Capítulo 25

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Ya habían pasado tres días desde que Ares había  llegado herido del Inframundo al mundo mortal siendo expuesto  a su verdadera imagen de un hombre de  unos cuarenta o cincuenta años, pero no dejaba su osadía  y valor para enfrentarse a nuevas batallas en el Olimpo, su hogar. Por mi lado, estuve buscando nuevos trabajos en agencias y conseguí llegar a un acuerdo con  el dueño de una tienda de pizzas.  Aún seguía esperando su confirmación, así  seguía buscando algo mejor. La renta estaba cerca de su límite, la señora Wang, estaba siendo tolerante, a veces era algo terca creyendo que yo no era responsable de mis prioridades, solo  seguía su corriente para no terminar en la calle.

Noviembre había finalizado. Hace un mes que me enteré de mi verdadero origen, temía que no fuera lo suficiente rápida para defenderme de las criaturas que sintieran mi presencia, mi aura. Así es como sucedía realmente.

Ares no aparecía para comenzar con los entrenamientos, estaba nerviosa con cruzarme con un troll o peor, con una químera. Casi siempre me sentía alterada por estas cosas en mi mente, un simple ruido y ya estaba alerta. Para mis sobrinas, era muy divertido que me asustará con facilidad, -si ellas supiera la verdad- También, aproveche la espera de Ares para estudiar más cosas de la mitología, analizando ciertos  dioses que no recordaba y capaz fuera necesario saber algo más de ellos. 

Estaba asado un pollo, con unas patatas y cebollas empanizadas que acompañaría la carne. Había invitado a mis amigos, nuevamente, logrando convencerlos de cenar y jugar al Monopoli. Nora estuvo hablando sin parar sobre un chico de su trabajo, el típico nuevo que deja suspiros sensuales en las mujeres,  ya mi amiga quería tirarse encima de él. Era toda una  bestia cuando se trataba de chicos. Para Cole era algo que no entendía de la chica y entraban en discusión.

-¿Acaso te digo con quién puedes flitear?-se defendió Nora, dio un trago a su limonada-. No deberías reclamar nada, menos a mí.

-Pero, hace cuatro meses que estás de novia y ya quieres engañarlo-dijo  incrédulo, eso me chocó  recordándome que Bill lo hizo conmigo, y le salió mal. Mis amigos seguían discutiendo, creo que apoyaba el rechazo de Cole por la calentura sexual de  Nora, ya que estuvo con Eros, también.

-¡Es mi vida, idiota!-gruño Nora, dejando el vaso con demasiada fuerza sobre la mesa- ¡No puedes mandarme, no tienes ningún derecho!

-Tienes razón, no puedo mejorar su estilo de vida pero deberías frenar un poco tu calentura y fijarte que los sentimientos realmente valen-sentenció Cole.

Había una gran tensión entre estos dos, nunca vi que pelearan tanto, por lo general, se echaban la culpa de hacer trampa en las cartas o hacer spoiler de alguna película y series que estuvieran viendo. Pero, no entendía porque el chico moreno le preocupaba que Nora estuviera coqueteando con varios muchachos. Por un lado, tenía razón y por  otro, no podía reclamar atención...¿Acaso Cole estaba enamorado de nuestra amiga?

-¿Cuánto falta para comer?-me pregunto Leo, acercándose con intenciones de salir del salón donde los chicos estaban insultándose.

-Veinte minutos-respondí, estaba jugando con un anillo de acero con un grabado de una G en el centro- ¿No parece que Cole está actuando raro con ella?

-Puede ser-vacilo Leo, rascó su nuca pensando pero eso se veía sospechoso y podría hacerme la idea que los celos de Cole eran verdaderos-. No debemos intervenir, sé que estás pensando.

-No creo que conquistar o declarar, tenga que ser explosivo con ella.

-Así es Cole, no tolera la manera que Nora se tira a los hombres con tanta facilidad-inquirió Leo, tomó la jarra de limonada y lleno su vaso, dio unos sorbos- Lo siento, Georgia, estamos arruinando tu noche.

-No pasa nada-sonreí- ¿Quieres pedir el helado? Capaz se calmen cuando tengan que elegir los gustos.

-Eso podría funcionar, Geo-dijo asintiendo con su cabeza, y se metió al huracán para entrenerlos y dejaran sus diferencias.

GeorgiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora