Capitulo 4: La prueba de los tubos

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Vivir o morir eran las únicas palabras que se cruzaban en la mente de David, eso y de cómo salir del lugar sin ser carbonizado en el intento. 

Tampoco se podía quedar sin hacer nada al respecto, el miedo a morir quemado era, según él, el peor castigó que le pueden aplicar a un ser humano al mismo nivel que morir ahogado.

-Si crees que no daré batalla, estas equivocado- vociferaba mientras intentaba desatarme los brazos

El nudo estaba muy bien apretado, tanto que David tenía que agacharse para que estuviese más cómodo quitarse el amarre. Hasta que se le ocurrió una idea, poner las cuerdas en el tubo para así cortarlas por medio del calor y así empezar la prueba de una vez por todas.

Así que se dirige hacia uno de los dichosos tubos calientes tal café recién en el cual coloca las cuerda cuidadosamente hasta que se se rompiera la cuerda; en ese momento empezó a mirar hacía la parte superior del cuarto, donde pudo observar qué no estaba sólo, al menos no del todo. En la parte superior opuesta a la pared de los tubos se podía ver claramente una cámara, de esas que se encuentran en los centros comerciales o tiendas de ropa.

-¿Te estás divirtiendo eh?- Le gritaba mirando a la cámara, mientras movía los brazos para terminar de romper la cuerda- Esperó también té sientas así cuando salga de aquí sin ningún rasguño.

Mientras seguía moviendo los brazos y haciendo fuerza en lados contrarios, por fin pudo romper la cuerda y a su vez, activar el cronómetro el cual marcaba 2 minutos. Menos de lo que la silueta del sujeto

-¿No qué eran 5 minutos?- Decía algo alarmado

Ahora si era oficial, la prueba había empezado y solamente tenía dos minutos para desactivar cuatro tubos de los cuales o salía ileso o salir en forma de bolsa para cadáveres, sin duda que la prueba no era la más complicada pero si una de las que mas sentirá dolor.

David empieza primero con el tubo que tenía más cerca -que fue con el que se liberó- para introducir su brazo izquierdo al interior del tubo, casi que sin esfuerzo oprime el botón, saca el brazo rápido y prosigue con el segundo, hace lo mismo que con el anterior pero ésta vez le cuesta un poco más alcanzar alguno de los botones, mete un poco más el brazo y activa alguno de los botones. Sacando el brazo David se quema proporcionándole una terrible quemadura en la manó.

Faltándole 45 segundos, David rápidamente se dirige al tercer tubo en donde mete su brazo derecho hasta casi meter el hombro, alcanza ambos de los botones, para su mala suerte activo primero el que hace salir el vapor caliente, ocasionándole quemaduras graves en su brazo.

David, entre alaridos y sufrimiento, saca su brazo derecho y lo introduce rápidamente en el ultimo tubo el cual, le cuesta alcanzar los botones, lo intenta y lo intenta pero no logra alcanzarlos. Voltea a ver el tiempo y le quedan 10 segundos y sin pensarlo dos veces se pega contra el tubo presionando los dos botones, sin embargo, el sufrimiento de David aun seguía a flor de piel ya que el tubo emitió el vapor caliente, quemándole más el brazo derecho.

David retira el brazo del último tubo con mucho esfuerzo, cuando observó el estado de su brazo estallo del llanto, su brazo tenía varias ampollas y parte de su ante brazo no tenía piel y sangraba. Sólo quería volver a su casa y estar en paz.

Pasado algunos minutos se abrió la puerta, David muy mal herido se hecho atrás como si de una mascota se tratase y entonces lo vio. Vio al sujeto del video pero con otra mascara, está vez no de un animal, si no que tenía una máscara de algo luminoso de color oscuro y espirales verdes.

-Me siento orgulloso, David- decía el encapuchado.

-¿Qui... quién eres?.

-No se trata de quien soy, si no de quien represento- se acercaba a David lentamente- Hoy me haz demostrado que quieres seguir con este maravilloso regalo llamado vida. Haz escogido bien David, muchos no aprovecharon la segunda oportunidad qué nosotros les bríndanos a ustedes, pero tu si.

-Los han matado, ¡LOS HAN MATADO!- Decía mientras me arrastraba para atrás, llorando asustado.

-Muchos no son lo suficientemente agradecidos con su vida, pero tu si. La prueba ha acabado- Decía mientras se hacía a un lado- te puedes marchar.

Desconcertado y aun con dudas, David sale del cuarto y empieza a correr hacia la salida de algo parecido a una fábrica en donde, por fin, es libre.

Fin del flashback.

Narra Armando.

-Wow- decía mirando fijamente al paciente- Debo de admitir que lo que hiciste no lo hubiese hecho cualquier.

-No quiero sonar grosero pero guárdate tus felicitaciones para otro- Decía algo molesto David, mientras se acomodaba en su asiento.

-Esta bien, no te juzgaré por ese comportamiento pero necesito saber cómo te sientes.

-Sonara raro, pero agradecido- explicaba el joven- el me dió una razón para seguir luchando.

-¿No acabas de decir que casi te mata? ?Estas loco o qué?- levantaba un poco la voz.

-Me dio a elección propia si quería vivir o no oficial, capaz y ya me hubiese suicidado antes de despertarme en ese lugar...

-¿Por casualidad no viste la calle en la que te encontrabas? - preguntaba Armando- Eso nos serviría para avanzar con nuestra investigación.

-¡Ya le dije que no se nada! -Dijo dandole un golpe a la mesa, doliéndole un poco después de realizar la acción.

-Creo que ya es momento de que se vaya, oficial- aconsejaba la madre del joven.

-Tienes razón, espero y tengan bonita noche- se  despedía un poco mal humorado mientras salía de la habitación.

Ya afuera de la habitación, Armando y sin nada más que hacer, se dirigía hacía la comisaría para hablar con su teniente sobre la interrogación, pero aun no se podía sacar de la mente una cosa.

¿Será verdaderamente un "salvador" o en realidad es un asesino?.

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Amanecer: El asesino del puzzleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora