Cuentos de una Princesa y su Gato

Día 24: Confesión

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Marichat May 2020

Día 24

Confesión

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Que Chat Noir visitaba a Marinette no era algo que los padres de ésta no supieran. De hecho, varias veces le insistían para que baja a comer algo con ellos, como en esta ocasión.

Y aunque los señores Dupain-Cheng creían que el superhéroe era un gran amigo de su hija, la verdad era que distaban mucho de serlo. Pero claro, cuando les comentó que salía con Ladybug, tanto Sabine como Tom estaban bastante emocionados y felices por el chico, desconociendo que el héroe felino hablaba de su propia hija.

Después de una cálida comida, Chat Noir se puso a jugar videojuegos con Marinette mientras los padres de ella volvían a la panadería.

—¿Nos dejaron solos? —preguntó al notar como solo ellos dos quedaron en el lugar. Marinette afirmó con la cabeza, sorprendiendo al muchacho.

—Saben que eres un gato fiel —le contestó mientras pensaba en que personaje elegir—. Así que sí, tienes su confianza.

—Y pensar que ellos querían ver gatitos corriendo por todos lados —Marinette se rio ante lo mencionado, recordando las palabras de su padre— ¿Qué? ¿No te ves teniendo nuestros pequeños catbug? —preguntó en un tono de diversión y coquetería.

—No he pensado en hijos, ¿Sabes? —respondió, eligiendo finalmente con quien jugar—. Los nombres en los que pensé, combinaban con otro apellido, no con Noir —comentó con cierta ironía en sus palabras.

Chat Noir no dijo más nada, simplemente comenzaron a jugar hasta que, unos minutos después, el héroe dejó de hacerlo para observar a su novia.

—¿Y con qué apellido combinaban? —preguntó bastante inquieto.

—No te lo diré —respondió con rapidez, mientras movía los dedos con agilidad y atacaba al personaje de Chat Noir, quien volvió su vista a la pantalla para defenderse. El superhéroe estaba frustrado porque no obtenía respuesta.

—¿Cómo qué no? —protestó, pausando el juego y logrando causar un sonido de reclamo por parte de la chica—. Deberías decirlo, digo, para saber...

—Emma, Louis y Hugo —confesó repentinamente, confundiendo al chico.

—Dije apellido, no nombres —le recordó.

—Esos eran los nombres de los hijos con mi primer amor, ¿ya? —protestó señalando la televisión— ¿Podemos jugar?

Chat quedó saboreando el nombre de esos niños con su apellido. Emma Agreste, Louis Agreste y Hugo Agreste, sonaban tan hermosos.

—Pensándolo bien —dijo Chat, apoyándose contra el respaldo del sillón—. Esos nombres combinan muy bien con mi apellido —informó, con una sonrisa de satisfacción en el rostro.

—Emma Noir no suena bien... —cuestionó, por lo que Chat rio sin gracias.

—Me refiero a mi verdadero apellido —indicó él.

—¿Ah sí? —se mofó Marinette, molesta porque quería salir del tema y volver al juego— ¿Qué? ¿Acaso tu apellido es Agreste?

—Lo es —confirmó ante la escéptica mirada de su novia.

Primero, Marinette se soltó a reír y luego le comenzó a dar un tic nervioso al ser consciente del peso de aquella confesión. Miró a Chat Noir esperando que éste mostrara alguna risa o gesto que demostrara que era una broma, pero nada.

—No juegues conmigo —protestó la joven diseñadora, señalándolo con su dedo índice.

—No estoy jugando... —respondió, ladeando juguetonamente su sonrisa—. Oh, ya entiendo.... Vaya, vaya qué interesante —se miró las garras y luego a ella— Así que... soñabas tener hijos conmigo... ¡Increíble!

—De verdad... —susurró con un leve temblor en la mandíbula, retrocediendo de la cercanía de Chat Noir— ¿eres él?

—Te dije que estarías peor que yo cuando se diera la oportunidad —le recordó, aquella vez que reveló que era Ladybug mediante Lady Noire—. Pero no esperé que al punto de ponerte tan pálida.

—Es que... —dijo, aún dudosa si todo era parte de un sueño o de una alucinación. Parpadeó un par de minutos, intentando procesar las palabras del héroe— ¿Eres Adrien?

El chico afirmó con una sonrisita que fue desapareciendo al ver las lágrimas caer de los ojos de su novia.

—¿Marinette? —y lo tomó por sorpresa cuando la mencionada se acercó a él para abrazarlo muy fuertemente— ¿Princesa?

—Estoy tan feliz... —confesó—... de tenerte presente en mi vida diaria.

—Así es —contestó, hundiendo su nariz en la curvatura de su cuello—. Y no sabes lo feliz que me hace saber que ya no necesito ocultar mis ganas de abrazarte cuando estamos juntos.

Ambos se separaron, se miraron con una sonrisa y se volvieron a abrazar.

El sonido de la puerta de entrada hizo que volvieran a prestar atención al juego, para no ser descubiertos por Tom, quien no pudo evitar sentirse nostálgico al ver a la pareja concentrada en los videojuegos.

Deseaba que su hija algún día encontrara a alguien especial para ella, sin saber que su pequeña Marinette, ya lo había encontrado, y estaba más cerca de lo que pudiera imaginar.

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El Rinconcito de la que escribe:

Hoy no morí y pude actualizar de noche ¡Yei! xD

Como verán, este capitulo es la última parte de los capítulos "¿Puedo pedir prestado tu Miraculous? E Intercambio de Miraculous.

Adrien fue más directo en confesarle su identidad, me gusta esto de que acepten sus personalidades fácilmente y solo disfruten~

Oficialmente entramos a la última semana de este especial ;o;

Como mencioné anteriormente, este es el último reto en el que participo hasta el de Adrien en Agosto. No entraré ni al Ladrien ni al Ladynoir.

Pero, al menos mi nuevo fic, tiene sus toques Ladrien y Ladynoir para compensar~

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Palabras: 803

Día 25: Bleh (Gesto que hacen los gatos con la lengua)

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¡Muchas gracias por leer!

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24 de Mayo 2020