05.

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Hoy se cumplía una semana que no lo veía, exactamente desde el día en que lo había curado y para ser realista Jeon había esperado que el niño por lo menos le agradeciera por haberlo sanado o que su peor pesadilla se hiciera realidad y que el mocoso terminara por invadir su departamento ya que él le había dado el permiso para hacerlo. Pero no, desde ese día, no se lo había cruzado para nada.

Y después de pensarlo y dar muchas vueltas al asunto decidido que lo mejor era preguntarle el mismo como seguía. Era también la mejor manera de sacarse ese malestar que se le había incrustado en el estómago por culpa de algunos pensamientos, en donde Jimin era golpeado, solo que esta vez había terminado hospitalizado. Esa simple idea había hecho que por su cuerpo pasara un escalofrió.

Entonces eso fue lo que lo llevo a la entrada del departamento del mocoso y otra vez miro la puerta no muy seguro de tocar, pero tenía que hacerlo. Uno, dos, tres golpes bastaron para que abrieran la puerta.

—  Jungkook, que sorpresa — Jennie, la hermanastra de Jimin, le sonrió encantada — Pasa — lo invito a pasar coqueta.

— Solo... vine a saber si tenías un poco de leche que me pudieras dar... es que ya no tengo... — dejo de hablar sintiéndose verdaderamente un idiota al inventar una excusa tan tonta, pero fue lo primero que se le ocurrió al no ver al niño por ningún lado.

— Déjame ver si hay... como él insoportable ahorita no está.

— ¿Tú hermano no esta? — Jungkook  instintivamente miro a las habitación.

— ¿Lo conoces? — Jennie hablo mientras se dirigía a la cocina.

— Si me lo he cruzado un par de veces por el edificio — mintió. Ya que no pensaba decirle que se lo había topado aquella mañana donde se había levantado todavía un poco ebrio después de acostarse con ella.

— Espero que ese bastardo no se haya comportado tan grosero contigo. Veras ese niño es muy problemático — explico la hermana revolviendo la nevera — No, por lo visto no hay. Ese estúpido se toma todo y como desde hace días no está, parece que no repuso lo que se comió.

— Está bien. Gracias de todos modos — Jeon pensó en irse pero la inquietud que lo embargaba era más fuerte — Sabes la semana pasada me lo cruce y parecía que había sufrido un accidente... es decir tenía un moretón y...

— Ese muchacho es un nido de problemas — refuto molesta sentándose en una de las sillas mientras encendía un cigarro. Y ahora que Jungkook veía la casa era un completo desorden, muy diferente a lo que recordaba de ese día en donde había conocido a Jimin. — Al parecer tuvo una caída en el colegio, cosa que dudo, si lo conocieras al instante te darías cuenta de que es un chico muy problemático que llama a los golpes... por lo que estoy segura que alguien lo golpeo, pero el muy estúpido lo hizo pasar como si hubiera sido un accidente o algo por el estilo, sino hubiera mentido esta hubiera sido una gran oportunidad para mi.

— ¿Oportunidad? — Jeon sabía que la respuesta que Jennie le iba a dar no le iba a gustar.

— Si la oportunidad de sacármelo de encima. Es decir... lo aprecio... solo que a veces me trae muchos problemas y creo que necesita ir a un internado.

— Quizás él solo necesita un poco de atención, todos los chicos a su edad son un poco rebeldes. — las palabras del mayor ocultaban la decepción por saber que esa mujer lo último que le importaba eran los problemas de su hermano. Intento no culparla, tal vez ella también había tenido una vida difícil, pero sin embargo tampoco podía justificarla.

— Ese chico es un caprichoso, es igual de idiota que su madre... es un bueno para nada y no sé porque tengo que cargar con él.

– Pero los golpes que tenía en su rostro.¿Acaso eso no te preocupa?

— Siempre está peleando, Jungkook. Así que no.

— Pero no puedes hablar tu con él... eres su hermana mayor — reprocho incrédulo.

