Capitulo VI
El domingo paso muy rápido, entre ayudar al abuelo, salir de paseo con sus padres y terminar jugando videojuegos con su mejor amigo, aunque todos notaban la ausencia del rubio por más que lo negaba, él se perdía en las interrogantes que le lanzaba su cabeza como un martillo taladrando hasta el más profundo pensamiento; está bien, debía admitirlo pensaba en Helga más de lo que debía. Pero, ¿cómo no pensar en ella?, después de ver cómo Edgar aún tenía las flores, como Pheobe se veía de lo más preocupada entrando al auto de él, mientras no veía por ninguna parte el auto de los Pataki, o al menos a un Pataki, el que la presentación se haya demorado tanto. Además ese sentimiento de que algo estaba pasando.
El corazón le latía a mil por hora cuando pensaba en ella, lo único que podía hacer para amortiguar ese incesante latido era oprimir entre su pecho y el relicario que por más que lo pensaba estaba decidido a no quitárselo, pues representaba el amor que ella tanto le profeso, el liberar a sus padres de ese mal del sueño, entonces, ¿qué podía hacer? Tal vez solo esperar a entrar al aula de clases donde seguramente la vería conversando con Pheobe y al menos saber que ella estaba bien, tal vez planear alguna estrategia para poder hablar o intentar hablar con ella y aclarar la situación entre los dos.
Pero antes de ello, lo pensó más de una vez y fue el ir a la escuela caminando y así tal vez, poder chocarse con ella en esa esquina de camino a la escuela, y solo tal vez poder detenerla antes de que quiera huir, claro antes tener que escuchar una que otro insulto hacia su cabeza o su falta de coordinación para caminar *solo no lo eches a perder, Arnold*, pensaba para si el rubio, que ya iba planeando las palabras que usaría y definitivamente las que no debe usar enfrente de ella.
Ok, llegó el momento, vamos, destino, haz lo tuyo... - Arnold llega hasta la esquina y... Nada, no paso nada, no había nadie ahí para chocarse y tirarse al suelo - Esta bien, será a la hora del almuerzo. - pensó todo ello mientras seguía caminando hacia la escuela.
El timbre sonó y ya todos estaban en camino a sus respectivas aulas, entraban entre corriendo y caminando, entre soñolientos y muy pero muy despiertos.
Bien, Arnold. - suspira - Entras y muy decidido le dices que necesitas hablar con ella a la hora del almuerzo, pero recuerda mirarla fijamente a los ojos, ese es su punto de... ¡Ah!
Viejo, ya te volviste loco, estás hablando solo, ¿qué tienes el día de hoy? - Gerald había aparecido detrás de él, lo veía de manera inquietante, pues tal vez era momento de decirle.
Ah, viejo, hay algo que no te dije ayer, la verdad no sabía cómo hacerlo, sé lo que esto significaría par...
Muy bien niños, es hora de entrar - el profesor Simmons se apareció detrás de ambos muchachos empujándolos hasta el aula para que tomaran asiento e iniciar la nueva semana de estudios.
Será después, Arnold - dijo Gerald mientras se acomodaba en su asiento mientras veía a Pheobe que aún estaba muy mal desde el sábado, ahora tenía una misión más, aparte de ayudar y consolar a Pheobe ahora tenía que velar por su amigo y tratar de que no haga algún acto desquiciado. Pues, bien lo conocía y sabía lo que podía llegar a hacer por ella, pero...
Muy bien, hoy vamos a iniciaron una nueva semanas "especial" - empezó a decir el profesor. *Ojalá las horas pasen muy lento* pensó el moreno mientras oía la clase del señor Simmons.
Tocó el timbre anunciando a los ya hambrientos estudiantes que era hora de saciar su hambre. Arnold se levantó lo más rápido que pudo para poder hablar con Pheobe y preguntarle si sabía el porqué Helga no se había presentado el día de hoy y si ella no quería decirle nada, entonces, tal vez convencerla al contarle lo que vio el día sábado por la noche y así, tal vez, ella podría decirle lo que había pasado. Pero antes de que pudiera dar un paso una mano morena acompañado de un rostro de lo más preocupado lo detuvo.
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El Relicario Dorado
PertualanganPasó muchos años y Arnold se afana a la idea de volverla a ver, pero en el camino se encontrará consigo mismo. Un suceso algo loco que nos lleva a un Arnold y una Helga de nuevo en una aventura como en Industrias Futuro, está vez ¿Arnold se dará cue...