Georgia

Capitulo 03

-¡Ey!-grito Nora pasando mi lado, traía una campera negra con capucha de algodón gris.

-Adelante, chicos-les dije al resto.

Mis dos amigos subieron las pocas escaleras, metiéndose dentro y cerré, corrimos el pasillo. Aunque Nora ya estaba dentro de mi departamento, llegamos. Cole cerró detrás de él, me acerque a mi amiga que estudiaba la nevera para guardar las latas de cerveza. Fui por el pollo que estaba cocinándose en la estufa, aun faltaba como unos quince minutos. Leo se acerco para observar cómo acompañaría el pollo, me quede pensando y le sugerí una opción; puré de patata o ensalada mixta.

-¿Qué tienes para la ensalada?-dijo Leo- Es que,  empecé una dieta. Voy por el quinto día.

-Fíjate en el cajón de la heladera- le dije.

Me acerque a Nora que estaba buscando algo de música entre mis discos de rock, le miré mientras hacía muecas de disgusto. Rodee los ojos, tomando el albúm de Green Day y ella se hundió de hombros, era el primero del grupo musical. Lo coloque, dejando un volumen adecuado ya que la primera  vez que use los parlantes en una fiesta, desperté a media cuadra. Nora dio un giro, caminando hacia la sala con anexo al comedor dejándose caer sobre el sillón. Volví a la cocina, donde Leo estaba preparando  la ensalada. Vi que estaba rayando unas zanahorias sobre el bol rosa. Parecía que todo iba bien con mis amigos, después de esta tarde cuando recibí la gran noticia de Bill, necesitaba distraerme y beber con un motivo, en este caso, divertirme entre amigos.

-¿Qué paso con Bill?-dijo mi amigo, tomando la segunda zanahoria. Me quedé helada, recordando todo y un hueco se formo en mi estómago.

-Fue a cenar con sus padres, insistieron asique decidió antes que sea más intensos.

-Espera...¿Acaso sus padres no estaban en Francia?-recordó Leo, mordí mi labio inferior.

-Sí, bueno...Bill y yo peleamos, ¿bien?

-¿Qué tipo de pelea?-intervino Cole con una vaso de cerveza, miré a ambos incrédula que tuviera que sacar el tema.

-Creo que de esas que te decepcionan-susurré, Cole logró oírme sobre la música.

-Oh-dijo él, asintiendo con la cabeza y se retiro, dejándome a solas con Leo.

Apoyé mi cadera sobre el mesón, no soy muy alta y llegó hasta cierto punto de las alacenas, por ejemplo el segundo estante ya me parece  demasiado alto. Leo termino con la ensalada, la condimento y resolvió, al rato apareció Nora bailando como una mona. Era una chica de piel trigueña, de cabello tupido y castaño claro. Tenía veintidós años como yo.  Nora me sacó a bailar a su lado, tiré mi cabeza hacia atrás haciendo tonterías como ella y luego, nos detuvimos para bailar estilo rockeros borrachos. Saltamos  sobre Leo, que pegó un grito ya que estaba distraído con la comida.

-¡Cole!-grito este- ¡Llama a urgencias, tenemos dos dementes para internar!

-Copiado, capitán-grito el otro desde el salón.

Nora saltó sobre Leo que le atrapo antes que se cayera, ella coloco sus piernas  alrededor de la cintura de Leo. Puse los ojos en blanco, me reuní con Cole que estaba viendo algo en su celular y asome  mi cara para ver lo mismo. Eran memes bastante divertidos, algunos eran referencias de los Marvel o The Simpsons. Tiré mi cabeza hacia atrás, arrellanándome hasta que recordé que tenía el pollo en el estufa y me levanté rápido, yendo a la cocina. Giré la perilla, sacando mi exquisito pollo con condimentos de todo tipo, Nora ayudo a poner la mesa para la cena y poco después, estuvimos cenando entre charlas y risa, recordando cosas de la secundaria donde nos conocimos todos, menos Cole que era mi vecino desde niña.

Nos quedamos hasta las dos de la  madrugada, habíamos comprado helado tras los berrinches  y amenazas de Nora. También, fumamos  marihuana que consiguió Leo. Hasta que Cole, se quedó dormido y no logré despertarlo, era un tronco cuando dormía. Yo, tuve que hacer un esfuerzo por no llamar a mi novio y saber cómo estaba, luego recordaba que me traiciono.

Me levanté a las nueve de la mañana, calenté la cafetera y pensé cocinar unos panqueques, tenía algo de crema para hacer pero no quería despertar a Cole, que dormía en el sillón. Asique, sería miel o salsa de chocolate, quedaba poco. Empecé a tomar cosas para la mezcla junto a un bol transparente. Oí los ronquidos de Cole, olvidaba que lo hacía. Sonreí. Poco a poco, llegaron momentos donde Bill se veía leal y ahora, destruyo toda una linda relación aunque quería omitir muchas cosas buenas ninguna me daba la oportunidad de perdonarlo. Había roto la confianza. Tiré la mezcla sobre la sartén ya enmantecada. Me quede viendo como la masa líquida se esparcía por todos lados hasta quedar redonda, el fuego estaba en mínimo.

-¿Panqueques?-escuche la voz de mi amigo desde la sala, asentí- Genial, después de la resaca, viene bien algo dulce.

-¿Miel o chocolate?-dije las opciones, saque el panqueque y puse otro poco de la mezcla.

-Ya sabes que odio la miel-recordó el chico, vi que estaba acurrucado en el sillón-. Chocolate hasta la muerte.

Asentí, saqué dos platos y seguí haciendo los hot cakes. Busque la botella de salsa de chocolate, que debería conseguir otra cuando hiciera la despensa. Ya casi todo estaba listo, serví café en dos tazas azules y llevé a la mesa. Llamé a mi amigo, que dio un quejido de pereza y se levantó con torpeza, acercándose a la mesa para desayunar juntos.

-Ya que comemos, me dirás porqué peleaste con Bill.

Un nudo se formó en mi garganta, bebí unos sorbos del café caliente y tomé un trozo de hot cake, mirándolo por unos momentos luego lo llevé a mi boca. Cole era un chico sereno, iba de directo hasta chocante. Solo, que teníamos una buena conexión como amigos de toda la vida. Sabíamos cuando uno estaba en problemas, y el otro aparecía para darle una solución.

-Tiene...-empecé diciendo con suavidad- Me engaño, no sé hace cuánto y ahora viene a decirme que es padre de gemelos.

Cole levantó sus ojos marrones como el café, asentí con la cabeza. Mi amigo paso su mano por su cabello teñido de rubio, pensando qué solución darme que no fuera tan dolorosa porque el daño ya estaba hecho ¿no?