Capítulo 11: El bueno y el malo

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Narra Carlo:

- Serás hijo de...

Me encontraba arrodillado con un ataque de pánico, temblaba tal persona con párkinson mientras miraba a la nada y pensando si esto en verdad era la realidad o simplemente era mi mente recordando fantasmas del pasado los cuales me hicieron más daño mental que el que me hicieron en ese baño.

Pero claramente eran ellos, los hermanos Larson y Brandon en carne y hueso, los reconocería a leguas y no por bonitos recuerdos si no por ese horrible trauma del cual aun no puedo librarme, quién diría que esas tres personas estuviesen "crucificadas", desorientadas y asustadas, para mi ver sus caras así es un regalo.

Mientras ellos se iban despertando, la grabadora la cual aun estaba reproduciéndose por ende, la silueta que vi esa vez en la ventana aun estaba explicando la situación mientras yo llorando y desorientado por un trauma, siempre cagandola en los momentos importantes.

- Te preguntaras por qué están ellos aquí, ¿O me estoy equivocando? -Se reía- Ellos están amarrados con unos torniquetes algo particulares o como sueles decir, "De edición limitada".

En mi mente se encendió una bombilla cuando dijo esto, esa persona detrás de las grabaciones tiene que ser de mi curso, aunque también puede ser del curso de Juliana ya que ella también la usa... espero que se encuentre bien.

- Ellos están aquí para ayudarte a tu próxima redención, Carlo -Se le subía el volumen a la grabación- Y es por eso que ésta es tu prueba; para cada cruz tiene el mismo mecanismo de liberación la cual constará de bajar una palanca, cada vez que salves a uno de ellos podrán ayudarte en tu prueba, siempre y cuando ellos quieran. Tienes 10 minutos para liberarlos, si no lo haces no solo se te complicará este reto, sino que los privaras de su derecho a vida del cual estoy seguro quieren tener. En pocas palabras, si no completas la prueba a su debido tiempo, los torniquetes se apretarán más y más hasta asfixiarlos y matarlos. Recuerda Carlo, de ti depende si ellos viven o mueren, y casi se olvida, cuidado te cortas --Se reía-- tu prueba empieza... ¡Ahora!.

Apenas termino la palabra el reloj marco los 10 minutos, tiempo suficiente como para escuchar sus lamentos y "disculpas" hacía mi persona las cuales merezco desde ese día, aunque dudo bastante si salvarlos o no en este momento debido a que ellos me dejaron tirado después de hacerme eso asi que... ¿Por qué no hacerlo yo ésta vez?.

Mientras pasaban los segundos, las "víctimas" se despertaban poco a poco amordazados a sus cruces, con vistas desorientadas y caras de desagrado -Siento que por la sensación de tener esos torniquetes es sus manos y cuello-.

- ¿Dónde estoy? -Brandon fue el primero en formular esas palabras y fue el primero en mirarme, esa mirada de asco pero esta vez con algo de miedo- ¿Tú qué haces aquí?

Me quede inmóvil unos segundos, aún me daba temor esa mirada o mejor dicho, esa persona; pero no podía dejar que sus ojos me intimidaran más, ahora era mi turno de "brillar" gracias a este desquiciado.

- Me obligaron a venir.

- ¿Cómo se que me estas diciendo la verdad? --Observaba a sus compañeros los cuales se encontraban aun aturdidos en sus respectivas cruces-- ¿Por qué estamos crucificados Carlo? ¡DIME!.

En ese momento sin querer una sonrisa salio de mi rostro, no porque estuviesen asi sino por la impotencia que debian sentir ellos... la misma que senti yo en su tiempo.

- ¿Brandon? --El siguiente en despertar fue John, el hermano menor de los Larson-- ¿Qué es todo esto?.

- ¿Carlo? --Finalmente se despertaba Tim, el cual me miraba fijamente-- ¿Por qué nos trajiste aquí?.

Amanecer: El asesino del puzzleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora