Un joven rubio, el cual la vida se había cebado con él, decidió dejar de ser el amable y cortés niño que era para dar un cambio radical a su imagen y devolver todo el daño que él habia sentido.
~Todos los derechos de los personajes, a excepción de a...
Kenny ya había llegado a su casa hace unos minutos y Stan paró en casa de su querida novia. Los únicos que quedaban ahí eran Butters, Pip, Damien y Kyle, quienes caminaban silencio, excepto en cuanto hacían un comentario consiguiendo que todos soltaran una risa.
El silencio no era muy incómodo, excepto para el pobre Butters, quien estaba acostumbrado a escuchar la voz de sus amigos charlar de temas triviales, o oír las discusiones del judío y el gordo.
Comenzaban a visualizar la casa del rubio herido, quien aún seguía agarrado a Damien.
Solo conseguían escuchar sus pasos aplastando la nieve y el sonido de los arboles moverse a causa del viento. El sol aun seguía poniéndose, tiñendo el cielo de un color anaranjado y rosado.
Una gruesa y seca voz rompió aquel cómodo, para algunos, silencio.
-¡Niño!-
Los cuatro chicos miraron a la puerta de la casa, consiguiendo ver a una mujer alta de pelo castaño, con cara enfadada.
Los cuatro siguieron caminando, dispuesto a dirigirse a la casa de Pip. Al ver a los cuatro niños, la cara de la mujer cambió a un sorprendida y luego pasar a una falsa sonrisa de amabilidad.
-¿Son tus amiguitos?- dijo ella sacudiendo sus manos en su delantal de flores.
-Eh, sí, bueno.- comenzó a soltarse del hombro de Damien, ya que ya estaban en el porche de la casa y no creía caerse. Damien aún no le soltaba del todo, le agarraba del codo y del hombro.-Son unos compañeros de clase.-
-¿Y qué estuvisteis haciendo?- la mujer hablaba con total maternidad, como si aquellos chiquillos fueran sus propios hijos.
-Solo salimos a dar un paseo, madre.- la cara del rubio era totalmente distinta. Era una cara aburrida y molesta.
-Está bien, bebé.- Pip comenzó a caminar cojeando hasta subir las pequeñas escaleras de la entrada y apoyarse en el marco de la puerta. Odiaba que su "madre" aparentase ser buena y confiable.
-Nos vemos mañana, chicos.- su grupo de amigos sonrió y continuaron andando.
Cuando se alejaron un poco, la mujer miró con enfado al rubio y lo empujó hacia dentro de la casa, haciendo que cayera al suelo.
Kyle y Butters hablaban alegremente de camino a sus casa, mientras que Damien miraba con total ira como aquel pequeño chiquillo caía al suelo de la casa y la puerta se cerraba detrás de él y su madre.
A la mañana siguiente, un rubio se levantó de la cama sin dolor, sólo una leve molestia. Miró a la ropa que aún seguía sobresaliendo de aquella mochila amarillenta. Sin previo aviso, un suave sonido cascabel se oyó en la habitación. Miró a su teléfono que estaba cargando encima de la mesilla de noche.
Corrió hacia él y miró aquel mensaje que habia causado el tintineo.
Kendal 💛 En línea ~~~~~~~~~~~~~~~~~
Kendal 💛 Euuuu, primoooo. Olaaaa. Kyaaaaaaaaa.
Yo Tío, ¿qué pasa?
Kendal 💛 Buenos díaaaaas.
Yo Jaja, buenos días.
Kendal 💛 ¿Donde estabas ayer? :( Te llamé como que 10 veces.
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