a su dueño.

El señor Joseph y Dolor llevaron a Tobi con la veterinaria que quedaba cercas de la casa de Dolor.

─Catarine, buenas tardes ─dijo amablemente el señor Wilde.

─¡Oh! ─se expresó con sorpresa la veterinaria, ya que se encontraba algo distraída─. Buenas tardes señor Wilde, buenas tardes Dolor, sientense por favor.

─Gracias.

─¡Pero mira!, es Tobi ─dijo la veterinaria acariciandole las orejas a el perro─. Te echamos mucho de menos, mira esas heridas, ¿Qué te pudo haber sucedido?

Tobi le respondió a la veterinaria con muchos besos, aunque se encontraba un poco débil.

─Tobi fue victima de maltrato animal, estuvo secuestrado por un psicópata, y él le causó estos daños ─contestó Wilde.

─Realmente, es que también existe el maltrato animal, y en lo único en que las personas nos parecemos a los animales, es en la cantidad de dolor que podemos sentir, y a veces no nos damos cuenta de eso ─dijo Dolor tratando de reflexionar.

─Estoy de acuerdo contigo Dolor.
Los animales son seres con sentimientos, incluso más puros y genuinos que los humanos, merecen una vida plena, pese a los problemas que tengan, teniendo en cuenta que tener animales encierra una gran responsabilidad, y cualquier obstáculo que se presenta no significa deshacerse de ellos.
Comprar, adoptar o críar animales viene con un compromiso de dar estabilidad, apoyo, amor y no abandonar en cuanto las situaciones se ponen difíciles.
Pero veamos, vamos a curarte tus heridas Tobi, pronto estarás mejor.

Después de algunas horas, regresaron a casa.

─¡llegaron!, ¿Cómo les fué? ─preguntó cariñosamente la señora Daysi Redmayne─. ¡Tobi!, pequeño, regresaste, nos causas mucha alegría, en especial a Dolor.

─Cariño, detuvieron al señor Isaias Spidenfor, y como veras Tobi a vuelto, y todo por tener a la esposa más complensiba y cariñosa del mundo ─dijo Josh dandole un tierno beso a Daysi.

─No veas eso Tobi ─Dolor tapó los ojos de Tobi.

Dolor se retiró a su habitación con Tobi.

─Sabes Tobi, te vamos a consentir mucho, ya que te tienes que recuperar, no te imaginas lo mucho que te eché de menos y no sabes todo lo que me a pasado estos últimos meses, te salvaste de horas de charla conmigo. Estoy muy contento de que estés de vuelta ─dijo Dolor sin darse cuenta de que las lágrimas empezaban a salir de sus pequeños ojos─. Pero por la situación que estoy pasando, no dejo de sentirme muy triste, ¿te acuerdas de la estrella?, si no te acuerdas, no te preocupes, por que a mí también me costó mucho trabajo darme cuenta de muchas cosas.

Parecía ser que Tobi le prestaba mucha atención, y acariciaba los brazos de Dolor.

─Tengo que ir a la estrella, esta noche lo tengo que intentar, aunque no sé si lo voy a lograr, aún me cuesta trabajo entenderlo, pero siento que ahora nada tiene tanto sentido como el de visitar la estrella, es como si mi historia, es decir, mi vida nada más se centrara en eso, y no entiendo por qué, tengo que descubrirlo.
Tengo miedo, lo confieso.
A veces, nisiquiera sé por qué decidí quedarme en este mundo y no aceptar mi sentencia de muerte, he estado tan equivocado, pero ya no me puedo echar para atrás. Nunca veré el sol, no entiendo por qué existo, ¿cuál es mi misión?, ¿qué es lo que quieren de mí?, me siento tan perdido,
consideraría que la vida a la mejor no es lo que pensamos, que no hay reglas, no hay ataduras, no hay nada, que todo esto sólo ha sido impuesto por el ser humano, y a la mejor, eso hace que no seamos del todo libres. He amado y he odiado tanto la vida, y a las personas con todas mis fuerzas, odio porque me lástiman, y amo porque me aman, ¿y si nadie me amara ni me lastimara? Yo no amaría ni odiaría , ¿y si todos me amaran y lastimaran? Yo amaría y odiaría. Ya no sé qué elegir, la vida no es tan regalo como dicen, tiene precio, el precio de tus sentimientos, de jugar con ellos, de lastimarlos y hacerlos cachitos, de pisotiarlos y escupirlos, y cuando eso pasa te das cuenta de que no tienes a nadie a tu alrededor, nisiquiera a esos amigos que te prometían que siempre estarían, al menos de que tengas un amigo tan especial como lo es Axel. Y así es como uno se empeña en seguir, sufriendo cada vez más, y cada vez haciendose más y más fuerte. ¿Pero somos felices? Tal vez tenemos pequeños momentos de felicidad, pero yo quiero momentos inmensos, grandes momentos de felicidad que sean eternos.
Y para ello, no me voy a rendir nunca y voy a hacer que mi miserable vida valga la pena. Ya no quiero saber para qué estoy aquí o para qué nací, si por causas del destino, o si por algún error nací, o por causas de Dios, o por la descendencia de los changos, o si por la teoria del big bag existimos, no me interesa la causa de mi existencia.
Estoy aquí y no puedo cambiarlo, así que voy a seguir y sobre todo voy a disfrutar, a amar a los que tengo, a dar mucho mucho amor, y si es necesario voy a sufrir, sí, ¡voy a sufrir!, voy a sentir, pero no a medias, si no al cien por ciento.
Así que al diablo con todo, que para vivir nacimos, y para sentir sobre todo...

Tobi lamió la cara de Dolor, y él besó la frente peluda de Tobi.

Dolor se paró con mucho valor, y se soltó de las ataduras que lo detenían.

─A llegado el momento.

Se dijo mientras salía de su habitación y cerraba con llave, pero antes de eso, Dolor llevó a Deza en su mochila que llevaba en la espalda, ya que no podía dejarla con Tobi, temía que algo malo sucediera, ya que sus dos mascotas no solían llevarse del todo bien.

DOLORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora