¿Empezar de nuevo?

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Capitulo III

Gerald: A ver, viejo, ya no te entiendo, ayer estabas totalmente destrozado por lo que viste y hoy me dices que ya no haras nada, y antes me dices que Helga no significa nada para tí y luego me sales con que la amas... ¿Quién te entiende? Bueno, entonces lo único que harás, es...

Arnold: Bueno, ayer hablé con mi papá y me hizo reflexionar muchas cosas y tiene razón, apenas tenemos 11 años, aún no sabemos realmente con quién pasaremos el resto de nuestras vidas, y que es mejor ir conociendo a más personas para saber quién realmente merece nuestro afecto. Amo a Helga, pero no puedo hacerle esto, me equivoqué con ella y como la traté, tiene razón nunca me di el tiempo de conocerla y ahora pago por ello, pero por lo que ví ayer es que ella está empezando de nuevo y seguramente sin mí, y está bien, mi amor por ella no cambiará en nada - Arnold no se dió cuenta que mientras hablaba de ella estaba agarrando muy fuerte el relicario de Helga que aún seguía en su pecho - la amo Gerald, pero no quiero lastimarla más, ahora solo trataré en ser su amigo o por lo menos le haré saber que cuenta conmigo en lo que ella necesite, pero para eso necesitaré la ayuda de Pheobe y la tuya...

Gerald: Ahora sí te reconozco, viejo, este eres tú, una persona que piensa con la cabeza. Bien, ¿en qué te podemos ayudar mi dulce Pheobe y yo?

Arnold: Será más de una vez que tendrán que ayudar, pero de a poco para que Helga no se entere.

Ya era de entrar a clases, Arnold y Gerald se sentaron al lado, mientras Pheobe y Helga iban entrando, Helga le contaba lo que había pasado el día anterior, Pheobe se sentía tan emocionada por su amiga, al entrar se dieron cuenta que los únicos asientos vacíos eran los que estaban detrás de Arnold y Gerald, pero como el profesor ya había entrado al aula se sentaron rápidamente, Helga paso lo más rápido a Arnold sin verlo ni un segundo, mientras Pheobe se sentía feliz por estar junto a Gerald.

Arnold vio como pasaba ella con su cabello todo suelto y que a cada paso que daba recordaba lo que vio ayer, como danzaba, su silueta, sus movimientos, sus ojos...

¡Oye Arnold!

Toda la clase empezó a reír.

Arnold: Emmm, lo siento mucho, me decían...

Sid: Este Arnold, otra vez pensando en Lila. - empieza a reír con su voz gangosa - Ja ja ja ja

Arnold oye risas y burlas y que detrás de el se escuchaba un quejido y un "cállate Sid". Sabía que era Helga quien lo decía, eso hizo que él se pusiera contento de saber que aún Helga lo amaba, pero sabía que Sid le había herido al decir eso enfrente de toda la clase.

Profesor Simmons: Ya, ya, cálmense, Arnold pon más atención a la clase, por favor.

Arnold: Discúlpeme, no volverá a pasar - decía esto mientras se puso muy rojo -

Arnold: Psss, Gerald - le arroja un papelito -

"Haz que Pheobe y Helga almuercen con nosotros, convence a Pheobe para que traiga a Helga"

Gerald: - con voz muy baja - Lo veo muy difícil, pero lo intentaré.

Unas horas más tarde sonó la campana del almuerzo, Gerald se dió la vuelta y hablaba con Pheobe para convencerla de almorzar los cuatro juntos. Ella le advirtió que tal vez Helga no iba a aceptar pero que intentaría.

Helga: Vamos, Pheobe, tenga mucha hambre, podría comerme una vaca entera, deja a tu Romeo y vámonos.

Phoebe: Ya voy.

El Relicario DoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora