Capitulo 23: Dos hermanos

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NARRA VICTOR

El filo de la espada (muy bien limada por cierto) estaba rozando mi cuello, sabia que el rubio tenia unas ganas tremendas de cortarme la cabeza, y para mi desgracia no tenia nada con que defenderme. Note un intenso dolor en la mano derecha, y con un ligero vistazo me di cuenta de que me había cortado con la famosa espada de Arturo, se me paso una idea por la cabeza, mas bien una locura, después de todo era posible que Adeydir tenia razón y estaba mal de la chabeta.

Pero eso ahora daba igual, ahora era cuestión de vida o muerte. Cogí la espada detrás de mi provocando que se clavara un poquito mas la espada de Ken, una sonrisa de engreído y creído apareció en su cara, pensando que la espada no se soltaría (cosa que yo también pensaba).

Pero se le borro la sonrisa y se quedo horrorizado al ver como cogía sin problemas. En efecto, para sorpresa de los dos, la espada se libero sin el menor esfuerzo por mi parte. Aun sorprendido mire al rubio y después a la espada que relucía entre mis manos. Y así sucesivamente.

De repente el dio un paso hacia atrás con cara de miedo, cogí la espada, y como si tuviera vida propia, le corte la cabeza al rubio. En el momento en que la cabeza del rubio toco el suelo, tanto el como su cuerpo se evaporaron dejando un resto de polvo negro y me pareció oír sus palabras de nuevo:

...la luz nunca mata a un familiar suyo.

NARRA PABLO

La pistola rozando mi frente. Así era como estaba yo ahora, con delante de mi la mujer mas loca del mundo, y si estaba mas loca que Lydie. Espera, donde están mis pinturas? No me jodas que me las he dejado en la Tierra!? Es que lo sabia, sabia que me olvidaba algo! Y lo peor que estoy acostumbrado a utilizar las pinturas para crear los dibujos, no se hacelo a mano alzada!

Disparo, la bala, paso rozando mi oreja derecha, la mire asustado y supe que lo había echo a posta, no había fallado a posta, lo había echo para centrarme.

Entonces probé una locura, le quite el color a la pistola, la distraje el momento suficiente como para crear un lobo, que sorprendentemente me salio bastante bien a pesar de no estar acostumbrado a utilizar su magia sin sus pinturas.

El lobo era de un color gris metálico con los ojos rojos, este se lanzo encima de Chi. La chica le disparo con otro revolver que tenia guardado en la cintura, pero la bala no le afecto al lobo, la bala reboto contra la piel del lobo.

Me quede sorprendido, eso nunca había pasado. Si algo atacaba a mis pinturas, siempre se desvanecían, nunca adquirían las propriedades de las cosas a las que les había quitado el color.

Entonces me doy cuenta de que la chica esta desarmada, y el lobo encima de ella a punto de matarla. No se porque pero no quiero matarla, no me parece bien, no soy como ellos que matan por matar. Por lo que decido dejarla viva, salgo corriendo con el lobo a mi lado y Chi en el suelo viva.

NARRA OSCAR

Estaba preparado. Estaba listo para morir incendiado, era consciente que me era imposible liberarme, la electricidad no podía hacer nada contra el fuego. Kasai sonrió al ver que me rendía.

Entonces me lanzo una bomba. Esta exploto a mis pies, llenándome de fuego. Empece a gritar, por el dol.. espera, no duele!

Deje de gritar. El fuego me estaba tocando, incluso estaba empezando a quemar mi ropa. Pero entonces por que no me dolía? Por que no sentía el fuego y el calor? Antes me dolía, entonces por que ahora no?

-Porque no gritas?!

La voz de Kasai me izo volver a la realidad. Muy bien no me dolía, pero aun me faltaba matarlo. No se por que ahora no me afectaba, pero lo que si tenia claro era que ese chico había que matarlo.

En mis manos se empezó a acumular electricidad, la electricidad recorrió todo mi cuerpo y me lance hacia Kasai, este al verme vivo se sorprendió un poco, pero no tuvo tiempo de reaccionar ya que lo electrocute.

El cayo al instante, puede que sepa manejar el fuego, pero no era muy resistente.

NARRA LYDIE

Estaba en el suelo, retorciéndome de dolor, y escupía sangre. El dolor era insoportable, y cuando creí que el dolor no podía ser mayor, el dolor de concentro en el trasero y la piel, tenia unas ganas tremendas de quitármela. Con lagrimas en los ojos mire con horror mis manos y me di cuenta de que estaban cubriéndose de escamas verdes y en vez de uñas estaba teniendo garras, los pies era igual. Mire hacia atrás y me di cuanta de que me estaba saliendo cola, una cola larga y puntiaguda, recubierta de escamas verdes, mi columna vertebral sobresalía de mi espalda, tenia todo el cuerpo recubierto de escamas, mi ropa había desaparecido.

Busque alguna cosa en la que poder reflejarme para ver como era mi cara. En el charco de sangre que había dejado al escupir, pude ver mi reflejo. Toda mi cara estaba recubierta de escamas, las mejillas algo hundidas, mis ojos eran amarillos con una fina linea como pupila, mis dientes eran afilados y mi pelo se había juntado creando restas.

Que... me había pasado?

-Que?! No me digas que tu magia es Take Over?!

-SI! Que me has echo?!

-Mierda! Acabo de crear mi propia muerte!

Vivora salio corriendo, yo me levante a duras penas, y me lance a perseguirlo. Me di cuenta de que mis reflejos eran mejores, mis oídos mas finos y mi vista mas audaz. Entonces reaccione, el no me había echo nada, bueno me había lanzado veneno si, pero no me ha afectado como a alguien normal, mi cuerpo, mas bien mi magia a absorbido ese veneno para transformarlo en un Take Over Reptil. Era algo parecido al de Elfman pero mas fuerte, rápido y poderoso.

Me lance encima de Vivora como un animal hambriento, le mordí en cuello y este empezó a gritar. Mire la herida y me di cuenta de que como una serpiente le había envenenado.

Me di la vuelta y empece a irme, dejando a Vivora retorcerse de dolor, como lo había echo yo hace solo unos minutos.

NARRA ELOÏSE

Salí desesperadamente de la cueva. No me podía creer que había podido estar tan ciega como para no darme cuenta antes!

NARRA ADEYDIR

Avance decidida hacia la cueva del medio, al estar lo suficientemente cerca ampeze a oír unos gritos, gritos de mujer, y esa voz me sonaba, sabia que na había oído en algun sitio pero no sabia donde. Entonces escuche otro grito y esta vez con mi nombre en medio de la frase diciendo que no me hacer case mas, pero no podía dejar a esa mujer sola, sobretodo porque esa mujer era mi madre.
Corrí mas rápido. Vi a lejos una luz y entonces me encontré en una sala redonda a untada por columnas, arriba había una cúpula dejando ver en cielo estrellado, se podían ver algunos constelaciones, pero por extraño que parezca creo que la constelación de la osa menor y la mayor brillaban mas de lo normal.
-Pero mira a quien tenemos aquí! Pero si no es ni mas ni menos que Adeydir Zodiacal!
Me gire rápidamente para encontrarme cara a cara con un joven que aparentaba mi edad. Rubio como yo y de ojos oscuros aunque vida un destello amarillo en ellos.
-Tu debe de ser Coco -lo mire fríamente.
Su cara se desencajo al oír como ma llamaba.
-NO OS PELEIS OS LO SUPLICO NO LS AGUAIS DAÑO!!
Me sorprendí al oír a mi madre. Estaba atada con cadenas en las manos y pies a una de las columnas. Toda llena de sangre y cortes. Su pelo estaba desordenado y nos miraba suplicando. Vi en sus ojos como miraba a Konton y note que algo estaban escondiendo. Pero no me pare a pensar en eso ya que Coco vino corriendo hacia mi deja del un rastro de humo negro.
Me lanze hacia el decidida, la profecía habia hablado.
Yo tenia que matarlo, matar a Agnologia, matar a un monstruo.

Mi vida en Fairy TailDonde viven las historias. Descúbrelo ahora