~La viva imagen de la maldad~/ Pip x Damien

¡Mirad, una loli!

P.O.V. Narradora.

El grupo comenzaba a entrar al centro comercial, el cual de lejos brillaba gracias a sus tantas luces de tiendas y decoración.

Tweek no dejaba de mirar su móvil y reír, el cual sonaba cada cinco segundos.

–Dice Thomas que para la próxima vez que le invit-temos, que dice que l-les va a, ¡gah!, plantar cara a e-esas zarzas.– decía con una sonrisa en su rostro, riendo feliz.

–Para la próxima nos lo traemos.– dijo Nichole, riendo también. –Bueno, a ver. Si alguien tiene que ir a hacer algo, vamoz a separarnos, nos juntaremos en una hora delante de los recreativos.–

Todos asintieron y comenzaron a hablar con sus amigos, para saber a donde iban cada uno. Ahora Pip se encontraba incómodo, ¿que haría? No quería estar solo, pero tampoco tenia nada que comprar.

Una voz le sacó de sus pensamientos. Dejo de mirar al suelo y dirigió su mirada hací adelante.

–K-kenny y yo vamos a ir al FNAC, ¿quieres v-venir?– preguntó la voz temblorosa del cafeinómano.

–¡Es un sitio súper genial, te va a encantar!– añadió el de parka, abrazando a Tweek en el acto.

El rubio de pelo liso solo asintió con una sonrisa y se alejó junto a ellos.
La tienda tenia gran variedad de cosas. Tecnología. Comestibles. Muñecos. Libros. Era un paraíso para un adicto a las compras.

–¡Wow, hay cientos de cosas!– dijo Pip, mirando a su alrededor.

–Ya ves, a-amo esta tienda.– respondió Tweek repasando uno a uno los vinilos que habían en la sección de música. –Aprov-vecha para. ¡gah!, mirar, seguro hay algo que t-te guste.–

El inglés comenzó a mirar por la zona de música, hasta que sus ojos brillaron al ver una sección de discos de Heavy Metal. Los miró uno a uno, llegando a cargar cinco en su brazos.

Los miraba recordando aquella tarde que pasó con Damien y sonrió, pero luego su sonrisa se borró al recordar lo que había hecho horas antes.

Había sido demasiado cruel con el pobre chico, quien sólo se preocupaba por él. Agarró más discos, dispuestos para dárselos a Damien como recompensa.

–Tweek.– le llamó la atención el inglés. El cafeinómano solo asintió sin apartar la vista de los vinilos que estaba revisando. –¿Tienes el número de Damien?

–No, yo n-no. Pero me parec-ce que Kenny si lo t-t-tiene.–

El inglés buscó con la mirada aquella para naranja, pero no la encontró.

Sacó su celular de su bolsillo y comenzó a buscar en su WhatsApp hasta entrar en el grupo que tenían.

La casa de mi casa de tu casa
+********, +********, Tweek, +***...
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Yo
No os tengo agendados.
¿Quién es cada uno?

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I'm Bebe. 😎💅

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Yo soy Neo.

Bebe
¿El de Matrix?

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Chi.

Yo
A ver, a ver, que me lío.
Decidme quien es cada uno y dejar el retraso, por favor.

+*********
Yo soy Nichole.