Amigos al Rescate

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Capitulo IV

Gerald: Reformulemos el plan Pheobe, hoy en la hora del almuerzo tú llevarás a Helga cerca del cuarto del conserje, ese  que está muy aislado de la vista de los estudiantes y que solo se abre por afuera, en cambio yo haré lo mismo con Arnold, harás que Helga entre primero, tendrás que ser muy ingeniosa para que ella entre sola y se quede ahí encerrada, y cuando esté hecho me enviaras un mensaje, yo estaré muy cerca de allí pero no tanto para que Helga no nos vea, entonces llevaré a Arnold y le diremos que por "error" Helga se encerró, y antes de que vaya a buscar ayuda le pediremos que intente abrir la puerta, para eso nosotros lo empujaremos y cerramos la puerta haciendo que ambos se queden encerrados en toda la hora del almuerzo.

Pheobe: Pero no creo que Helga se quede sin hacer nada, me refiero a cuando la "encierre" va a buscar cualquier método para abrir la puerta o salir de cualquier forma de allí.

Gerald: Lo sé, y tengo otro plan para eso, pues para distraer a Helga de que Arnold está por abrir la puerta, Curly la llamara por su celular, claro que yo le daré la señal, haciendo que se aleje lo más que pueda de la puerta.
Ah y no, Curly no sabe nada, piensa que le haremos una broma de mal gusto a Helga y por eso accedió a ayudarme.

Pheobe: ¿Gerald, estás seguro? ¿No crees que esto empeoraría su situación?

Gerald: Para serte sincero, tengo mis dudas, pero tengo una corazonada, además ya no puedo seguir viendo a mi amigo tan deprimente y queriendo intentar cada vez hablar con Helga sin lograrlo porque cada vez que intenta acercarse Lila llega y lo arruina todo.

Pheobe: Bueno si es así, tampoco me gusta ver a Helga tan decaída, dice que está bien, mejor que nunca pero sé que no es así.
Aunque debo confesar que mejoró un poco desde que conoció a Edgar, aunque él no sustituye a Arnold, ni lo hará nunca. 

Gerald: Entonces, ¿está todo decidido? Operación mejores amigos, en marcha...

Pheobe: Está bien, confía en mí, haremos que esos par de tortolos se hablen.

Gerald: Por cierto, te ves muy hermosa con ese suéter nuevo. - le guiña un ojo y suelta una sonrisa seductor -

Pheobe: Ay, Geral. - se sonroja -

Horas más tarde todos los estudiantes al escuchar el timbre que indica la hora del almuerzo salen lo más antes posible para poder tener un almuerzo digno de un estudiante y ocupar una buena mesa junto a sus amigos.

Arnold: No entiendo, Gerald, ¿por qué vamos por aquí? Del otro lado está la cafetería.

Gerald: Bueno, quería estirar un poco las piernas, además deberías agradecerme de que te haya salvado de "Lila" - voltea la mirada -

Arnold: Bueno, la verdad no sé que le pasa, está muy rara desde que Helga y yo terminamos. - baja la mirada muy triste -

Gerald: Anímate, viejo, hoy puede ser tu día. - le guiña un ojo -

Helga: Pheobe, ¡muero de hambre! No entiendo a dónde quieres ir, vamos comadre, necesito llenar el combustible para aguantar más horas del maestro tan "especial" que tenemos. - cruza los brazos en señal de disgusto -

Pheobe: ¡Oh! Lo siento Helga, es que me acordé de algo importante que tengo que hacer y es necesario que me  acompañes, la verdad me da un poco de miedo este lugar, ya sabes, porque no hay muchos estudiantes por aquí...

Helga: Vamos, hermana, me tenías que jalar hasta aquí...

Pheobe: Tranquila Helga, ya llegamos... - se paran enfrente de la habitación del conserje - Ahora que lo pienso... ¡Oh no!

El Relicario DoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora