¿Los caminantes? Bueno, a estas alturas, ya son efectos secundarios del apocalipsis. Las personas son una amenaza aún más grande que los muertos.
Han transcurrido varios meses después del último ataque a la prisión por parte del Gobernador y su ejér...
LACUARENTENAya llevaba un día y en ese día ya habían muerto más gente de las que se hubiesen querido. Lynn estaba mejor de su cabeza, al menos físicamente... Michonne también se recuperaba, pero hasta el momento se mantendría en la prisión.
Tyreese era quién más destrozado se encontraba. Justo el día antes, cuando empezó el brote de gripe, solo Karen y David estaban contagiados. Les pusieron en cuarentena, sí, fueron los primeros, pero es que ese mismo día por la mañana cuando se aumentaron los contagiados, David y Karen habían aparecido muertos, carbonizados. Nadie lo sabía salvo los del consejo... y Tyreese.
—¿Los encontraste así? —preguntó Rick con cuidado, de espaldas a Tyreese y con la vista fija en los humeantes cadáveres.
Él se giró despacio.
—Vine a ver a Karen —dijo —y vi la sangre por el suelo. Luego, los olí. Alguien los sacó hasta aquí y les prendió fuego. ¡Los mataron y los quemaron! —se acercó peligrosamente, estaba cabreado con quien hubiera hecho aquello... estaba furioso. Daryl se colocó detrás de él, por si se le ocurría hacer alguna estupidez —. Eres poli. Descubre quién lo hizo y tráemelo, ¿entendido?
—Ty... —Lynn trató de acercarse, pero el mencionado ni se inmutó, seguía fijando sus ojos inquisitivos en Rick.
—¡Tráemelos a mí!
—Averiguaremos quién fue —intervino Daryl, tratando de alejarlo. Fue cuando a Tyreese se le fue la holla y agarró a Dixon de la camisa, para estamparlo contra la pared haciendo presión. Lynn rodó los ojos, decidiéndose a hablar.
—Eh, suéltalo —dijo tranquilamente. Daryl no se resistía a su agarre y la pelirroja caminó hasta Tyreese —. Me da igual si lo matas —aclaró, alzando sus manos —, pero piensa en Karen. Ella no habría querido que terminaras así.
—¡Karen no se lo merecía! ¡David no se lo merecía! ¡Nadie se merece esto!
—Lo sé y lo siento, enserio —Lynn tomó aire —. Yo sé lo que es perder a alguien que te importa, Ty, y no mejora con el paso del tiempo... pero, ¿esto es lo que quieres? Rick se desvío —le señaló —, yo me desvié. Jugar a ese juego es peligroso, porque nunca sabes cómo salir ileso.
Tyreese vaciló, al borde de las lágrimas.
—Quiero que los encuentres y me los traigas —pidió a Rick, soltando a Daryl de una vez —. Por favor. Encuéntrale.
Grimes asintió poco convencido. Luego, Tyreese volvió a recaer en el cadaver carbonizado de Karen y salió de allí antes de quebrarse por completo. Lynn se pasó las manos por su cabello y miró a los demás. Dixon no paraba de observarla; después de todo, había visto por unos segundos a la Lynn de antes.
—Esto —apuntó a los cuerpos —es una putada y nos traerá problemas.
Carol se mantenía callada.
—¿Qué? ¿Es lo suficiente grande ya para estropear tu idea de pacifismo? —inquirió a Rick, paralizado. Hacía tiempo que él y Lynn ya no hablaban; más específicamente desde que Grimes decidió hacerse granjero y Ford seguir a lo suyo. En ese momento, Asher se dejó ver por la puerta; casi no podía andar bien, se sujetó en la puerta para no caerse. Lynn negó con la cabeza y se acercó corriendo —. Asher...
—Va a ser que sí... —fue lo único que dijo As, alejándose de la pelirroja y tosiendo. Estaba muy mal, medio mareado —. Creo... —volvió a toser —. Joder, creo que lo he pillado.
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