— Te estoy diciendo que es un chico problemático.

Jennie le contesto cansada, ya que le estaba comenzando a molestar el hecho de tener a ese hombre guapo y tentador en su departamento y que él solo se pusiera a hablar de su maldito hermano, cuando bien podían estar haciendo otra cosa más interesante.

— Si el cree que puede lidiar con ello, entonces que lo haga, no tengo porque andarlo cuidando como si fuera un bebé.

— Pero él necesita que alguien lo escuche.

El escritor sabia que no debía de meterse, al fin de cuentas él no era nadie, solo un simple vecino y por la cara de aquella mujer parecía que no le importaba en absoluto.

— Él es un idiota, Jungkook. No solo te dejes llevar por su imagen de niño bueno, porque no es así.

En ese momento Jeon supo que tratar de razonar con la chica era imposible.

— Bueno, pero, ¿él está bien?

— No sé. Solo tengo entendido que por el incidente que tuvo en el colegio le dieron unos días, así que el bastardo aprovecho para ir a ver al vegetal de su madre.

— Me voy. — Jungkook se levantó dispuesto a irse, no podía seguir escuchando a esa mujer. Y ahora se encontraba un poco más tranquilo de saber donde podría estar Jimin en estos momentos.

— Oye, Kookie... - la joven se paró y camino hasta donde estaba él — No te gustaría quedarte... digo estoy sola y podríamos repetir lo de aquella noche y sinceramente eso me encantaría — lentamente acaricio el pecho masculino de Jungkook, mientras se acercaba para darle un beso.

— Discúlpame, pero tengo mucho trabajo. — Jeon corrió la cara y se alejó de ella. — Compermiso.

Jimin no había exagerado cuando le había contado que aquella mujer lo detestaba, la sola mención del nombre de su hermano la llenaban de repulsión. Se notaba que cargaba con algo que le desgradaba por completo y era tener al menor cerca. Pero por mas resentimiento que tuviera hacia Jimin, eso no la justificaba, porque el menor no tenía la culpa de nada y mucho menos de que su padre abandonara a su madre. Ahora el chico se encontraba solo en la calle ya que su propia hermana condenaba a su suerte... era claro que para el menor debería ser difícil vivir día a día con alguien que lo detestaba, era de esperarse que fuera así de insolente, quizás sentía que el destino estaba en su contra y ahora por eso aborrecía al mundo.

Pero de pronto ante todo eso, Jungkook sonrió. ¿Qué hacía pensando sobre la vida de aquel niño? O peor, ¿Por qué ese mocoso últimamente ocupaba todos sus pensamientos. ¿Qué si estaba bien? ¿Qué si era bien cuidado? ¿Qué si tenía una vida difícil? A él que rayos le importaba, al fin de cuentas era solo su vecino, era alguien que solo había conocido por casualidad... al despertar borracho en una casa que no era la suya.

Miro hacia el escritor y vio que allí estaba su portátil, esa que casi últimamente no tocaba y en donde su novela estaba estancada. Quizás Yoongi tenía razón y por estar pensando tanto en ese chiquillo no podía concentrarse y cada día más se estaba volviendo más complicado.

Después de un momento miro la hora de nuevo y ya pasaban de las diez de la noche y supo que por más que mirara la pantalla de su PC y los dedos se movieran, apenas leía los fragmentos que había escrito y los borraba al instante porque muchos de ellos no tenían lógica.

En ese momento el timbre sonó en medio de ese silencio cosa que lo hizo saltar en su lugar.

— Jimin.. — susurro plasmado y se las arregló para ocultar la satisfacción que tuvo tan pronto vio al mocoso de pie en la entrada de su departamento. Estaba vestido con la misma pijama que llevaba el día que lo conoció, junto a unas pantuflas de peluche y con su mochila en la mano.

— Él mismo. — le sonrio.

Problemático➳                     난 Jungkook x Jimin 한 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora