↳ 11 |death opens it's doors folks

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11. LA MUERTE ABRE SUS PUERTAS, AMIGOS

MIENTRAS QUE RICK CHARLABA "amigablemente" con el Gobernador, Daryl ya se las había ingeniado para ir distribuyendo las armas a cada uno de los espectadores del encuentro. He de decir que fue muy discreto; en fin, pues como buen traficante apocalíptico que era, claro que sí... y eso sin apartar sus preciosos ojos azules de Grimes.

—Tenemos que hacer algo —Carl estaba impaciente, observando a su padre en la distancia. Tenía un mal presentimiento y... estaba al cien por cien convencido de que tal reencuentro entre rivales acabaría en un fatídico final. Como siempre... As analizó la situación por la mira del arma que le tendió Daryl.

—No, lo que tenemos que hacer es esperar —le dijo su mejor amigo. Sería un suicidio enfrentarse ya, de repente, y con su gente en peligro —. Rick está en ello.

—Están hablando —argumentó Carl —. Podríamos matar al Gobernador.

—¿A cincuenta metros? —cuestionó Daryl, a su lado. Negó con la cabeza.

—Con estas mierdas no llegarías ni a quedarte un poco cerca —le dio la razón As, señalando las armas. A ver, eran buenas para defenderse, pero tampoco para tirar cohetes... —; ni siendo Deadshot, colega.

—Yo puedo hacerlo, acabaría con esto ya.

—Relájate, Carl —intervino Lynn —. Solo... dale tiempo a tu padre.

Carl suspiró a regañadientes y volvió a centrarse en el espectáculo.

—Debe quedar una hora de luz todavía, id haciendo las maletas —iba diciéndole el Gobernador a Rick —. Cuanto más esperéis, más difícil os resultará escapar.

—Podríamos... —ay, pero que difícil era pronunciar esas palabras —vivir aquí todos juntos —el Gobernador sonrió con burla; ¿Rick Grimes se estaba arrastrando? —. Hay bastante sitio para todos.

—Más que de sobra —admitió —, pero mi familia no dormiría sabiendo que tú estás bajo el mismo techo.

—Viviríamos en otro pabellón, no tendríamos que vernos siquiera...

—Podría ser —se metió Hershel, girando un poco la cabeza en dirección al enemigo —y usted lo sabe.

—Antes quizás, pero ahora no. No después de Woodbury, después de lo de Andrea.

—Oiga, no digo que vaya a ser fácil. Lo cierto es que sería muchísimo más difícil que... iniciar una guerra entre los dos bandos, pero no creo que tengamos elección.

—Nosotros no, tú sí.

—No nos iremos —repuso convencido. Estaba un poco ya hasta las mismísimas pelotas del gran ego que tenía ese hombre frente a él; ¿cómo podía pedirle abandonar el lugar por el que tanto se habían sacrificado? —. Si intenta obligarnos, lucharemos. Como ha dicho, los disparos sólo harán venir a más caminantes, tirarán las verjas y sin las verjas este sitio no vale nada, así que... o vivimos todos en la prisión, o no vivirá nadie.

Bien, ahí fue cuando lo cabreó. El Gobernador bajó del capó del coche y uno de los hombres le pasó la espada de la samurai; dio pasos firmes, y tirando por la borda su paciencia, colocó la Katana a tan solo un par de centímetros del cuello de Hershel.

—Ya arreglaremos las verjas —masculló. Maggie y Beth soltaron gritos ahogados cuando advirtieron las intenciones que tenía el Gobernador... y digamos que por su historial, temían por la vida de su padre. Rick comenzó a flaquear y el muy hijo de puta, le miró como diciendo: "No dudes en que lo haré, Grimes". Rick intentó mostrarse impasible, no dejar ver su debilidad... aunque estaba más que claro que muy bien no le estaba funcionando. Vamos, se trataba de Hershel...; ¿cómo salvarle sin empeorar la situación? ¿Cómo hacer lo correcto cuando no sabías qué lo era?

𝙁𝙄𝙂𝙃𝙏 ▷ ᴅᴀʀʏʟ ᴅɪxᴏɴ; ᴄᴏᴍᴘʟᴇᴛᴀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora