Almas De Ceniza

La Legión De La Luz

En Aldia, mientras tanto el general Afflicted, también tenía un plan para reforzar sus tropas, y acabar con Oceiros de una vez por todas, pero su objetivo no era Oolacile, sino Anor Londo.

Sir Alonne, era el mejor amigo y mano derecha de Afflicted, ambos soldados de Anor Londo, criados allá, sabían que el potencial de Anor Londo aún seguía allí, asi que ambos quedaron en un acuerdo, mientras en Aldia Afflicted preparaba más las tropas y reclutaba más soldados, Sir Alonne iría con treinta soldados a tomar Anor Londo, reconquistar la desolada tierra, tomar las poderosas armas y armaduras y remplazarlas por las de hierro viejo que tenía Aldia.

Sir Alonne estaba en la plaza central de Aldia, sentado en un escritorio que mandó a colocar junto con una carpa, tenía una lista escrita a tinta con algunos espacios, allí el caballero esperaba que se inscribieran treinta soldados, pero incluyéndolo a él iban veintitrés, de los cuales, ninguno era un soldado, sino campesinos que iban por sus familias, pues si había oportunidad de salvar Aldia, los más interesados eran los campesinos.

Sir Alonne sabía que los verdaderos soldados, creían que sería mas honorífico y menos horrible morir batallando contra Oceiros que tener un cruel destino en el reino caído de Anor Londo, algo que los campesinos reclutados ignoraban.

Sinh, Varg y Cerah, eran tres caballeros de Aldia, Sinh, un muy hábil guerrero con la espada, Varg usaba un gran escudo y un hacha de leñador, y Cerah era una guerrera muy hábil que usaba una daga en cada mano, los tres jóvenes fueron criados por campesinos, hasta que perdieron todo en uno de los ataques de Oceiros.

Los tres se hicieron amigos en un refugio de huérfanos, donde decidieron entrenar para entrar al ejercito de Aldia, una vez dentro, sabían que jamás serian reconocidos, pues muchos de los que servían tenían mas renombre, siendo soldados de Anor Londo o hijos de soldados de Anor Londo, solo eran puestos a tareas fáciles de pequeño orden público o llamados de atención, igual que los demás soldados sin reputación.

- Inscríbete tu primero - dijo Cerah que empujo a Varg al otro lado de la plaza.

- ¿Por qué yo? - preguntó Varg.

- Vales por dos - dijo Sinh.

- Eso es ofensivo - contestó Varg.

Los tres avanzaron indecisos, Sinh y Cerah usaban de escudo a Varg, como si el guerrero sentado en aquella carpa les fuera hacer algo.

- Bu…buenas tardes - tartamudeo tímido Varg.

- ¿Qué se les ofrece? - preguntó Sir Alonne - ustedes dos dejen de esconderse sobre este guerrero.

Sinh y Cerah dieron la cara avergonzados.

- ¿Vinieron a inscribirse? - preguntó Sir Alonne.

- Si señor - contestó Sinh.

- Son soldados de vigilancia - contestó Sir Alonne - dudo que hayan estado en combate, ¿siquiera saben a dónde es la conquista?

- Claro, claro, claro - dijeron los tres mientras se miraban confundidos.

- No es un bosque lleno de hadas - afirmo Sir Alonne - Es para ir a Anor Londo.

- Sí, lo sabemos - dijo Sinh - espere ¿dijo Anor Londo?

- Ohhh - dijo Varg dándose media vuelta - lugar equivocado, lo lamentamos.

- Si - dijo Cerah que hizo lo mismo - ya nos vamos.

- ¿Por qué Anor Londo? - preguntó Sinh.

- Vámonos Sinh - insistían los otros dos en voz suave para que Sir Alonne no los escuchara.