↳ 14 |we have a mission, yes: to save humanity

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14. TENEMOS UNA MISIÓN, SÍ: SALVAR LA HUMANIDAD

TARA APUNTABA cada giro que daban en su mano cuando recayó su mirada sobre Glenn, quien fue abriendo poco a poco los ojos. Lo primero en lo que se fijó nuestro amigo coreano fue en que se movían: luego se dio cuenta de que se encontraban sobre la parte trasera del convoy militar que vio antes de desmayarse. Lynn admiraba el "bonito paisaje apocalíptico" antes de voltearse a observar a Glenn.

Kasper, por otro lado, se hallaba en el asiento de piloto con Abraham; exacto, el hurón prefería ir en primera categoría y abandonar a su loca dueña, pero qué traidor...

—Hombre, bienvenido de nuevo —comentó Lynn. Glenn se reincorporó lentamente, un poco aturdido.

—Eh, no te muevas —advirtió Tara. Cogió la cantimplora de agua que les había cedido muy "amablemente" y a su manera Abraham, desenroscó el tapón y se la tendió al asiático.

—¿Dónde estamos? —pues sí, estaba confuso. Acababa de volver a la vida por tercera vez y qué queréis que os diga, la desorientación era normal.

—No lo sé —contestó Tara, inevitablemente fijando sus ojos marrones en los verdes de Lynn. No es que desconfiase de la pelirroja, no, es que directamente no sabía cuáles eran sus intenciones después de escucharle decir al cabecilla del trío nuevo que era su hermana —, ¿nos lo dices tú, pelirroja? Estábamos peleando contra unos zombis y te desmayaste en cuanto llegaron esos tres... Lynn tuvo un emotivo reencuentro con el otro pelirrojo.

La aludida entrecerró los ojos en dirección a Tara; qué cojones... esa tía le había caído bien. No podía molestarse por ese comentario.

—¿Qué coño...? —Glenn seguía sin saber qué ocurría. Miró a Lynn, en busca de una mejor y más detallada explicación... sin embargo, su mente reaccionó enseguida. Sí, pero más bien por ese lado que le gritaba un único nombre: Maggie —. ¿Habéis visto el autobús? En la carretera, ¿había algún autobús?

Lynn y Tara permanecieron en silencio por unos segundos, compartiendo miradas cómplices.

—Sí —acabó por confirmar Tara.

—Pero, Glenn... —intentó Lynn, claro que fue interrumpida al instante por su amigo.

—Lynn, ¿que visteis? —cuestionó. Joder, necesitaba saberlo, necesitaba tener una respuesta, necesitaba pruebas, una señal, lo que fuera: tenía que confirmar que Maggie estuviera viva fuese como fuese —. ¿Qué visteis, joder?

La pelirroja suspiró.

—No había supervivientes —comunicó —. Eso no significa que...

—¿Cuánto hace que lo pasamos?

—Tres horas —anunció Tara, que para algo había llevado la cuenta. Glenn asintió, como pensando bien en lo que haría, y convencido, se giró a la ventanilla tras él, único acceso del convoy desde la parte trasera a la delantera. Lo golpeó.

—¡Eh, eh, para el camión! —¿la respuesta de Abraham? Su dedo medio. Sí, sin duda era él; ni siquiera se volteó para observar al asiático, solo siguió conduciendo. Claro que había otro detalle: Glenn Rhee no se iba a rendir tan fácilmente... y mucho menos teniendo la ayuda de Tara, quien empezó a aporrear el cristal también. La única que no hizo nada fue Lynn.

—¡Eh, gilipollas, que paréis!

Glenn agarró su arma e intentó algo más radical al no obtener una respuesta. La estampó contra el cristal, agrietándolo con éxito en el proceso.

𝙁𝙄𝙂𝙃𝙏 ▷ ᴅᴀʀʏʟ ᴅɪxᴏɴ; ᴄᴏᴍᴘʟᴇᴛᴀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora