Capítulo 9: Las tres cruces

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Narra Carlo:

"Quién demonios eres" era lo único que tenia en la mente en ese momento, la única pista por así decirlo fue el "Y yo era tu amigo" el cual no me lleva a nadie en específico, tampoco es que sea el mas sociable ni tampoco el mas simpático o alegre de mi curso pero no creo que ninguno de ellos se atreva a meterme en este "juego" o como quiera tomarlo ese extraño sujeto con mascara de animal.
Ahora mi única prioridad es ir a la oficina principal en donde me espera mi primera prueba.

-Yo se que puedo, claro que puedo.

Me sentí con más miedo intentándome dar ánimos que antes de mi intento fallido de sentirme con valor para buscar la oficina central de este sitio, según él tengo que subir las escaleras para encontrar dicha oficina —Ahora que recuerdo, cuando bajé para buscar el teléfono no me fije si había una oficina — así que supongo que son esas escaleras a las que se refería. Ahora tengo un poquito menos de miedo porque al menos ya se por donde tengo que caminar, o eso creo.

Como no pierdo nada haciéndolo, hice el intento de prender el teléfono otra vez para usar la linterna porque no se ve prácticamente nada, aveces se apaga teniendo 20% o más, me recuerda a uno que tenia hace unos años el cual tenía la batería dañada... esté que tengo parece que va por el mismo camino lastimosamente.

-No me defraudarás, ¿verdad?— Mantenía presionado el botón de encendido por unos segundos hasta que por fin, aparecía la pantalla en blanco con la manzanita de apple en el medio de la pantalla, pero mi alegría duraría poco porque se oscureció de nuevo, dándome a entender que no prenderá ni por más que rece y patalee; odio que la suerte me sonría en la cara para luego llevarme una decepción por delante.

Ya sin perder tanto tiempo intentando encender mi móvil, empecé a coger rumbo hacia las escaleras y a su vez adentrarme un poco más en esta abandonada y consagrada fábrica, aún no se como pudo irse a la quiebra una franquicia tan grande como esta.
Cada vez que subía un escalón sentía como si mi respiración se comenzaba a agitar esto sin sumar que sentía el corazón a mil revoluciones por segundo y que empecé a sudar por los nervios, ya sea por acercarme a lo desconocido, por temor a pisar alguna trampa o simplemente por no sentirme listo para lo que se venía, tengo mucha inseguridad de lo que podría contener la prueba o de cómo sería esta misma. Solo me queda recordar a mi mamá para saber porque vine hasta aquí.
Ya estando arriba no pude ver gran cosa, casi toda la parte de arriba estaba bastante oscurecida a excepción de minúsculos rayos de sol los cuales no ayudaban prácticamente nada, no me queda de otra que seguir adentrándome hasta encontrar la oficina oficial, si ya me cuesta ver e intentar no desmayarme -Suena drama pero no, realmente tengo miedo y pánico- no me quiero imaginar como estaré realizando la prueba.
Seguía caminando sin rumbo pero con destino predefinido a través de los pasillos, solamente guiándome por los pequeños rayos de luz que entraban por los agujeros del techo los cuales iban aumentando de menor a mayor medida, hasta llegar a la tan buscada oficina principal, ahora solo falta entrar y completar mi reto, nada de que preocuparme... o eso quiero creer.

Antes de abrir la puerta me quito los zapatos y dejo mis pertenencias a un lado de la entrada, más que todo para no extraviar las llaves de la casa o terminar de romper mi teléfono, también me quito las medias por una extraña costumbre que adopte en mis clases de basketball; ya dejado todo esto por fin abrí la puerta y entre a la habitación.
Apenas entro a la habitación pude saber porque él la había escogido, esta oficina estaba sin paredes y el techo estaba mucho más alejado a comparación de los pasillos he inclusive por donde entre, no note nada raro hasta el momento asi que me volteó para dejar la puerta entre abierta ya que tenía miedo a que la puerta se cerrase. Siguiendo con el lugar donde el alto mando de esta fábrica reposaba, esta no tenía paredes a los lados —Supongo que por los terremotos que han habido a lo largos de los años— dejando a esta oficina aun mas grande de lo que ya era, también era la que poseía mas luz de la fábrica, ya que el techo tenia un gran agujero en el techo lo cuales aun conservaban unas curiosas placas de metal, supongo que para el domo de vidrio que había antes.

-¿Qué es esto? —Miraba hacia la unos escombros, ya que estoy medio ciego así que decido acercarme para ver qué era— O no...

No sabía si era mi ceguera o si era mi imaginación, pero en el fondo de la oficina se podría ver a tres personas amarradas con una especie de cadenas en una cruz por individuo, arriba de las cruces había simplemente un reloj el cual no parecía obsoleto, sino lo contrario, ese reloj se encontraba en un perfecto estado tanto asi que parecía nuevo.
Ya acercándome más pude ver que en la cruz del medio, asi que lo despegó de esta y le doy a reproducir para toparme con lo peor.

- Hola Carlo, una vez escuches esta grabación querrá decir que haz llegado a tu primera prueba, espero y no te de nostalgia al ver a quienes son nuestros invitados en el día de hoy —se escuchaba una risa de fondo, detrás de un carraspeo— ¿No le querrás decir hola a tus ex compañeros de clase?.

-No...

Mientras la grabación seguía reproduciéndose, yo intentaba no romper en llanto y de miedo al ver de quienes eran esos "ex compañeros" a los que se refería. Esos eran mis agresores el año pasado.

Flashback
Los baños de la universidad

-Agarrarlo fuerte—Decía uno de los chicos mientras me intentaba zafar.

-¡Ya paren por favor! —Me pude soltar, pero en vano debido al golpe propinado en el estómago por el chico al mando de todo esto, Brandon.— ¿Por qué hacen esto?.

Él se acerco lentamente mientras que sus secuaces, Tim y John Larson, me sujetaban de los brazos.

-Simple —tiraba su típica risa burlona— Porque eres el bicho raro del curso, eres aquel todos consideran raro y en ocasiones pervertido —Me daba golpes en la barbilla, hasta el punto de hacerme sangrar por los labios.— Bájenle los pantalones.

En ese momento los Tim Larson miro raro a Brandon, frunciendo el ceño en una especie de desprecio mientras que John y Brandon se reían victoriosos.

-Llena esa botella de agua que esta en el piso y pásamela —El lider miraba a John, el cual hizo sus ordenes sin refutar.—

-¿Qué demonios quieres hacer?—Tim fruncía el ceño, reflejando desprecio e ira en su mirada.—

-Hacer que entienda la lección —Apartaba del medio al hermano mayor de los Larson.—

Tim miro con asco a él porque el sabía que esa botella se la introducirían por el recto a Carlo y que no podría hacer nada al respecto porque él también estaba involucrado, no podía irse así porque si ni mucho menos confrontar a Brandon el cuál era el hijo de la directora de la universidad.

-Hazlo rápido —Murmuraba Tim al punto de sonar exigente.—

-Le quitas lo divertido al asunto crack —Bromeaba pegándole con la botella en la cabeza— Ve a vigilar la puerta

Mientras todo eso pasaba, intentaba quitarme de encima a John para salir corriendo de allí, una oportunidad se dió cuando fingí que me quedaba quieto como si no tuviese energías para seguir combatiendo.

- Ya se rindió —Alzaba un poco la voz John para avisar a su lider.—

En ese momento aproveché para zafarme y correr, pero no pude salir. Brandon en un movimiento rápido y audaz, agarra mi cabeza y le da contra la pared. Haciéndome desmayar al instante pero mucho peor...

A su merced.

Fin del flashback

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Amanecer: El asesino del puzzleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora