Capítulo 12: Amar hasta sangrar

40 17 8
                                    

Narra Dante:

Allí estaba yo, intentando arrodillarme después de las apuñaladas que recibí estando colgado en esa cruz, no siento muy bien los hombros y me cuesta mucho mover los brazos y ni hablar de mi mano.

- Mierda... mi mano --Veía mi mano abierta desde el centro hasta la separación entre el dedo índice y el dedo del medio.--

Estaba perdiendo mucha sangre y aun asi tenia que seguir luchando por salvar a mi escuadrón, a pesar de no ser el líder de este creo que soy el único que puede hacer por lo menos algo esta vez. Ya decepcione a personas tiempo atras por mis acciones, no quiero hacerlo otra vez.

Luego de arrastrarme hasta la puera me resultó mucho más fácil levantarme y mantenerme en pié, lo que se me va a dificultar es manejar en el estado en el que estoy, si tuviera al psicópata en frente de mi lo arrestaria luego de someterlo en una de sus "pruebas"... claro, si es que pudiera.

Abro la puerta medio tambaleante y empiezo a avanzar apoyándome con la pared para no caerme --quien diría que si funcionará ese viejo truco-- mientras dejaba un sutil rastro de sangre provenientes de mi mano. Mientras más camino siento que me pierdo más y más, gracias a un letrero que vi en el techo se que estoy en el segundo o tercer piso de un edificio y que llevo como diez minutos buscando la salida principal, se nota que estoy perdiendo más sangre que la que creí.

- Debo buscar algo para cerrar mi mano -- Buscaba con la mirada las escaleras o una puerta-- No creo que el este lugar este habitado.

Seguía caminando y logré ver una habitación sin puerta a unos cuantos pasos, sin tiempo que perder entre a esta logrando ver que era un cuarto de hotel. Aun no pierdo la fe de encontrar algo para cerrar mis heridas, lo que sea sirve.

Investigo un poco el cuarto y no consigo gran cosa aparte de su gran mal olor, alguna que otra cucaracha o migajas de algún alimento en el suelo. En mi búsqueda de lo que sea para al menos desinfectar mi herida encontre unos papeles de alquiler para quedarse en el hotel durante un par de semanas de un tal "Kurt McCold", quizás y se le olvido llevar los papeles a recepción.

Sin éxito en la habitación, entro al baño para buscar algo que sirva —por lo general tienen alcohol los baños de hotel—registro los gabinetes y en efecto encontré un frasco de alcohol el cual estaba por la mitad de su contenido, al parecer tengo suerte.

Ya casi cerrando un gabinete vi una carta escrita supongo que por Kurt, la saque del gabinete y la empecé a leer con calma.

"Querida Lauren, vengo a escribirte por última vez aunque esta carta seguramente nunca la leas, quise decirte tantas cosas pero al final acabamos matando nuestra relación definitivamente; he recaído otra vez en las drogas y en el alcohol pero como dije en el comienzo de la carta, esta será la última vez.

Quería decirte gracias por estos cuatro años los cuales compartimos de relación y de los cuales crecí como persona, quiero decirte gracias por ayudarme a salir de mis vicios y adicciones en su momento y agradecerte por estar conmigo en las buenas como en las malas.

Pero ya que no estamos juntos ya que decidiste cogerte a mi primo, a mi sangre en nuestra casa ocasionando que nuestra historia dieron un giro algo... inesperado en nuestras vidas, mientras tu estas con el empezando una vida con su nuevo hijo yo estoy aquí, acabando con la mía.

Dicen que "Nadie muere de amor" o "Qué allá afuera esta tu media naranja" pero yo ya la había encontrado en ti Lauren, y como te lo dije hace un año.
Si no estoy contigo, me muero. Y pienso cumplir mi palabra."

Amanecer: El asesino del puzzleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora