Cuentos de una Princesa y su Gato

Día 22: Beso

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Marichat May 2020

Día 22

Beso

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Después de la primera noche en la que Chat Noir había llegado sorpresivamente al balcón y acompañado a Marinette en silencio, pasaron otras noches iguales. El superhéroe llegaba, pedía permiso para permanecer en el lugar y se quedaba ahí, toda una hora acompañándola y compartiendo sándwiches o bocadillos nocturnos.

Pero fue en una de sus visitas que la notó más perturbada de lo normal, cosa que no había visto en el colegio. Con la preocupación alojada en la boca del estómago, ni siquiera fue capaz de probar el bocadillo que le tenía ese día.

—Puedes confiar en mí —soltó el superhéroe, cortando la silenciosa atmosfera—. Te prometo que cualquier palabra que me digas no saldrá de aquí, lo juro.

Marinette lo había mirado fijamente un par de segundos, como si la pregunta que quería hacerle fuera de lo más incómoda, pero finalmente se atrevió.

—¿Cuánto tiempo llevamos en estas visitas nocturnas? —preguntó, manteniendo su vista en algún punto de la ciudad.

—Como dos meses —fue la respuesta inmediata del chico. Observó como Marinette afirmaba con la cabeza y luego volvía la mirada hacía él.

—Chat, tú... ¿has besado a alguien? —la pregunta hizo que el rubio casi se caiga de la barandilla donde estaba sentado, por lo que se paró dentro del balcón y se apoyó contra la protección al lado de Marinette.

—Ya veo por qué tanto misterio —dijo con una sonrisa. Notando como la de ojos celestes se puso bastante roja, finalmente decidió responder—. Sí, pero si necesitas ayuda acerca de ello, no puedo darte consejos... Apesto —ante aquella respuesta, Marinette pestañeó más de la cuenta, haciendo que el chico soltara una leve sonrisilla para explicarse mejor—. No recuerdo mi primer beso, todo lo que tengo es una foto... —confesó—. Tampoco tengo recuerdos de mi segundo beso, pero, al igual que el primero, hay una foto.

—Ya veo —Marinette afirmó con la cabeza. «Así que sus dos primeros besos, también son los míos» pensó y frunció los labios.

—Mi tercer beso, si se podría considerar así, fue con una amiga —le explicó, mientras cerraba los ojos. No quería ser muy obvio, después de todo estaba hablando de ella—. Fue un leve contacto, nada del otro mundo... y después...

—¿Después...? —insistió ella.

—No he podido besar a nadie más —respondió, ante la sorpresa de Marinette. Ella sabía que Chat Noir tenía o tuvo pareja.

—¿Por qué?

—No se lo digas a Ladybug —le pidió, como si Marinette pudiera contactarla. Al ver el gesto afirmativo de la chica, continuó—. Aunque no recuerdo los besos con ella, siento que debió haber alguna especie de magia en ese momento, ver las ganas de la otra persona por besarte y sentirte contagiado. Al menos en el segundo beso con Ladybug, se nota que ambos queríamos, ¿Me estoy dejando entender? Es que, ese beso se sentía correspondido, querido... Un sentimiento va más allá... —suspiró con frustración—. Cuando quise besar a mi novia, sentía que ella quería hacerlo y, para qué negarlo, yo también quería, o eso creí... Cuando el beso estaba por pasar, no pudo hacerlo. Sentía que esa magia, eso que lo hace especial, no estaba. Pensé que eran mis nervios, pero esa sensación nunca llegó y no pude hacerlo... Mi novia terminó aburriéndose de mi indecisión.

—Lo lamento —mencionó Marinette, pero Chat solo movió sus hombros—. Mi situación es bastante parecida —comenzó a relatar—. Mi primer beso se lo di a un amigo para salvarlo, el segundo prefiero olvidarlo... No —se corrigió, pero volvió a su relato—. El tercer beso querría borrarlo de mi existencia. ¡Dios, que vergonzoso fue!

—¿Por qué?

—Pensé que solo era la estatua del chico que me gustaba y me le confesé a modo de práctica —Marinette cubrió sus ojos con su mano derecha— y traté de besarlo, fue un roce leve, pero... —suspiró— no era una estatua, era él haciéndome una broma —como Chat Noir no decía nada, ella siguió hablándole—. Encima, ese día me habló de la chica que ama y pues... Dejar ir es lo que se hace en esos momentos, ¿no? Más bien, ayudé a que ambos se juntaran y ahora son novios —confesó, dejando de ver el Sena para mirar a su compañero que estaba petrificado en su lugar— ¿Chat Noir? —lo llamó, apoyando su mano izquierda en el hombro del superhéroe. Al sentirla, éste corrió su hombro como si el tacto de Marinette le quemara— ¿Estás bien?

—Claro —dijo, tratando de mantener su compostura— ¿Me decías? Hablábamos de besos, ¿ibas a besar a alguien?

—A Luka —respondió, haciendo que Chat Noir se sintiera incómodo. Quería irse de ahí y no escuchar más nada— pero no pude... —completó, haciendo que las ansias del superhéroe por irse se calmaran—... así que me dijo que nos tomáramos un tiempo. Es que lo tuve ahí frente a mí, mirándome tan tiernamente que, cuando cerré los ojos, no pude evitar pensar en otra persona. Así que no pude...

Chat Noir se acercó un poco más a ella.

—¿Pensabas en el chico de la estatua? —Marinette negó, apretando los labios y mirándolo a él.

Y ahí estaba, esa magia que él tanto anhelaba encontrar, rodeando a Marinette. ¿Estaba bien eso? ¿Debía controlar sus impulsos?

Quizás, pero no pudo. Cuando quiso caer en cuenta de sus actos, ya tenía a Marinette tomada de la cintura y ella tenía las manos sobre sus hombros, haciendo presión para poder ponerse de puntas de pie y alcanzar sus labios.

Permanecieron ahí varios segundos, aunque para ellos era como si el tiempo se hubiera congelado. Él sujetándola de la cintura para que no perdiera la fuerza por estar de puntitas, ella aferrándose a sus hombros para mantenerse cerca de él.

Cuando finalmente se separaron, se observaron realmente agitados por las emociones que estaban experimentando.

Aquello estaba mal, no debía suceder...

Pero sabía condenadamente bien.

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El Rinconcito de la que escribe:

¿Les recuerdo que esto continua de Balcón? xD

Las visitas nocturnas, acompañándose en silencio, les trajo más cosas que si se hubieran puesto a conversar...

¡Ansiaba mucho poder subir este capítulo!

¿Qué les ha parecido?

Es una sensación que me ha quedado de Miracle Queen, cuando Adrien no puede besar a Kagami. Y me tomé de eso y... xD Salió esto Jajajaj

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Palabras: 997

Día 23: Sonrojos (Me pregunto si se imaginan como usé esta palabra)

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¡Muchas gracias por leer!

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22 de Mayo 2020