Tokio.
Fue difícil tener a nuestro enemigo como amigo, para todos fue como un balde de agua fría, pudimos protestar incluso rechazar la entrada de Lisboa a la banda, pero no pudimos, era como si estuviéramos quitándole una parte al profesor...El ambiente era tenso, se podía sentir en el aire que al menor suspiro se podría romper esa aura de tregua y encaminarnos a la guerra. Todas las miradas iban dirigidas a dos personas en particular, quienes se mantenían firmes, tomados de la mano.
Sabían que esto sería difícil.
Pero ninguna ecuación podría predecir una reacción exacta.
— ¿Y qué quieres que hagamos? — Nairobi habló rompiendo el silencio — ¿Qué la aceptemos como si nada? estuvo a punto de mandarnos a todos a la mismísima mierda.
— No seas tan dura — Helsinki intervino y le regalo una sonrisa a Raquel — Amor es amor, Lisboa es ahora una de los nuestros, y si el profesor confía en ella, yo también lo haré.
Se escucho un suspiro en la cabecera de la mesa. Sergio se recostó en la silla y tiro más de la mano de Raquel, tratando de calmarse. Raquel se mantuvo firme, pero podría sentir el temblor de sus piernas, tuvo suerte de que la mesa logrará tapar esa parte de su cuerpo.
— Es cálido tener a alguien normal en la banda — Mónica dijo cuando el ambiente volvió a ser tenso, la banda la miró con la ceja alzada, dispuestos a atacar — Quiero decir, alguien que no sea ladrón — soltó una risa nerviosa, todos los ojos fulminados en Mónica se suavizaron y soltaron una intensa carcajada.
La pareja se miraron a los ojos por un segundo, transmitiendo sus miedos e inseguridades. El camino era largo, posiblemente lleno de tormentas, discusiones, desconfianzas e incluso de posibles peleas, pero se mostraban optimistas.
Sergio esperaba que todos aparte de aceptar a Raquel, la respetarán como un igual o incluso como un superior, como su mano derecha y que merecía la misma confianza que le tenían a él. Al mismo modo que Raquel pudiera entender que la banda eran más que simples delincuentes tomando malas decisiones, que los viera como él los veía a ellos.
Como una familia.
— Supongo que está bien — Denver pasó un brazo por los hombros desnudos de Mónica y le regalo una sonrisa — Bienvenida a la banda, Lisboa
Se escuchó el chasquear de los vasos y las risas compulsivas a causa del alcohol. Nairobi no miraba feliz la escena, tal vez porque presentía que la presencia de la inspectora podría cambiar el nivel de mando del profesor.
Levanto la vista cuando sus compañeros se movieron de sus asientos camino a la playa, miro con una ceja alzada el cómo Raquel le acaricio el cabello y lo beso en la mejilla, escuchando un suave "Buenas noches" antes de desaparecer de su vista.
La cara del profesor era todo un poema, se veía realmente muy enamorado.
— Pensé que las relaciones personales no estaban permitidas — el hombre se giró en su dirección, sorprendido, tal vez pensando que se había ido a la playa junto a sus compañeros.
Se llevó los brazos al pecho, esperando una respuesta, la cual jamás llego. Nairobi simplemente suspiro y se levantó lentamente, Sergio se aclaro la garganta pero aun asi ningún ruido volvió a entorpecer el silencio que se había instalado entre aquellas dos personas.
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"𝕷𝖆 𝖚𝖓𝖎𝖈𝖆 𝕱𝖎𝖘𝖚𝖗𝖆"©(SERQUEL) «La Casa De Papel»
Lãng mạn𝑵𝒊 𝒆𝒏 𝒔𝒊𝒆𝒕𝒆 𝒓𝒆𝒆𝒏𝒄𝒂𝒓𝒏𝒂𝒄𝒊𝒐𝒏𝒆𝒔 𝒆𝒏𝒕𝒆𝒏𝒅𝒆𝒓𝒊𝒂𝒔 𝒍𝒂 𝒏𝒂𝒕𝒖𝒓𝒂𝒍𝒆𝒛𝒂 𝒅𝒆 𝒏𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒐 𝒂𝒎𝒐𝒓. Un día, puedes ser feliz en Palawan, vivir una completa historia de amor. Pero casi en la misma línea de tiempo, puede...