Día 08: No me digas que hacer

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Marichat May 2020

Día 08

No me digas que hacer

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Decir que a Marinette le temblaba el ojo del estrés, producto de la situación en la cual se encontraba, era quedarse corto. Todo su ser era realmente una bomba de tiempo.

¿En qué demonios estaban pensando sus padres?

—Díganme que es una broma —dijo en un tono de súplica cuándo vio a Chat Noir con una enorme sonrisa y cruzado de brazos frente a ella.

—Pues no —dijo éste, acercándose un paso a la chica—. Debido a la campaña de "Un Héroe te guía", tus padres me han pedido que me asegure que vayas y regreses de clases como corresponde y no te pierdes en el camino.

—¿Qué yo qué? —preguntó nerviosa. Chat Noir acercó su rostro al de ella, casi pegando sus frentes.

—No sabía que eras una niña mala, Marinette —respondió—. Pensé que eras alguien sincera y que se podía confiar en ti, pero lo que me han dicho tus padres... —negó con la cabeza mientras chasqueaba su lengua—... deja mucho que desear.

—¿Y qué te han dicho mis padres? —preguntó, oyéndose algo irritada.

—Que tienes problema de asistencias, que llegas tarde a casa y que, según los reportes de tus profesores, llegas tarde a las clases.

—Espera —dijo, elevando su mano derecha—, ese reporte es del año pasado.

—¿Estás segura?

—Claramente —afirmó—. Ya me castigaron por eso, nada de videojuegos, nada de celular y me hicieron trabajar en la panadería en la caja durante una semana. Me porté bien y me levantaron el castigo —llevó el dedo índice de su mano izquierda al centro de su mano derecha, mencionando cada castigo con un pequeño golpecito

—Entonces, ¿por qué crees que me pidieron eso?

—No sé, pero ya que estás aquí. Sígueme sin que te hagas notar, tengo que ir al colegio y no quiero que haya ninguna escena.

—Te sigo —le dijo el chico—, pero no me digas que hacer.

—¿Por qué? —preguntó, viendo una oportunidad de molestar a su niñero con ese asunto. Si lo cansaba, él solo la dejaría en paz ¡Era un genio! Y de paso, liberaría su estrés — ¿Solo Ladybug puede manejarte a su antojo? Como todo un gatito faldero —mencionó con malicia, soltando una pequeña risita.

Chat Noir no dijo nada, solo sonrió y la ayudó a salir de casa, pero antes de que ella volteara a verlo, el héroe había desaparecido del lugar.

Feliz por haberse deshecho de su inesperado niñero, ingreso a clases.

Tuvo un día bastante animado hasta que, a la salida, el chico rubio con traje de gato negro volvió a pararse tras ella. Marinette ni siquiera puro decir algo cuando fue tomada y puesta en el hombro del superhéroe para "ayudarla" a cruzar la calle. Entró a la panadería y dejó a la chica parada frente a sus padres.

—Su encargo —dijo el chico con una sonrisa, y tras una reverencia, se retiró.

—¿Por qué hacen esto? —dijo Marinette, molesta con sus padres— ¿Acaso no me quieren? ¿No confían en mí?

—Claro que confiamos en ti, Marinette —dijo Sabine—. Pero los tiempos han cambiado y la seguridad de las calles ya no es la que era antes.

—No queremos que nada te pase, así que decidimos aprovechar la campaña de los superhéroes y contratamos a Chat por esta semana.

Cuentos de una Princesa y su GatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora