16. No pretendas.

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♡ Palabras: 1958

♡ Autor: Kamimago


Sentí unos pequeños golpes en la puerta de mi habitación, la cual estaba completamente en penumbras. Cerré los ojos al notar el sonido de la puerta al abrirse lentamente. No quería hablar con nadie.

—Rosa... pequeña rosa, te traje algo de comer  —llamó Larissa con voz llena de preocupación. Esta eenciende la lámpara que está al lado de mi cama y me descubre—. Eres muy mala siendo mala. Sé que estás despierta.

Mis ojos ardían de lo mucho que había estado llorando. Mamá limpió mis lágrimas y me sonrió.

—N-no tengo hambre... —susurré despacio con  voz quebrada.

—No te hagas esto, pequeña Rosa. No se lo hagas a él.

Empecé a sollozar y con el cansancio que me agobiaba, me senté en la cama y mi cuerpo comenzó a convulsionar con mi llanto. Tenía muchos años guardándome estas lágrimas debido al imbécil de Tanner. Mamá me abrazó y empezó a consolarme, la sábana se deslizó por mi piel y mi vientre abultado quedó expuesto. Mamá me acarició con ternura el vientre y sonreí, asimilando que solo lo tenía a él, a mi bebé.El teléfono sonó de repente con insistencia, haciendo deshacer nuestro abrazo. Mamá lo alcanzó y giró la pantalla hacia mí.

—Es Malcolm —dice con un suspiro, lo cual es la décima vez que llama.

—No quiero hablar con nadie. Solo apaga el celular.

—Solo si comes, sino le diré a él y  a todo el mundo que te estás quedando conmigo y no creo que quieras que Tanner se entere de tu condición.

—Ni siquiera le importa, él está siendo muy feliz ahora que Pauline ha decidido no abortar a ninguno de sus hijos de nuevo. Ahora que de nuevo se han dado una oportunidad y esta vez no seré un extra. —Me levanto lentamente de la cama y me observo en el espejo. Tenía aproximadamente cinco meses de embarazo—. Esta vez sí lograré alejarme con éxito, me he cansado... lo di todo por quién no valía la pena y ahora estoy sintiéndome valientemente asustada y tristemente feliz... no sé siquiera cómo sentirme. Solo sé que amo con locura lo que está creciendo dentro de mí aunque para los demás sea una desgracia. 

Hablaba más para mí frente al espejo que a la propia Larissa, que me observaba con orgullo.

—Siempre estaremos para ti...  —djo, finalizando en otro abrazo consolador.

Hice caso y comí de esas galletas que robaba de niña junto con una deliciosa ensalada de fruta, evitando recordar lo que me había sucedido apenas hace cuatro meses. Todos creían que estaba de vacaciones en Hawai, tomando el sol y piña colada, teniendo sexo hasta cansarme por despecho, pero nada más lejos de la verdad. Absolutamente nadie a parte de mis padres conocían mi condición de embarazada, quería dejar atrás el pasado que incluía a Tanner Reed y su perfecta Pauline. Cuando hacen tanto daño a alguien, no se puede pretender obtener de ese alguien lo mejor porque lo mejor ya lo obtuvo y lo pisoteó, lo tiró y ultrajó hasta que la dejó lastimada, con sus ilusiones rotas, sin confianza y sin autoestima. No soy una mujer perfecta y mi único delito fue creer en el amor de Tanner, para que luego sin más se extinguiera, pero ahora alguien crece dentro de mí. Ese alguien me devolverá la sonrisa, ese alguien es quien más la merece, no Tanner.

Me senté en la cama totalmente desubicada, decepcionada y dolida una vez quedé sola. 

Acaricié mi vientre, que en ese momento se movió bruscamente.

—Hola cosita... soy mamá —dije con mis ojos iluminados de esperanzas.

Flashback

Concurso (Tanner Reed)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora