Capitulo 3: ¿Quién eres?

154 43 76
                                    

Tras ese comentario que dijo Armando, todo el curso se le lanzo encima, ya sea por su manera algo fría de decir dicha noticia o de varias personas las cuales les preguntaban sobre la salud de su compañero.

-Tranquilos tranquilos, alcen la mano uno a las vez- decía Antonio intentando calmar a todo el curso.

-¿En qué hospital se encuentra?- pregunto Carlo obedeciendo las ordenes del uniformado.

-Actualmente está en el San Buenaventura de Hipona, uno cerca de la institución- respondía el oficial- ¿Alguna otra pregunta?.

-¿Cómo sigue?-  decía Fin con sus dos manos arriba, esto a que estaba en el fondo del salón.

-Esta en recuperación- Decía Antonio mientras se desplazaba por el lugar- hoy pensábamos ir hacía el hospital para hacerle un par de preguntas.

En ese instante, todo el curso le empezó a reclamar nuevamente al uniformado pero ésta vez por algo en común.

-No me parece justo que a alguien que supuestamente casi muere le hagan preguntas. Debería de dejarlo descansar - protestaban mayor parte del curso.

-Es confidencial- respondía serio Antonio- hablando de eso, me tengo que ir hacía el hospital; el director me dijo que se podían ir temprano por razones de seguridad. Hasta la próxima.

Dicho y hecho, El oficial salió del salón y a su vez dejando más dudas que respuestas entre los jóvenes estudiantes del curso 14-02, los cuales ya eran los próximos en recibir su diploma de graduación.

Narra Antonio Paredes:

-¿Cómo te fue?- me pregunto el guardia del instituto

- Como la mierda, luego te cuento mejor- carcajeaba mientras me subía a la patrulla

Su patrulla, el viejo Leto como le decía él, era su más grande compañero en el cuerpo de policía, Antonio siempre desconfió del cuerpo de policía al que pertenece; siempre les ha parecido una banda de vendidos los cuales si vendes droga y te cachan, los sobornas para que no te metan entre rejas.

Mientras se dirigía al sitió, el se encontraba dubitativo. Esta era su primera vez en 10 años de servicio policial en la cual debía dar un mensaje sobre un accidente de este calibre, no se sentía cómodo y más cuando le empezaron a decir monstruo o insensible cuando lo estaba intentando dar era un mensaje. Pero bueno, asi siempre han recibido a los policías en ese instituto a fin de cuentas.

Ya en el lugar, Antonio estaciona el auto en frente en el hospital, le paga al guardia encargado de cuidar la zona y entra al hospital en donde se dirige a la recepción.

-Buenas tardes, me podrías decir la habitación del paciente David  Moreno- decía mientras le muestra su placa de policía.

-Buenas tardes oficial, deme un momento- la recepcionista miraba en lo que claramente en sus lentes se veía una lista de excel con los pacientes, algo práctico pero útil para el hospital sin duda- es la habitación 636 en el piso 6.

Respetuosamente le agradeció y se dirigió hacía la habitación correspondiente tomando el ascensor porque "nadie toma las escaleras" o eso se repetía en la cabeza.

Ya en el sexto piso, Antonio se dirige hacia una máquina expendedora en la cual compra un Doritos pequeño para regalárselo a David. Terminada la acción proseguía a la habitación de nuestro casi asesinado paciente.

-¿Hay alguien?- Decía mientras tocaba la puerta

Sin respuesta, el oficial seguía tocando un poco más fuerte hasta que por fin una señora, algo canosa; abriría la puerta

-¿Quién eres?- preguntaba la señora

-El oficial Antonio Paredes- se presentaba ante la señora- estoy encargado en el caso de un asesino el cual aparentemente se conecta con las pruebas de un homicidio con el mismo modus operantis.

-¿Y qué piensas hacerle a mi hijo?- respondía con un tono casi que ofendido.

-Quisiera hacerle un par de preguntas, si me permites- Decía Armando con medio pie izquierdo en la puerta.

-Lo siento pero ahora no puede, adiós- contestaba la señora mientras cerraba la puerta, cosa que no pudo por el pie del oficial.

-Esto evitara que otras person...

Antes de que terminara de hablar, alguien le tira una almohada a la mujer de apariencia cuarentona.

-Mamá, déjalo pasar por favor- en un tono casi bajo le decía alguien dentro.

Ya sin nada más que hacer al respecto, la mujer deja pasar a Armando a la habitación, la examina rápidamente y se dirigía hacia el joven David.

Este se veía con cara de amargado, se veía bien hasta que miro su brazo derecho, el cual tenía una quemadura aparentemente de tercer grado.

-Te traje esto, para que te sientas mejor- le entrega el Doritos a el chico- y cuéntame, ¿Quién te hizo eso?

-¿Quieres la versión larga o corta?

-Preferiblemente la larga- respondía mientras esperaba que contara los sucesos

Flashback de David

¿...Donde estoy? ¿Qué es esto? ¿Por qué estoy amarrado?.

De repente veo como se prende una luz roja, la cual se convertía en una azul algo débil. Junto a la luz se encendía una televisión algo antigua.
En esa televisión no se veía más que lo que puedo interpretar como un hombre con una cabeza de camello con muchas cicatrices y una capucha puesta.

-¿Qué demonios?

-Hola David, ¿cómo estás?- decía la enigmática figura con voz gruesa y distorsionada- Quisiera decirte que te haz portado mal últimamente

De repente la imagen de la televisión cambia a unas fotos de él comprando droga y auto cortándose el brazo con navajas, luego cambia a una noticia titulada "joven intenta suicidarse en el instituto Rosario Baker" para finalmente volver a la figura del sujeto encapuchado.

-¿Cómo conseguiste eso?

- Haz demostrado que no te tienes respeto, que no valoras las oportunidades que te da la vida. Esa es la razón por la que estás aquí, quisiera hacerte una prueba David Moreno- Dicho esto se encendió las luces de la habitación.

A su alrededor se podía observar que no era un cuarto común y corriente, en la pared contraria a la que se encontraba amarrado, se encontraban unos tubos los cuales se notaban que estaban a altas temperaturas.

- La prueba consiste en lo siguiente, actualmente tus brazos están amarrados a tus espaldas, apenas te desamarres empezará la prueba- la figura del psicopata cambiaba a la de un moflete que se encontraba  en un presunto taller- Gracias a Dios la tecnología avanza exponencialmente, como decía, a tu lado izquierdo tienes varios tubos los cuáles me gusta llamarlos lanzallamas, tendrás que desactivar los tubos presionando un botón con cualquiera de tus brazos, si presionas el equivocado saldrá vapor caliente. ¿Serás capaz de plantar cara ante el reto o te quedarás de brazos cruzados? Recuerda, vivir o morir David, vivir o morir.

Ya no hay vuelta atrás, el juego ha empezado.

————————————————————————

Amanecer: El asesino del puzzleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora