Capítulo 15

39 10 43
                                    


Abro los ojos y ambos me miran con sorpresa.

El pecho de Jared sube y baja con rapidez, sus mejillas se ruborizan al instante y lo veo caminar hacia mí a grandes zancadas.
  
El rostro de Zeta es otra historia. Está pálido y solo se queda viéndome sin saber que hacer.

Sí. Los escuche. Lo escuche todo.

Y aunque ahora entiendo que Zeta no quería dejarme. Sigo enojada porque de igual forma lo hizo y su acto me perjudico profundamente.

Pero lo que más me enoja, es que Jared se dé por vencido así de fácil.

Por supuesto que estoy en una situación más que complicada, difícil. Porque escuchar a Zeta decir que aún me ama y que nunca a dejado de hacerlo no es fácil. Me hace surgir sentimientos del pasado.

Pero eso no significa que quiera regresar con él. En lo absoluto. No. No quiero, no ahora.

¡Carajo, no sé!

Estoy confundida. Estoy dolida. Estoy enojada.

Me molesta que Jared dude así de mí y de mi amor hacia el.

Yo lo amo. Igual que él a mí y puede que hasta incluso más. Y el se atreve a dudar de ello cuando también le he entregado todo de mí.

Dios sí. Estoy enojada. ¡Mucho!

Cuando él se acerca a la cama y me toma de las manos lo empujo con fuerza y el retrocede.

—¡No me toques! —Grito en un sollozo.

Él palidece y ladea la cabeza. Su pecho sube y baja con rapidez demostrando su agitación.

—Linda... Tranquilízate. —Susurra he intenta acercarse de manera cautelosa— Te hace daño alterarte. Por favor.

Niego la cabeza abruptamente y vuelvo alejarlo.

—¡NO! —Alzo la voz— ¡Porqué dijiste eso! ¿Por qué? —Grito y un llanto me abandona.

—Leticia cálmate. —La voz de Zeta desde el otro lado de la habitación apenas y pude escucharla.

—Tú cállate. —Espeto— No te metas. ¡No quiero verte! Lo arruinaste todo. ¡Todo! —Aspiro con fuerza— Mi vida, mi corazón. Y ahora también mi relación con Jared. ¡Desaparece! —Grito llena de frustración.

El monitor que está al lado de mi cama comienza a sonar y el centro de mi pecho comienza arder y mi respiración por consecuente, a decaer.

Jared se abalanza sobre mí y lo escucho gritar:

—ZETA. ¡Llama al doctor ahora!

Éste sale disparado de la habitación y cuando escucho la puerta cerrarse trato de calmarme.

Pero me es tan difícil. ¿Hasta cuándo estas crisis de ansiedad van atacarme así?

Las manos de Jared me rodean en un abrazo y aferro las mías en su pecho.

Lo amo tanto. Tanto.

Zeta & Jared - Dos Amores, Un Destino © (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora