Leone abrió sus ojos, estaba en un palacio real inmenso y brillante, parecía uno de sus sueños. En sus manos, la joven tenia una vieja espada rota.
- Bienvenida - dijo una fuerte voz al frente de ella, Leone miro al frente, y vio al rey, aquel que era exactamente igual a su espada.
- Yo, Soy Gwyn, rey de Anor Londo.
- ¿Esto es un sueño?
- Algo así - contestó el rey.
- ¿Qué es este lugar?
- Sígueme.
Leone siguió a Gwyn por el palacio hasta la parte más alta.
- Es hermoso este palacio.
- La vista es mejor.
Llegaron al balcón más alto de palacio, y salieron.
- Esta fue alguna vez Anor Londo.
Leone no podía creer lo que sus ojos veían, el alba del amanecer hacia que el gigantesco reino pareciera el cielo, pues no existía nada parecido.
- Es…bellísimo.
- Este es tu legado.
- ¿Mío?
- Por acá.
Leone lo siguió hacia un jardín. Allí en una banca al frente de una laguna, estaba una mujer.
- Ella espera.
Leone se acercó a la mujer.
- Siéntate - le dijo la mujer - tenemos todo el tiempo del mundo.
- Yo…no tengo tiempo - dijo Leone.
- ¿Por qué?
- No…lo sé.
- ¿Por qué?
- No…no lo sé.
- Estás perdida, hija mía.
- ¿Madre?
- Sí, soy Kalameet, sucesora de Gwyn.
- ¿Qué hago aquí?
- Tu dime.
- No lo sé.
- Bueno, tomaste la lanza.
- Si.
- ¿Por qué?
- ¡No lo sé!, ¡¿Puedes decirme que pasa?!
- Estas muriendo - contestó Kalameet.
- ¡¿Qué?!
- La lanza es el arma más poderosa jama creada, cuando te ganas el derecho de tenerla, puedes invocar rayos, incluso sin tener idea de ello, además de ser indestructible, ahora ¿Por qué dártela?
- Yo…
- Dime.
- Es que…
- ¡DIME!
- ¡QUIERO SER IMPORTANTE PARA EL MUNDO!, para muchos ni siquiera existo, y para otros, solo soy una asesina más, cuando lo único que he querido es cambiar el mundo y ser importante.
- Lo serás - dijo Kalameet - el poder está en tus venas.
Kalameet abrazó a su hija.
- Tu ojo tiene un poder inimaginable, y junto con Lanza Conquistadora serás imparable, pero usa el poder sabiamente, no cometas mis errores, te amo hija…
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Almas De Ceniza
FantasíaUltima Parte de "Almas de Acero". El destino ha dictado que a llegado el momento de definir o erradicar una era.